Las niñas araña, las tejedoras de Itagua y Asunción, habían levantado un sudario de encaje alrededor de la tierra (una "cortina lapacho"), donde los experimentos habían vuelto a comenzar. Como descubriría durante mi breve instancia, el Infierno no murió en 1945. Simplemente aprendió a hablar guaraní.
Dictadora11 me ha encomendado a mi (Constructor50) la tarea de escribir esta sección, dada mi larga experiencia con el tema en cuestión.
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