Responder por qué hacer esto es un buen comienzo. Es importante. Pero no lo es todo. Aún es necesaria la clase correcta de persona para hacerlo. Millones de personas son víctimas de crímenes, pero no todo el mundo se convierte en el jodido Van Helsing. Los ataques de vampiros son una nocturna realidad ahí fuera. ¿Cómo es que no están en las noticias? No puedes simplemente encubrirlo. No importa lo bien que te hagan sentir o cuántas memorias puedan alterar, debería haber más de nosotros. Así que, ¿por qué no los hay? ¿Cómo es que nadie está indignado? Porque nadie lo admite en voz alta. Van a casa, duermen y olvidan. No todo el mundo quiere creerlo. Nadie quiere ser una víctima.
Nadie salvo tú y yo y el resto de la delgada línea negra. No podemos dejarlo pasar. No podemos olvidar. Tendrás que descubrir tus propias razones por ti mismo. Es un asunto de grados. No hay dos personas que reaccionen de la misma forma. Aun así, tengo un puñado de amplias categorías en las que parecemos encajar la mayoría de nosotros de una forma u otra. Te daré algunos ejemplos. Algunas ideas de a quiénes podrías encontrarte ahí fuera. Quizás te ayudará a sentirte menos solo. Puede que te den una idea de quién quieres ser. O de quién no. Eso podría ser importante.
• El desesperado: Eres el único que lo sabe. Estás solo. Has visto demasiado. Sabes demasiado. Saben quién eres. Se llevaron a tu hijo. Te encerraron. Se está acabando el tiempo. Los desesperados contraatacan por miedo. Todos lo hacemos porque debemos hacerlo, pero a ti nunca te dieron opción. Te obligaron. Tomaron lo que era tuyo o vinieron a por ti por lo que habías visto o dicho. Puede que ni siquiera sepas por qué vinieron. Puede que ni haya una razón. Simplemente, estabas en el lugar equivocado en el momento equivocado. Te arrinconaron, puede que literalmente, y sólo tuviste una opción. Punto final.
Ejemplos: Ratón acorralado, entrometido de barrio, único superviviente, soplón, paranoico.
• El decidido: Estás dispuesto a hace cualquier sacrificio para ver triunfar tu causa. El precio por fallar es demasiado alto. Los milicianos contra el gobierno saben que en las sombras hay más que dinero. O una madre que rechaza perdera sus hijos a manos de la mierda vampírica que los esclaviza. Puede que seas un adicto a los clubes que recuerda el Beso y necesita sentirlo de nuevo. Los decididos luchan porque no pueden no luchar. Son distintos a los desesperados porque no están esperando que la amenaza vaya a ellos ni corren contra el tiempo. Dan pasos medidos, acechan a su presa, planean su ataque y queman la puta casa hasta los cimientos.
Ejemplos: Superviviente, teórico de la conspiración, cruzado, alguien que busca llamar la atención.
• El desacreditado: Nadie te escuchará de nuevo. «Aúlla a la Luna», dicen. «Se asusta de su propia sombra». Al final, esto nos pasa a la mayoría de nosotros, pero estoy hablando de esos pobres cabrones atrapados en alguna parte del sistema. Cazadores que tenían credibilidad que perder y la perdieron. Un reportero que no podía dejarlo pasar y ahora nadie lo contratará. Un policía, tal vez, o un soldado que vio alguna mierda y al que le dijeron «No, no viste nada». Un celador en un psiquiátrico que deja que los vampiros se alimenten de los pacientes con menos posibilidades de recuperarse. Los desacreditados luchan por recuperar sus vidas. Por reivindicación. Puede que uno hiciera lo correcto y acudiese a la cadena de mando sólo para descubrir que su jefe estaba bajo el hechizo del monstruo. Puede que otro nunca descubriese cómo pasar desapercibido y mantener la boca cerrada. Fuera lo que fuese, lo perdió todo, y lo quiere de vuelta (o al menos tanto como pueda).
Ejemplos: Detective, militar, académico, reportero, doctor, psiquiatra.
• El desposeído: No existes. Al menos no hay nadie que lo admita. Los vampiros medran en lugares olvidados donde no se echa de menos a nadie. La madre de barriada que sabe que no fueron las bandas las que mataron a esos chicos. El vagabundo que sabe por qué ya nadie va bajo el puente. El traficante de drogas que no quiere que nadie se aproveche de su barrio salvo él. La colegiala que trabaja de voluntaria en un comedor social y se percata de que el hambre no es lo único que anda mal con esa gente. No tienes que ser uno de los olvidados para luchar por ellos, pero buena suerte si esperas conseguir que alguien más se preocupe. Los desposeídos luchan porque nadie más luchará por ellos. La policía no va a ese vecindario. Nadie cree a un indigente borracho. La ciudad dice que investigará por qué los niños enferman en ese orfanato, pero nunca lo hace.
Ejemplos: Veterano sin techo, asistente social, okupa, puta callejera, voluntario en la iglesia.
• El diferente: No eres como los demás. No como el chico sombrío de la esquina con pintalabios negro. Puede que él también lo sea, pero yo me refiero a realmente diferente. Una chica que sabe cuándo van a pasar cosas realmente malas. Un hombre que tiene dolores de cabeza justo antes de que las cosas estallen en llamas. Un niño que ve gente muerta. Veo que pones caras. No importa si crees en ello o no. Ellos sí creen. Lo que es más, muchos de ellos necesitan usar sus dones, maldiciones, delirios o lo que sea para hacer algo. O tendrán que admitir que están tan locos como parecen. Los diferentes luchan porque no tienen otro lugar en el mundo. Puede que si hacen un favor más las voces los dejen descansar. También puede que usen su poder para dañar a aquéllos que lo merecen. O que algunos quieran convertirse en mártires.
Ejemplos: Alma embrujada, clarividente, solitario, autista, justiciero.
• El demente: No es que los vampiros tengan precisamente el monopolio de ser monstruos. Joder, algunos de sus peores rasgos son los más humanos. Así que, ¿qué pasa cuando sus monstruos se encuentran con nuestros monstruos? Un caporegime (una especie de teniente de la mafia) investigando quién está entrometiéndose en el territorio del jefe sólo para descubrir al Conde Orlok. Un asesino en serie cuyas víctimas son las criaturas de la noche. ¿Has visto alguna vez esa serie sobre un asesino en serie que es un policía? Algo así. Un Ghoul adicto a la Sangre y que ahora caza por conseguir una dosis. O algún imbécil enfermo que se queda sin moscas a las que arrancar las alas y sin vagabundos a los que prender fuego y al que le gusta la forma en la que los vampiros se curan una y otra vez, proporcionándole un lienzo en blanco en cada ocasión. Los dementes luchan porque ya están en las sombras y no les gusta la compañía… o la competencia.
Ejemplos: Asesino en serie, adicto a la sangre, lunático, skinhead, sectario, sádico.
• Las excepciones a toda regla: Esos somos nosotros en pocas palabras. No todos nosotros, obviamente. Tienes algunos desesperados que se convierten en decididos antes de transformarse en desposeídos y finalmente en dementes. A veces, los diferentes en realidad son dementes y viceversa. Mézclalos. He visto todos los tipos, para algunos ni siquiera hay una palabra conveniente que empiece por “d”. Mierda, eso era un chiste. Probablemente no estás de humor para chistes. Lo siento. Bien, hemos hablado del por qué y del quién. Pasemos al cómo.
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