San Michele es, sin duda, el corazón y el alma de
la Sociedad de Leopoldo. Ha sido el cuartel general
de la Sociedad desde 1486, albergando la colección de
reliquias de la Sociedad, su magnífica biblioteca y la
tumba de Leopoldo de Murnau. Aproximadamente a
media hora por carretera del Vaticano, San Michele
ha sido un lugar de retiro y encuentro para cientos de
Inquisidores, manteniéndose como un inviolable santuario para las fuerzas de las tinieblas.
El mismo terreno sobre el que se alza ahora mismo San Michele es rico en historia religiosa.
Antes de
la construcción del monasterio, se sabe del emplazamiento que era el hogar de un culto etrusco, después
un culto romano poco conocido que desapareció alrededor del nacimiento de Jesús. Por tanto, era el lugar
de un culto mitraista (cuyo templo se rumorea que
existe todavía bajo los cimientos de San Michele). No
hay pruebas de cultos anteriores a los etruscos.
El lugar quedó abandonado durante unos 100
años, hasta que Antonius, el soldado romano fundador
de la Orden de San Miguel, comenzó la construcción
de una basílica en honor al arcángel en el año 413. La
basílica era sólo parte de una estructura mucho mayor,
incluyendo jardines, claustros, y varios edificios exteriores diseñados para mantener a toda la comunidad
religiosa. Antonius procedía de una familia acomodada, y su proyecto tuvo una cierta importancia. Dirigió
la construcción de la basílica y las estructuras del entorno; gran parte del edificio traiciona su herencia militar. Aunque desde el exterior la estructura parece un
edificio sencillo y de materiales sobrios, el interior es
una obra maestra de artesanía.
El monasterio y la basílica son excelsos ejemplos de la arquitectura cristiana,
pero incluso ellos fueron modificados poco a poco con
el paso del tiempo.
La Orden de San Miguel fue perdiendo popularidad poco a poco, y en el siglo XV no tenía ya más de
una docena de miembros. En 1488, cuando el Papa
reorganizó y reforzó la Sociedad de Leopoldo, fueron
estudiadas varias posibles ubicaciones para la misma.
El monasterio, que por aquel entonces albergaba sólo
a diez monjes, fue considerado la mejor elección para
la revitalizada Sociedad. La Orden de San Miguel fue
absorbida por la Sociedad de Leopoldo, que se instaló
definitivamente en San Michele.
La estructura es grande y está bien protegida: su
claustro, basílica, numerosos edificios anexos y jardines están ocultos tras gruesos muros; no se puede ver
mucho por encima de ellos, excepto los pisos superiores de los edificios más altos, y la estatua de San Miguel
Arcángel que corona la basílica. Arquitectónicamente, la estructura atravesó diversas fases, y hay reformas
bizantinas, góticas, renacentistas e incluso barrocas.
Lugares Notables en San Michele
Atravesar las puertas de San Michele es entrar en
el pasado, donde un atestado jardín ornamental barroco se mezcla con amenazadoras canterías bizantinas y
delicadas estatuas del Renacimiento. La presencia de
coches que recorren en silencio los antiguos caminos
pavimentados no destruye la ilusión... son los automóviles los que parecen una ilusión, anacrónicos mecanismos introducidos vagamente en la eternidad de la
Ciudad Santa.
Entre los muchos edificios dentro de los muros de
San Michele, hay algunos que destacan especialmente;
la basílica, el aedificium y los claustros. Otros edificios,
más pequeños y menos importantes, han sido construidos o reconstruidos a lo largo de los siglos. Incluyendo
establos, garajes, residencias para el servicio, etc. Las
medidas de seguridad son numerosas en San Michele,
incluyendo vigilancia electrónica y guardias armados
cortesía de los Condotieri.
Los muros del monasterio miden unos 7’5 metros
de alto; aunque no fueron diseñados para rechazar un
ataque militar, no es fácil pasar por encima de ellos.
Fueron erigidos para asegurar la intimidad frente al
mundo seglar, y una cierta protección. La única entrada es a través de la puerta principal, normalmente
custodiada en todo momento por dos lanzas de Condotieri.
El
Aedificium
Esta importante estructura alberga las oficinas
administrativas de la Sociedad, incluyendo las cámaras y despachos oficiales del Inquisidor General, el
Mayordomo (responsable del mantenimiento de San
Michele), el Oficio censor, el Condotiere General y
otros administradores menos importantes. Además se
encuentran aquí el Relicario y la Biblioteca de la Sociedad.
