Los cazadores inteligentes o, al menos, los que quieren sobrevivir más de una noche, saben que no pueden cazar solos durante mucho tiempo. El truco es encontrar a alguien en quien puedas confiar, alguien que crea la mierda demente que sale de tu boca. Alguien que también lo haya visto o alguien que conozcas con una perspectiva similar de la caza. Alguien a quien veas captar su primer atisbo del mismo mundo terrible en el que has estado viviendo. En mi caso, ése serías tú.
Tienes que ser cuidadoso, no lo dudes. No es sólo que tus mejores amigos piensen que has perdido la cabeza, sino que puedes llamar la atención si vas preguntando por ahí. La atención de ellos. No es que te vaya quitar el sueño más de lo que ya iba a hacerlo, pero tienen ojos y oídos en todas partes. Gente en los bajos fondos y en las altas esferas. Incluso animales. Sí, diviértete observando a cada perro, gato y rata con los que te cruces ahí fuera de ahora en adelante. Aun así, no puedes hacerlo solo durante mucho tiempo, así que hay que ceder.
¿Cómo contactas con otros cazadores? Bueno, podrías ser como yo y viajar mientras cazas. Ir de ciudad en ciudad, encontrando vampiros locales, y ver si alguien más se esconde en las sombras contigo. Pero yo ya lo he perdido todo. No tengo nada que me ate, así que para mí eso es un poco más fácil.
Cómo Encontrar a Otros
Reparte octavillas para un grupo de apoyo que haga preguntas vagas pero comprometidas. Hazte amigo de otros colegas que sepas que han visto… cosas. Localiza a otros padres del vecindario que también se hayan percatado de un cambio en sus hijos. Acércate a la chica que trastabilla un poco más de la cuenta (y parece demasiado pálida) al salir del baño y pregúntale qué recuerda. Revisa los obituarios en busca de muertes extrañas: demasiado jóvenes, demasiado súbitas, demasiado extrañas. Revisa Internet en busca de cosas que concuerden con los detalles de aquello que al verlo descorrió el velo para ti. O toma a tu hermana o a tu cuñado o a quienquiera en quien confíes y pon a prueba su lealtad. Uno se convierte en dos para convertirse en unos pocos que escucharán: los pocos que te creen, porque también lo saben.
Orden del Día
Una vez que tengas tu grupo, impón unas reglas básicas. Hazlo lo más pronto posible, mientras las cabezas están lo más frías posibles, aunque sólo seáis dos. Es esencial. Lo digo con total seguridad: los grupos que lo hacen duran más que los que no. Y punto. Debes hacer las siguientes preguntas y ponerte de acuerdo con el resto en las respuestas.
¿Cuál es la función del grupo? ¿Qué espera lograr? ¿Quiere recuperar a sus hijos? ¿El centro comunitario? ¿La manzana? ¿La ciudad? ¿Caza por venganza? ¿Está reuniendo información? ¿Está consolando a los afligidos? ¿Qué métodos usa? Puede que no todos estén de acuerdo en cada punto, pero asegúrate de tener suficientes en común para continuar. Es mejor comprobar enseguida si alguien va a abandonar o no tiene estómago para esto.
¿Quién está a cargo? Debe escogerse a un jefe, alguien que tenga la última palabra. O dos si os sentís más cómodos. O cada miembro podría tomar la decisión definitiva en su área específica de experiencia: un líder del grupo, un líder de campo, alguien a cargo de las provisiones, seguridad, emergencias médicas, mantener a todo el mundo calmado, etc.
¿Cómo se toman las decisiones? ¿El líder da órdenes? ¿Todos votan? ¿Hay algún control o privilegio especial? ¿Tiene el líder capacidad de veto o voto de calidad? ¿Se sigue a la mayoría o debe haber unanimidad? ¿Cuántos tienen que estar presentes para que se lleve a cabo una votación? ¿Se funciona igual para resolver disputas?
¿Cómo se reparte el trabajo? ¿Quién presenta los puntos del día? ¿Quién prepara los planes? ¿Quién consigue qué armas? ¿Cuáles son los roles sobre el terreno? Sé honesto acerca de tus fortalezas y debilidades. No digas que puedes disparar un arma si no puedes. No mientas acerca de clavar una estaca en el corazón de un vampiro, porque cuando llegue el momento no podrás echarte atrás.
¿Dónde se reúne el grupo? ¿Dónde lo hace cuando se elabora un plan? ¿Y en una emergencia? ¿Y si se divide? Lo mejor es tener una respuesta para cada una. No se deben guardar suministros en un único punto. Establece lugares secundarios en caso de que el principal se vea comprometido.
