Cita: Dejad que lo compruebe antes; os
diré si está despejado.
Preludio: Tu carrera mundana comenzó en el Servicio Secreto, donde aprendiste
los elementos básicos del adiestramiento
de seguridad. Aunque hubo muchos
intentos de asesinato contra los diversos políticos y altos cargos a los
que protegías, ninguno de ellos
tuvo éxito. Más de una vez recibiste tú la bala a lo largo de tus
cinco años en el Servicio Secreto, siempre sin una queja.
Tras dejar el servicio, te
estableciste como profesional independiente. Era un
movimiento lucrativo, pero
apenas satisfactorio. No sentías la misma “llamada del
deber” protegiendo a presuntuosas celebridades que cuando protegías a cargos públicos.
Habías sido contratado
por un músico que actuaba (y se encontraba contigo)
solamente de noche: quizá algo
inusual, pero no más que otros
pecadillos permitidos a los ricos. Te encontrabas en el club
donde actuaba tu patrón cuando empezaste a sospechar de un
pequeño grupo de individuos
que parecían estar estudiando el
local. Les vigilaste atentamente,
pero no pasó nada. Tras el espectáculo alertaste a tu patrón, pero éste
desechó tus temores y te envió de
vuelta a casa.
Pero no estabas del todo convencido, y te quedaste a escondidas
en el club, donde tu patrón celebraba
encuentros a altas horas de la noche
(o muy, muy temprano). Entonces viste
irrumpir al grupo sospechoso y atacar a tu jefe con (de todas las armas ridículas) estacas de madera.
Eliminaste a uno con un disparo de
tu Glock sólo para ver cómo tu patrón atacaba con garras y colmillos,
agarrando a uno de sus oponentes y
lanzándole a través de la sala.
A pesar de tu deber profesional, sentiste una llamada algo
superior (a tu humanidad), y
vaciaste el cargador sobre el
aparente vampiro. Los intrusos completaron el trabajo
con sus estacas y una lata
de gasolina.
A la semana siguiente.
fuiste invitado a unirte a la
Sociedad de Leopoldo. Tu
talentos y habilidades parecían obvios, y fuiste asignado a los Condotieri, donde
serían de más utilidad.
Concepto: Tu adiestramiento policial y de seguridad ha mostrado ser muy
valiosos para un Condotiere: aunque eres nuevo en la
Sociedad, se te respeta como
una voz de sabiduría, si no de
autoridad. Eres admirado por
tu aguda perspicacia, tu cautela y tu lealtad. Estás decidido a que nadie a tu cargo sufra
daño por una negligencia tuya.
Sugerencias de interpretación: Tranquilo y reflexivo. No
te gusta apresurarte para nada
y revisas todos los planes posible
antes de entrar en acción. Tienes
cuidado de no creer en lo aparentemente obvio; más bien te sientes
casi inclinado a desconfiar de ello.
Equipo: Dos Glock 22, cargadores de munición diversa (desde
balas perforantes hasta plata),
binoculares, cuchillo de combate. teléfono móvil, sistema de
micrófonos, puntero plegable.
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario