En el cinturón bíblico de los Estados Unidos se les conoce a veces como "Soldados de Dios".
Los Vengadores están consagrados a saldar cuentas. El mal debe ser castigado. El compromiso no es una opción.
Si no existe retribución inmediata y terrible para los culpables, la vida es poco más que miedo y terror y una infundada esperanza de salvación. No importa si la venganza no resulta agradable, conveniente o segura: es esencial. El objetivo principal de los Vengadores es atacar y destruir. La mejor defensa es un poderoso ataque. Algunas veces ocurren reveses o errores y la gente equivocada sale herida, pero ese es el precio que debe pagarse si se aspira a limpiar la Tierra.
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