¿Qué coartada se usará? ¿Qué se le cuenta a la policía? ¿Y a cualquiera que haga demasiadas preguntas? ¿Y si uno o más del grupo es arrestado? ¿Existe un fondo de emergencia o un abogado? ¿O cada uno se separa para evitar verse implicado? Y más importante…
¿Qué hacer si alguien del grupo queda comprometido? No debe ignorarse esto. Esta clase de problemas no resulta más fácil en ese momento. Hay que acordar un protocolo y ceñirse a él. ¿Qué pasa si controlan a alguien, o se vuelve adicto a la Sangre o lo convierten? Escríbelo como si fuera un testamento. ¿Quieres una muerte rápida? ¿Que quemen el cuerpo? ¿Que tu familia o amigos sepan qué te ha pasado? ¿Intentarás una rehabilitación o redención? Entre tú y yo, no recomiendo la rehabilitación ni la redención. Las he visto salir mal demasiadas veces, y nunca las he visto salir bien. Pero quizás tú seas el elegido…
Puntos en Común
Es necesario que algo mantenga unido al grupo más allá de que se conozcan sus miembros, ya se construya sobre relaciones, metas o el simple beneficio mutuo. No tiene por qué ser algo bonito: avaricia, competición y odio mutuo son el comienzo de muchas empresas.
Confianza: De lejos la más rara de las motivaciones, pero quizás la más valiosa. Es algo que se da entre familiares, amigos íntimos y miembros de la misma unidad de combate, un vínculo que no se romperá con facilidad. Alimentado por el amor o la comprensión profunda, cada uno dispuesto a dar su propia vida por los demás. Un padre y sus dos hijos vengando la pérdida de su madre. Supervivientes de un trauma. Víctimas en manos del mismo monstruo. Tus metas son inseparables de las de los demás.
Cooperación: Ésta es la versión menos íntima del punto anterior, pero con mucho la más común. Los vínculos son menos férreos y más forzados. Todos se benefician, pero las relaciones no son inviolables. Los compañeros son más colegas que camaradas. Aún pueden ser familia o amigos, pero nadie daría su vida por el loco del tío Mike. Quizás tengas hijos u otros vínculos fuera del grupo que sean más importantes. Quizás todos fueran unos extraños antes de que la caza los reuniese. Puede que llegue la confianza, pero, mientras tanto, la cooperación tendrá que valer.
Ideología: Algunos grupos se unen por una meta, aunque son indispensables otros vínculos, como compartir una filosofía inicial, por lo general basada en tendencias religiosas, políticas o sociales. Algunos quieren repartir absolución, otros buscar conversos y el resto erradicar a todos los enemigos del rebaño.
Interés local: El grupo puede compartir un área de preocupación, un vecindario o un campo profesional. No se busca tanto salvar el mundo como un recodo de él. Toma como ejemplo las asociaciones vecinales o los vigilantes de una ciudad que limpian sus calles de monstruos. Podrían ser simplemente un par de policías reuniendo las extrañas pistas que descubren en su turno o investigando los casos que se cerraron misteriosamente.
Tácticas de grupo
Debe establecerse la misión y qué metas son las principales. Determinar cómo alcanzarlas es lo siguiente. La caza no es simplemente matar; ésa es sólo la parte en la que yo soy mejor. Los cazadores pueden y deben aportar cualquier combinación de tácticas para cargar contra su presa.
Observar e informar: Curiosidad, reunir y extender información, o construir algo duradero. Imagina un comité de científicos que trata de responder cuestiones reales sobre su presa. He conocido a algunos chicos que crearon una revista underground para evitar y sobrevivir a ataques vampíricos. No estoy seguro de cuán en serio se lo tomaba la gente, pero ellos creen que están salvando vidas. Hay un grupo que se encuentra en Internet sólo mediante seudónimos o como quiera que los llames, reuniendo una base de datos de información conocida. Es como la Wikipedia de la lucha contra los no-muertos.
Células militarizadas: Algunos encuentran confort en la estructura, la disciplina y una cadena de mando. Muy comúnmente, estos grupos incluyen militares o exmilitares, equipos de especialistas o miembros del mismo cuerpo. No tiene por qué ser de forma oficial, como ocurre con los supervivientes, milicianos o cazadores deportivos convertidos en soldados. Algunos incluso se forman dentro de jerarquías criminales como la mafia, las bandas callejeras o los cárteles de la droga.
