Los elaborados cementerios con sus impresionantes tumbas y sus edificios anexos que pueden encontrarse en las ciudades de cierta importancia sirven como refugios ideales y lugares de investigación. La práctica común en algunas zonas de emplear cadáveres para el estudio médico es otro de sus atractivos. Sin embargo en algunos pueblos los cadáveres se consideran inviolables, y si alguna vez detectan los abusos en los cuerpos que conllevan las investigaciones del Qabilat al-Mawt, es probable que sus miembros tengan que enfrentarse a represalias tanto de mortales como de los Ashirra, encolerizados por la profanación de los cadáveres. Gran parte del bay't está asentado en Asia Menor y sus alrededores, en donde han fundado refugios remotos para experimentar con cadáveres particularmente interesantes casi sin riesgo de ser descubiertos. El material de investigación empleado en estos puestos avanzados suele obtenerse de las tribus nómadas, gracias a su costumbre de enterrar a sus muertos en tumbas poco profundas y fáciles de saquear.
Según algunos antiguos, el fundador del clan (conocido como Capadocio para los Franj y Abu Lazar para los Cainitas musulmanes) planea diabolizar a Dios y sustituirle como gobernante del cielo. No es un plan del que haga gala ostensiblemente el bay't. Los pertenecientes al clan que se relacionan con los Ashirra, porque sólo se puede decir que unos pocos sean realmente miembros, procuran acallar esta leyenda en el mayor grado posible. Algunos miembros del Qabilat al-Mawtque han adoptado la fe islámica se oponen activamente al plan, pero en general el bay't piensa del Islam a grandes rasgos lo mismo que de otras religiones: que es una buena fuente de información en potencia. Pocos del Qabilat al-Mawt son verdaderos creyentes en las enseñanzas de Muhammad, aunque muchos (para poder acceder a su sabiduría) afirman serlo. Muy pocos de los miembros del bay't que habitan la región son genuinos cristianos, y les superan en número los musulmanes.
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