Para quienes no solían visitar el paseo marítimo (amantes, corredores, insomnes) aparentaba ser un hijo preocupado, ofreciéndose a cargar con la mochila de su padre. Para quienes lo frecuentaban, en cambio, parecía una venta de drogas. Ambas impresiones eran al mismo tiempo correctas y al mismo tiempo estaban alejadas de la verdad. "¡Jesús, esto pesa una tonelada!". Marshal vaciló bajo el inesperado peso. "Las puntas explosivas son pesadas como el plomo, pero con ellas las 45 no disparan agua, precisamente". El tipo gordo suspiró una última vez. "Si hubiera tenido un par de días más, podría haberte conseguido Cassuls pero... Demonios, ya sé que no es asunto mío, Marsh, pero ¿a dónde te vas con tanta prisa?". "A San Francisco". "Ah. No te olvides de ponerte unas flores en el pelo". "Así lo haré. Gracias". Marshall se despidió, juntó las manos y regresó a su coche.
Las calles pueden proporcionar abundantes recompensas a aquellos que hablan su lenguaje o pueden pagar con su moneda. Tu personaje es capaz de pasar desapercibido en el ambiente local, localizar el mercado negro, reunir rumores y permanecer alejado de los problemas... la mayoría del tiempo. Las costumbres cambian de una a otra urbe; podría tener alguna desventaja lejos de su ciudad natal.
• Novato: no eres la primera víctima que elegirán los chorizos y ladrones de bolsos.
•• Practicante: tienes una reputación.
••• Competente: los delincuentes te toleran y aceptan... y hasta podrían quererte.
•••• Experto: te resulta fácil tomarle el pulso a una ciudad.
••••• Maestro: tú eres el pulso de la ciudad.
Poseído por: Pandilleros, Mendigos, Policías, Periodistas, Delincuentes.
Especialidades: Una Ciudad Específica, Territorios, Contrabando, Comunicaciones, Rumores, Pandillas.
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