Red de contactos: Algunos grupos esgrimen la opinión pública y la presión social como un arma, usando la necesidad de secretismo de los vampiros directamente contra ellos. Políticos, activistas o abogados que quieren desenraizar a los parásitos del sistema (otros parásitos, al menos). Quizás tu red de contactos negocia pactos o llega a acuerdos en su lugar. Los grupos de apoyo o de supervivientes pueden estar más interesados en las víctimas que en los monstruos. Es un trabajo importante, así que odio menospreciarlo, pero prefiero las soluciones más permanentes.
Cazar como Grupo
Hasta un solo par adicional de ojos que vigilen tu espalda amplia las formas en las que podemos cazar. Lanza el anzuelo para que los vampiros traten de alimentarse de ti y que tu compañero pueda atacarlos por sorpresa. En un seguimiento, se cambia al rastreador cada par de bloques para evitar sospechas. Se dispara fuego cruzado o se confunde a la víctima al atacarla desde múltiples ángulos. Es importante dividir su atención para que así no pueda centrar en alguien sus Poderes. Una estaca en su corazón se vuelve mucho más posible cuanto más dividida esté la atención de la bestia. Esto abre otras posibilidades de matar, preservar o interrogar a la presa.
Cuantos más miembros tenga el grupo, mejor. Al menos, hasta cierto punto. Cuando tienes demasiados cazadores sin entrenamiento en un espacio pequeño con un vampiro, el riesgo de fuego amigo, de estorbarse unos a otros o de que alguno se vea comprometido aumenta. Entre tres y seis es lo ideal para una partida de caza. He oído de algunas más grandes, y he visto equipos de dos hombres que funcionan como una máquina bien engrasada. Estoy hablando de la media, y entre tres y seis es con lo que yo estoy cómodo. Lo más importante: los demás te confirman que no estás loco, son alguien con quien hablar de la mierda que has visto. La paz mental no tiene precio y el simple hecho de no estar tan solo en la noche es más valioso que el oro. Por supuesto, eso presumiendo que ni tú ni tu colección de paranoicos al límite se vuelvan unos contra otros e implosionen.
No Matarse Unos a Otros
No parezcas tan sorprendido. Empatada con los vampiros, la principal causa de muerte de los cazadores son otros cazadores. Tú estás pensando en matarme ahora mismo, en buena parte porque estás seguro de que voy a matarte. Eso es bastante común en un grupo de caza incluso cuando uno de nosotros no ha atado a otro a una silla. Es también la razón por la que te até a la silla. ¿Ves cómo funciona? Cuanto más tiempo juntos, más te atrapará el miedo, más aún si empezaste en solitario y te acostumbraste a confiar sólo en ti mismo. Al tiempo que un grupo reporta consuelo, también proporciona obligaciones. Los compañeros abren tus flancos. ¿Está todo el mundo en la misma onda? Veronica ha estado actuando más raro de lo habitual últimamente. Jerry es un poco blando. ¿Nos traicionará? Michael no ha estado tan consagrado a la caza desde que conoció a esa chica. Mierda puta, ella es uno de ellos. Tal vez.
La mínima sospecha se convierte en una jodida bocina en el fondo de tu cabeza. Comienzas a pensar en términos de a quién estás dispuesto a perder, a quién necesitas abatir antes de que todos terminen muertos. ¿Algo más? Todos ellos piensan de la misma jodida manera. Y al final, uno o más del grupo va a tener razón. Me crucé con una partida que no había cazado un solo vampiro antes de hacerse pedazos unos a otros. El enemigo ganó y ni siquiera sabía que ellos estaban jugando. No todos los grupos terminan disparándose a la cara antes de que los no-muertos tengan una oportunidad. Se puede organizar alguna clase de sistema de colegas o padrinos, reunirse de forma regular, hacer preguntas, ser curiosos. Y cuando alguien se resista a ello, recuérdale el jodido precio de estar equivocado. Aunque hayas reunido un grupo sólido, completamente ajustado y en el que la mayoría sobreviva la mayor parte del tiempo, aún estarás solo. Oh, tienes un puñado de gente que te entiende y, como he dicho, eso es más valioso que el oro. Pero en un sentido más amplio, como parte de una sociedad mayor, sigues estando jodido.
Solo en la Multitud
Aunque seas el cazador más exitoso en la historia de la caza de vampiros, no esperes reconocimiento. A pesar de todo tu buen trabajo, no hay nadie repartiendo medallas. Si te aproximas a alguien, puedes pensar que le estás haciendo un gran favor al retirar la venda de sus ojos. No te sorprendas si la resistencia que encuentras es mucho más intensa por parte de los supervivientes traumatizados que de los testigos sobrios. Tu más cercano confidente puede ver exactamente lo mismo que tú viste y distanciarse negándolo de forma irrefutable. Trata de no juzgarlo por su debilidad, incluso aunque te percates de que ya no puedes volver a confiar en él de nuevo.
