Enam al-Dimshaq acaba de llegar a Córdoba, pero su posición como proscrita, mujer y Asirá de alta generación (en resumen, no es una amenaza) le ha permitido formarse una idea general de lo que ocurre y una comprensión de la situación política actual mucho más maduras que las de cualquiera de sus antiguos. Su punto de vista y manera de tratar con otros Cainitas, sin embargo, tiene un genuino toque de ingenuidad. Dedicada su vida de corazón a hallar una solución pacífica al actual conflicto religioso en Al-Andalus para los hijos de Seth y Caín, a pesar de que es evidente que la inminente guerra es inevitable. Al-Dimshaq mantiene una relación cordial con casi todos los Cainitas de la ciudad que no sigan con fanatismos postulados cristianos, si no directamente con los antiguos, a través de sus chiquillos o los chiquillos de sus chiquillos. Es irónico que precisamente quizá quienes le tengan más aprecio sean los que no pertenecen a su grupo ya que muchos de sus compañeros Asirá desconfían de su punto de vista integrador.
Conserva su refugio y su nivel de riqueza acomodado gracias a su marido, que sólo existe en papel. En público se viste como una joven mujer casada de familia rica, cubierta por varias capas de lino y seda y un velo hasta las caderas. Su ropa para estar por casa (que sólo revela a los que visiten su refugio y puedan necesitar algo de persuasión) oculta bastante menos la superficie de su cuerpo y descubre que es una hermosa joven de labios llenos y una delicada caída de ojos.
Clan: Banu Haqim (Assamita)
Generación: 11ª
Sire: Ayub ibn Mehtar
Naturaleza: Penitente
Conducta: Protectora
Abrazo: 1148 EA
Edad Aparente: Post adolescencia
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