La Biblioteca
La Biblioteca de la Sociedad de Leopoldo es una
de las mayores y más impresionantes colecciones de
ocultismo del mundo. Sus comienzos datan de la biblioteca de San Michele, con la fundación de los Micaelitas, concentrados en lo oculto, lo sobrenatural, la
demonología y la magia. Esta venerable colección pasó
a manos de la Sociedad al tomar posesión del monasterio. Las colecciones de diversos Inquisidores se unieron también a la biblioteca, de forma que al centralizar
sus fondos, la Sociedad pudo adoptar una política de
adquisición seria y sistemática. Los Inquisidores se han
esforzado por restaurar viejos y nuevos tomos ocultistas. Una de las pocas librerías mortales que pueden
igualar en extensión y profundidad a la de la Sociedad
de Leopoldo es la del Arcanum, que tiene sólo un siglo
de edad... un impresionante logro para el Arcanum.
Pocos Inquisidores llegan a ver algo de la Biblioteca aparte de la sala principal de lectura, llena de mesas
y sillas, escritorios y gabinetes de estudio.
Los únicos
libros disponibles en esta sala son enciclopedias, obras
de lingüística, diccionarios, y otros materiales básicos
de consulta. Las oficinas del bibliotecario y sus ayudantes se encuentran junto a la sala de lectura, así como
varias pequeñas habitaciones privadas para lecturas o
reuniones.
El resto de la biblioteca, raramente visto por otros
que no sean el bibliotecario o sus ayudantes, incluye
los depósitos de libros, la bóveda de las colecciones
especiales (que alberga muchos de los tomos más antiguos), y la bóveda de seguridad que contiene el Corpus
Maleficarum.
Todas las salas han sido modernizadas
para la conservación de los libros y manuscritos.
Cualquier miembro de la Sociedad de Leopoldo
tiene acceso a la biblioteca y su colección general,
pero es necesario el permiso del Bibliotecario o del
Inquisidor General para acceder al Corpus Maleficarum. Algunas obras del Corpus han sido reproducidas
para facilitar su uso a los Inquisidores. No obstante,
el contenido completo del Corpus Maleficarum es tan
secreto que ni siguiera su catálogo y su índice están en
la oficina del Bibliotecario. Suele haber un Condotiere
de guardia.
El Gran Relicario
El Gran Relicario es una espaciosa bóveda (con
ambiente e iluminación regulables), que alberga las
numerosas reliquias de la Sociedad. Hay una antecámara utilizada para las exhibiciones ocasionales. La
oficina del custodio se encuentra adyacente a la antecámara.
Hay al menos una lanza de Condotieri de guardia
en el Relicario en todo momento.
La Basílica
La Basílica es el lugar principal de culto tras los
muros de San Michele. Es una elaborada estructura de
estilos arquitectónicos en contraste, desde mosaicos
del siglo V hasta filigrana barroca. Con todo, resulta
una visión muy inspiradora. La basílica está abierta a
todas horas, y las misas se celebran a las 7 a.m. y al
crepúsculo, y tres veces los domingos.
El nivel más bajo contiene varias capillas más pequeñas, usualmente dedicadas al culto privado, así
como la tumba de Leopoldo y la entrada al osario.
La basílica no es el único lugar de culto; el aedificium contiene dos capillas (incluyendo una privada
para el Inquisidor General). El dormitorio y alguno de
los edificios anexos más grandes tienen también al menos una pequeña capilla.
La Tumba de Leopoldo
Leopoldo de Murnau está enterrado aquí, en una
pequeña capilla decorada con murales sobre su vida.
La losa es una efigie de mármol de Leopoldo en reposo,
sus manos aferrando una sencilla cruz sobre el pecho.
La cúpula de la capilla muestra un fresco de Leopoldo
ascendiendo a los cielos, rodeado de santos y ángeles.
El Osario
El Osario es el lugar de enterramiento de Inquisidores del pasado. Era originalmente una red de catacumbas paleocristianas; con la construcción del
monasterio, se convirtió en el último reposo de los
Micaelitas fallecidos. Finalmente acabó siendo un cementerio para Inquisidores que no hubiesen establecido disposiciones previas.
El osario es un extenso laberinto de túneles toscamente labrados. Las paredes están llenas de loculi, algunas de ellos abiertos y otros sellados. No es raro que
haya huesos de muertos sin identificar descansando en
un rincón del loculus. Cuando los Micaelitas eran enterrados, sus huesos eran simplemente depositados en
un loculus abierto.