Es peor cuando tratas de pedir ayuda a un superior o un consejero fiel. Ya sabes, “hacer lo correcto”. Cuanto más asciendes en la cadena, más probable será que te encuentres con influencia vampírica. Si no tienen en sus garras al jefe de policía, probablemente tengan al comisario o al alcalde. No llegan las respuestas a tus peticiones, y ahora saben tu nombre y tú no conoces los suyos. Cuando acumulas armas o buscas cosas raras en Internet, apareces en las listas de vigilancia. Cuando pasas el rato en clubs, dando sorbos a bebidas y buscando depredadores, puedes asustar a los no Dráculas y molestar a los empleados. ¿Al final rastreas a tu presa de vuelta hasta su refugio, sacas a sus Ghouls y quemas el lugar por completo? Al día siguiente podrían encerrarte por incendio provocado o asesinato. Podrías preguntarte, bueno, ¿es que no lo saben? ¿El Gobierno? ¿La Iglesia? ¿Alguien? Sí. Bueno, en parte sí. Hablemos sobre ello.
Las Grandes Ligas
Ahí fuera hay grupos de cazadores mayores y más organizados. Aunque eso podría sonar como la solución a todos nuestros problemas, en gran parte no ven más allá de sus narices con sus protocolos de club privado y es mejor evitarlos. Eh, si se presenta la oportunidad, únete a uno o dos y compruébalo tú mismo. Simplemente, no los lleves a casa. Lee sus libros, pero no te suscribas a su jodido boletín informativo.
Arcanum: Imagina a todos los profesores de literatura inglesa que te han adormecido alguna vez. Clónalos cien veces y tendrás la base de esta panda. Cazan sólo para saber y luego se lo guardan para ellos. Son libros con patas y, honestamente, preferiría cazar con el libro. Sí, aparente- mente su información es buena, y conozco un puñado de cazadores de orientación académica que tienen en un pedestal a esta colección de inútiles. No me malinterpretes, ser inteligente tiene su lugar en la caza y conozco a varios capullos efímeros que lo aprendieron por las malas, pero en algún momento necesitas hacer el otro trabajo duro y ahí es donde estos cerebritos fallan.
Inquisición: Sí, me has oído bien. Oficialmente, se autodenominan la Sociedad de Leonardo o alguna otra mierda oscura. Pero son el mismo montón de hijos de puta perdidos en el tiempo que quemaban brujas hace seiscientos años. Bromas aparte, cazan como alma que lleva el diablo, pero no tienen ni idea de dónde está el límite y, si me conocieses mejor, sabrías que eso es decir mucho. He oído que no tienen problema en liquidar a los que son como nosotros si no recibimos su aprobación. Si se presentan, trata de apartarlos de tu caso tan rápido como puedas.
Proyecto Crepúsculo: Conoces esas historias acerca de cómo los gobiernos lo saben todo y, simplemente, no lo dicen. Bueno, aparentemente eso no se aleja demasiado de la realidad. No todo el mundo está en el ajo. Ni tu cartero, ni el Ejército de Salvación y probablemente tampoco el presidente. Son espías gubernamentales con todos los fondos y la habilidad para hacerte desaparecer que podrías esperar, ya seas un vampiro o un machacavampiros sin afiliación que cae en la categoría de pérdidas aceptables.
El Otro Lado
Arcanum: Niños trastabillando en la oscuridad. Podríamos encender una vela para ellos, pero no les estaríamos haciendo ningún favor. En realidad no. El Arcanum no es un refugio para almas perdidas que apuñalan a ciegas en la noche. Reclutamos sólo a aquéllos con el conjunto de habilidades necesario y que tengan un determinado temperamento.
Sociedad de Leopoldo: Bienaventurados aquéllos que emprenden la lucha por la noche con nada más que un impulso y una antorcha. Algunos demuestran ser valiosos agentes de Dios, pero otros son soldaditos de plomo. Dales largas y encáralos hacia lugares a los que no nos hemos podido dedicar aún por falta de recursos. Si se llevan a uno o dos monstruos por delante, tanto mejor. Rezaremos una oración por sus almas.
Proyecto Crepúsculo: Algunos novatos piensan que deberíamos estar contentos por toda ayuda, sin importar que provenga de civiles. Lo dicen después de que prepares una operación durante seis meses sólo para que algún pueblerino lunático con un cuchillo pegado con cinta de embalar a una desbrozadora la comprometa. Se ven a sí mismos como, no sé, guerreros santos o la delgada y estúpida línea entre luz y oscuridad. Yo los veo como seis meses perdidos y un montón de papeleo.
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