La Naturaleza de los Espíritus
Para la gente normal, todos los espíritus, incluyendo a los fantasmas, los poltergeist y las posesiones, son invisibles e incorpóreos, lo que significa que los objetos físicos pasan a través de ellos como si fuesen meras proyecciones. A la inversa, los espíritus pueden pasar a través de los objetos físicos. Cualquiera de estas actividades les supone un coste: en cualquier escena en la que un espíritu pase a través de un objeto u obstáculo del "mundo real" (una pared, por ejemplo) o alguna cosa o persona lo atraviese o penetre en su interior (un auto, un arma o una mano) debe gastar un punto de Fuerza de Voluntad. A los espíritus les disgusta la sensación, así que tratan de evitar tales colisiones siempre que les es posible. Ten en cuenta que el espíritu sólo debe gastar un punto de Fuerza de Voluntad por escena; en adelante puede atravesar cualquier cosa física (o viceversa) sin penalizaciones.
Un cazador que emplee la segunda visión o las facultades correspondientes percibe a los espíritus con tanta facilidad como si fueran materiales. No obstante, esto no significa que sus puñetazos o sus balazos puedan afectarlos. Normalmente, para dañar a un espíritu se ha de recurrir a las facultades: considera que un fantasma posee los mismos niveles de salud que una persona viva. No obstante, para ellos no hay diferencia entre ataques contundentes y ataques letales; pueden absorber ambos tipos de daño. Un espíritu subsiste gracias a las emociones, a menudo aquellas ligadas a la razón por la que se demora en la Tierra después de su muerte. Algunos espíritus esperan a que un mortal que se encuentra próximo a ellos experimenta cólera, esperanza o miedo (por ejemplo) mientras que otros utilizan sus poderes para inspirar tales sentimientos en un objetivo. Además, un espíritu recupera un punto de Fuerza de Voluntad por cada 24 horas que pase reposando sin ser perturbado en las proximidades de la persona, lugar o cosa a la que está ligado.
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