Mania y su tienda de curiosidades son reliquias de una era pasada. La Abrazaron durante el reinado de los persas sasánidas, y permaneció exclusivamente en la zona comprendida entre el Tigris y el Éufrates desde ese momento (sus enemigos, que no son pocos, afirman en susurros que es físicamente incapaz de cruzar corrientes de agua). A pesar de sus hábitos sedentarios, su voluntad llega lejos: ya era una vieja y experimentada bruja cuando aún respiraba y la adición de la vitae a su arsenal de elixires y amuletos no ha hecho más que reforzar su poder sobre el mundo espiritual. Sus espíritus lacayos llegan a los rincones más distantes y le traen a su regreso baratijas o ingredientes fundamentales, sembrando el caos y la muerte a su paso. Para adquirir objetos mayores, Mania debe hacer tratos con sobornos más mundanos como oro o mercancías.
Mania ha jugado con el infernalismo, pero su arraigada educación zoroastriana le ha impedido hasta ahora llevar a cabo nada más que las invocaciones y llamadas más "básicas". Sin embargo, durante la última mitad de su vida antinatural su religión nativa ha tenido que ocultar sus ritos y ya no sirve de apoyo a su conciencia cada vez más mermada. A medida que la situación en la zona entre los ríos se va volviendo más arriesgada y en sus premoniciones predomina la condenación. Mania se ve arrastrada sin remisión a las profundidades de las prácticas demoníacas. Mania está encorvada y encogida, y su cabeza está coronada por pegotes de pelo grisáceo. Tiene el cuello y las extremidades cubiertas de protuberancias rojas de todos los tamaños, y sus dedos se han endurecido hasta convertirse en garras huesudas.
Clan: Qabilat al-Khayal (Lasombra)
Generación: 8ª
Sire: Farnabazus
Naturaleza: Bellaco
Conducta: Monstruo
Abrazo: 324 EA
Edad Aparente: Casi 80 años
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