Los Brujah son guerreros, pero siempre guerreros por
una causa. El fiero calor de la pasión arde dentro de
sus pechos fríos y muertos y les lleva a convertirse en
paladines de causas que creen que pueden enderezar
el mundo.
Cuando Caín mató a su hermano, apartó al
mundo de su curso previsto, el horror en el que
se ha convertido debe ser corregido, y los Brujah piensan hacer justo eso. Cada miembro del
clan tiene su propia visión de la forma que el
mundo debería tener, y se afana en lograr que
esa visión se convierta en realidad mediante
la persuasión, la manipulación y la fuerza de
las armas.
En las noches más tempranas, la pasión
no era un rasgo de los Brujah. De hecho el
fundador del clan, Troile, en realidad fue
Abrazado por su serena sabiduría. Su capacidad de evaluar las virtudes de una idea sin
implicarse emocionalmente era apreciada por
su sire y Caín. No obstante, durante los largos
años alejado del sol se volvió cada vez más
distante, tanto de los humanos de la primera ciudad como de sus propios chiquillos. Las
pocas emociones que le quedaban se atrofiaron
completamente. A la vez que desarrollaba teorías,
sus experimentos para comprobarlos se hicieron
cada vez más crueles. Utilizaba y sacrificaba a los vivos y a los
condenados, solo para satisfacer un capricho ocioso.
Uno de sus chiquillos, cuyo nombre se ha perdido en el
tiempo, no pudo aguantar más tiempo sin hacer nada ante esta
crueldad. Soñaba con un mundo en el que los humanos y los Cainitas tuvieran al menos un acuerdo. Aun entonces, pensaba que
la paz auténtica era demasiado pedir. Trató de convencer a su
sire de que abandonara su comportamiento brutal. El arrogante
rechazo de los argumentos del chiquillo de Troile llevó al chiquillo al mismo borde del frenesí, y se arrojó sobre su sire. Falto
de práctica en el combate cuerpo a cuerpo desde hacía mucho
tiempo, Troile acabó cayendo bajo los puños y los colmillos de
su chiquillo. Una vez que probó la sangre de su sire, el arribista
fue incapaz de parar de beber. En minutos, Troile dejó de existir.
De las sombras salió el mismo Caín con su semblante ensombrecido por la furia.
“Nunca antes uno de mi progenie ha bebido la mismísima
alma de otro. Te maldigo para que aspires siempre a la sabiduría
de tu sire, pero también a que seas presa de la misma furia que te
llevó a este acto diabólico”.
El chiquillo tomó el nombre del sire y su puesto entre los de
la tercera generación. Asumió la carga de la maldición de Caín,
pero también se esforzó hacia su propia visión de un mundo mejor. Su pasión pareció extenderse como el fuego por la línea de
sus chiquillos, y al principio se regocijó con su celo de cruzados
mientras trabajaban para hacer del mundo un lugar mejor.
En la ciudad de Cartago, Troile (el joven) y sus chiquillos
trabajaron para establecer lo que habían soñado en tiempos anteriores: una sociedad en la que mortales y Cainitas coexistieran en beneficio mutuo. Pero una y otra vez vio a aquellos de
su clan empezar a repetir sus errores y sucumbir
a su ira. Desesperanzado, abandonó la ciudad y
nunca más fue visto. Cartago cayó lejos de ese
ideal, hasta que incluso algunos de los adoradores
de demonios Baali fueron acogidos dentro de sus
murallas. Pronto, los otros clanes actuaron bajo
la guía de los Ventrue romanos para destruir esta
abominación.
Los Brujah han luchado para mejorar el
mundo desde entonces, pero el fracaso de su
gran experimento ha hecho que su sangre
hierva aún más. A medida que pasan los siglos,
el mundo parece apartarse aun más de lo que
debería ser. Mientras las filosofías, religiones
e ideas del ganado se multiplican y proliferan, el clan está cada vez más dividido sobre
qué debería hacerse para arreglar el mundo; e
incluso acerca de cómo debería ser ese mundo.
Muchos de los miembros más jóvenes del
clan ya no acatan la sabiduría de sus antiguos.
Su sangre les llama a hacer algo ahora, no mirar y observar durante algunos siglos hasta los
patrones de la sociedad se manifiesten. Los antiguos se tan a menear la cabeza y recordar los
sueños poco medita su propia juventud.
Algunos Brujah siguen las grandes filosofías
y religiones del pasado mientras que otros adoptan
nuevos credos e ideales con igual vigor y se convencen a sí mismos de que la salvación del mundo caído reside en ellos. Algunos
incluso saltan de idea en idea en búsqueda de una que encienda
su imaginación y les conduzca a un mundo mejor. Todos ellos
persiguen sus ideales con un vigor y una dedicación que haría
avergonzarse a un endurecido cruzado.
Remoquete: Celotes.
Apariencia: Los Brujah siempre han escogido a sus chiquillos de entre los mejores de
la humanidad, así que la
mayoría son fuertes, bien
constituidos e imponentes. No obstante, tienden
hacia el ideal atlético, en vez
de simples nociones transitorias de belleza: Por ejemplo,
las mujeres son impactantes más
que bellas. La adopción por el
clan de filosofías mortales e ideas,
y su dedicación a ellos, mantiene a
los Brujah en contacto con la moda
mortal, y muchos visten forma que
coincida con la del área local. La mayoría tienden a ser pulcros en extremo
en el vestir, como si la perfección del
atuendo pudiera ayudar en su búsqueda
de la perfección en el mundo.
Refugio y presas: Casi sin excepciones, los Brujah eligen vivir entre el
bullicio de la humanidad, habitualmente
en una ciudad o pueblo ajetreado. Escogen lugares donde moran los pensadores o
creyentes excepcionales. A menudo sire y
chiquillo comparten el mismo refugio, con el
sire sometiendo al retoño a largos períodos de enseñanza y entretenimiento físico. En los últimos
años, pequeños grupos de Cainitas jóvenes con
creencias similares han creado refugios comunales.
La mayoría hacen presa en los bobos, los débiles, los
ignorantes o aquellos que eligen oponerse a la idea a la
que el vampiro se adhiere. Los tontos deberían realizar
algún pequeño servicio, incluso si no pueden ver la luz.
El Abrazo: Los Brujah buscan tres cualidades en
los reclutas: dedicación a una causa, la inteligencia para
comprender esa causa, y la pasión necesaria para hacerla
realidad. La mayoría escogen a sus chiquillos de entre los
escalones más altos de la sociedad, suponiendo que los más
capaces pueden ser encontrados entre sus filas. No obstante un número pequeño pero significativo del clan, fueron
de baja cuna en vida pero mostraron suficiente motivación, creencia y espíritu para atraer la atención de un
Celote no muerto.
Creación de personaje: La mayoría del clan toma
los atributos Físicos o mentales como su grupo primario.
Los miembros más jóvenes del clan es
algo más probable que tengan los Atributos Físicos como su elección primaria. Los
atributos Sociales casi siempre quedan en un
pobre tercer lugar. Sus comportamientos son a
menudo fríos y reservados, pero todos tienen Naturalezas que son apasionadas, incluso agresivas. La mayoría tienen un equilibrio entre Habilidades marciales y conocimientos. Los Abrazados hace poco a veces
tienen Talentos como su grupo primario, ya que sus sires planean
moldear el desarrollo de chiquillos prometedores de modo que lleguen a adherirse a los ideales correctos. La mayor parte del clan
puede ser encontrado cabalgando por el Camino de la Humanidad, el Camino del Cielo o incluso el Camino de los Reyes.
Disciplinas de Clan: Celeridad, Potencia y Presencia.
Debilidades: Debido a la maldición de Caín sobre el primero en cometer diablerie, la furia del fundador del clan corre por
las venas de todos los Brujah: sus temperamentos siempre están
cerca de salir a la superficie, lo que les hace aún más propensos al
frenesí que otros Cainitas. La dificultad de la tirada para resistir
el frenesí de un Brujah es siempre dos más que el número listado.
Organización: Los Brujah han hallado
tantos ideales distintos que seguir en el
mundo Medieval Oscuro que encuentran cada vez más difícil trabajar juntos. A menudo un sire y su retoño
permanecen juntos durante algunos
años, con el chiquillo actuando
como un aprendiz de su sire. El
chiquillo suele encontrar
su propia causa y parte
solo para dedicarse a
ella dondequiera que
mejor le parezca, en
vez de esperar a ser
liberado formalmente. En algunas ciudades importantes, grupos
de Brujah
se reúnen cada
pocos años en
grandes concilios
en el que cada cual
expone su visión del
mundo y el papel del clan
dentro de ella. A veces se
logran grandes cosas en
estos concilios, y un grande y apasionado orador se
gana a muchos de sus compañeros para una causa particular.
Sin embargo, los más de las veces
se convierten en maniobras durante
una semana perdidos en debates circulares y conflictos
abiertos.
Cita: Con la sabiduría de unos pocos años
más a cuestas, serás capaz
de ver por qué lo que propones
es erróneo. Creo de verdad que
mi forma de afrontar este reto conseguirá los mejores resultados para todos
nosotros.
Estereotipos:
• Los Altos Clanes: Se aferran a algunos ideales, cierto.
Aunque muchas veces esos ideales son egoístas y no logran
nada más que el provecho de un solo Cainita a expensas de
sus compañeros y del mismo mundo.
• Los Bajos Clanes: Algunos son zoquetes indignos de
nuestra atención y del esfuerzo necesario para desdeñarlos. Unos pocos traen ideas nuevas que haríamos bien en
examinar.
• Lasombra: Estos que acechan las sombras son como
todos los males del mundo encerrados en cadáver animado.
• Malkavian: Mientras que la sabiduría nos lleva a la
ira, la percepción lleva a los hijos de Malkav a la locura.
Puedes aprender mucho de ellos, mientras tengas cautela.
• Toreador: Como nosotros, buscan la sabiduría en las
obras de los hombres. A diferencia de nosotros, parecen no
hallar más que distracciones y juegos.
• Ventrue: Los odiamos por poner fin a nuestra mayor
oportunidad de enmendar este mundo. Nos compadecemos de ellos, pues son incapaces de hacer otra cosa que
afianzar el orden establecido.
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