La Sociedad sella los loculi de los Inquisidores fallecidos, poniendo una pequeña placa para identificar
los restos.
Los Hijos de Tertuliano, un subgrupo de la Sociedad que se centra en los fantasmas y wraiths, afirma
que el Manto entre los vivos y los muertos es muy tenue en el osario. Si esto es cierto, o sólo se trata de más
paranoia Tertuliana, está aún por demostrar.
Aunque la entrada principal al osario es desde la
basílica, también hay una pequeña entrada que desciende desde los jardines, y que normalmente se encuentra cerrada con llave. También se rumorea que
hay otras entradas ocultas desde los claustros y el aedificium. Los túneles del osario recorren todo el subsuelo
de San Michele.
Los Claustros
Son el gran edificio de piedra de tres plantas donde
viven los Inquisidores residentes. Puede albergar hasta 200 Inquisidores de forma espartana, pero los casi
300 que residen actualmente aquí, lo hacen en un entorno más confortable. Los Claustros disponen de dos
cocinas, un refectorio principal y tres comedores más
pequeños. La planta baja de los claustros contiene una
gran capilla, normalmente para devociones privadas,
y aparte hay otras dos más pequeñas en los pisos superiores.
Otros Lugares
• La Loggia: Este minipalazzo renacentista es la residencia privada de Monseñor Amelio Carpaccio, el
actual Inquisidor General, y su servicio doméstico. Se
encuentra cerca de los jardines y siempre hay una lanza de Condotieri haciendo guardia.
• Los Jardines: El centro San Michele es un jardín
ornamental de fuentes y lechos de flores que ha demostrado ser muy popular para dar largos paseos de
carácter contemplativo.
• Enfermería: Originalmente el balneario (casa de
baños), este edificio alberga ahora la pequeña enfermería e instalaciones médicas de la Sociedad. Su personal cuida de la salud general de los Inquisidores que
viven en San Michele. La Hermandad de Santa Clara se ocupa de la enfermería dirigida por un “físico al
cargo”: una Hermana de Santa Clara que es también
doctora en medicina.
• El Dormitorio: Este edificio ha sido el hogar de
los Condotieri desde el siglo XVI, cuando se fundó su
organización. Puede albergar hasta a 100 de ellos, pero
actualmente sólo hay 25. Contiene además las habitaciones privadas del Condotiere General, el armero de
San Michele, y desde la década de los 60, una galería
de tiro y un gimnasio. Aunque estas dos instalaciones
están abiertas para cualquier miembro de la Sociedad,
suelen ser usadas sobre todo por los Condotieri.
Hay otros edificios de menor tamaño, garajes, talleres, etc.
Seguridad
El complejo entero está fuertemente protegido por
diversos medios. Además de los Condotieri armados
y los Inquisidores residentes en el monasterio, hay un
sistema de vigilancia electrónica casi imposible de sortear.
San Michele tiene una elevada puntuación de
Fe Verdadera, (puedes encontrar más detalles sobre
la Fe y el Terreno Sagrado en el Capítulo Cuatro). El
emplazamiento mismo ha sido siempre el escenario de
gran actividad religiosa. Esto, combinado con la red de
túneles del osario, la basílica, las numerosas capillas,
y el celo y fervor de los Inquisidores residentes, hace
que San Michele irradie literalmente Fe Verdadera. La
puntuación varía según el lugar:
Lugar Fe
Osario 8
Basílica 7
Capillas 5
Resto 4
La larga historia religiosa del lugar muestra que es
rica en númenes. La presencia de la Sociedad no es
una coincidencia.
Se cree que también hay varias protecciones Teúrgicas en San Michele, pero ni el Inquisidor General,
ni la Fraternidad de Albertus están dispuestos a confirmarlo.
Mitraísmo
El mitraísmo es una religión de misterio que
se desarrolló más o menos a la vez que el cristianismo, demostrando ser una poderosa rival: en el
siglo II había llegado incluso a Britania. Mitra era
un dios guerrero, preservador de la ley y el orden,
y los adoradores eran exclusivamente hombres. El
mitraísmo era popular entre los soldados romanos.
Los elementos comunes del mitraísmo eran
una creencia en la resurrección, garantizada por
adorar a Mitra, y la comunión del pan y vino. El
templo, o mithraeum, era por lo general una estructura subterránea.
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