La Sociedad no tuvo nunca un verdadero código
legal, hasta el decreto florentino, que se convirtió en
la base de su ley canónica. Desde el decreto, la ley de
la Sociedad ha pasado a través de diversas transmutaciones e interpretaciones.
La Sociedad sigue viendo la apostasía como el
peor de los crímenes, y considera como tal a cualquier
acto que contradiga, interfiera o se oponga a una norma oficial de la Inquisición. El culpable es llevado al
centro provincial y su inocencia se determina tras una
audiencia de duración indeterminada. Los castigos varían, pero todos entran en cuatro categorías distintas:
• Represión: El culpable es formalmente reprendido por lo común en una reunión privada con un
Provincial, pero con un decreto por escrito distribuido
por las por escrito distribuido por las diferentes provincias. El cenáculo del culpable tiende a perder algo de
prestigio.
• Desacomodación: El culpable es suspendido
durante un período que puede oscilar entre un mes y
un año. El uso de los recursos de la Sociedad, de bienes
a material de investigación, queda prohibido.
• Excomunión: El culpable es expulsado de la
Sociedad de forma permanente. En algunas. Muy raras
ocasiones, puede ser readmitido, pero solo tras haber
prestado un gran servicio a la Sociedad. Hay diversas
frases que describen esta condición: ser anatema, estar
‘bajo interdicto’, y otras.
• Ejecución: El más raro y severo nivel de castigo. El Inquisidor es sentenciando a muerte, ejecutándose la condena por medio mundanos o extravagantes.
Hay varios actos que pueden ser considerados apostasía. Entre ellos:
• Impedir un auto-da-fe: El castigo puede ir de
desacomodación a la destitución.
• Desobedecer a un provincial: El castigo más
corriente es la represión.
• Desobedecer al Inquisidor General: El culpable es expulsado temporalmente de la Sociedad, por
lo común durante un período de seis meses.
• Traición: La revelación de alguno de los secretos de la Sociedad a alguien ajeno a ella (normalmente a un adversario) garantiza la expulsión automática. Los culpables suelen quedar bajo la vigilancia de
la Sociedad y declarados traidores.
• Alta Traición: Es raro, pero han ocurrido casos, en los que un miembro d ella Sociedad se pasa al
enemigo escogiendo intencionadamente la vida entre
los sobrenaturales o ayudándola de alguna forma. El
culpable es automáticamente declarado traidor y se
convoca un Auto-da-fe contra él.
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