Es una idea relativamente moderna que el vampiro sea alguien con quien se pueda empatizar, menos aún alguien que deba ser el protagonista o alguien a quien interpretarías en un juego narrativo. Incluso la novela de vampiros prototípica, Drácula, es realmente la historia de Jonathan Harker, Mina Murray y una pequeña banda de cazadores. Guiados por Abraham Van Helsing, matan a las esposas del monstruo, lo derrotan y atraviesan su corazón con una estaca. Drácula no es el mejor ejemplo de los temas y atmósferas de estas páginas, pero revela cómo de profundas son las raíces de la caza de vampiros dentro del género.
Puedes encontrar cazadores de vampiros por toda la cultura popular, como en la serie de Solomon Kane de Robert E. Howard, Salem’s Lot [El misterio de Salem’s Lot en España y La noche del vampiro en Latinoamérica] de Stephen King, Vampiros S.A. de John Steakley y muchos otros títulos. Quita los vampiros y tienes incluso más ejemplos de gente desesperada enfrentándose a lo sobrenatural, como en las excelentes películas: Frailty [Escalofrío en España y Las manos del diablo en Latinoamérica] y Dog Soldiers. Cualquier película de zombies, fantasmas o de miedo también destaca la lucha de las víctimas (léase: cazadores) por sobrevivir. Es el momento de que tú y tu grupo rescaten la auténtica naturaleza de las historias de vampiros, ésa de horrores antinaturales que atacan a los inocentes y de las pocas almas fuertes que se arman contra la noche para poner fin a las depredaciones de los no-muertos. Tus jugadores aún pueden perseguir vampiros con piedad y compasión, buscando entender su condición o liberarlos de ella. O los cazadores pueden atarse los cordones de sus botas de patear culos, tomarse otra ronda en su salón y salir a machacar a esos pequeños chupasangres hasta darles su tan merecida Muerte Definitiva. Vamos. Cacemos a los cazadores.
Puesta a Punto
Lo primero es lo primero: determina a grandes rasgos qué clase de historia quieres contar. ¿Es una larga investigación cocida a fuego lento en el podrido corazón de una familia adinerada? ¿O es una historia de una sola sesión, una sola noche y sobrevivir hasta el amanecer? ¿Relatarás una historia que vaya directamente del punto A al B a lo largo de un puñado de sesiones? ¿O crearás una épica viva y dejarás libertad a tus jugadores para que exploren y descubran sus matices como deseen? Si no tienes una visión tan clara y sólo quieres llevar un nuevo tipo de historia a tu mesa, pregunta a tus jugadores qué quieren afrontar. ¿Qué esperan de una historia con mortales relativamente frágiles como centro de la misma? ¿Qué piensan cuando oyen la expresión “cazadores de vampiros”? ¿Quieren centrarse en la venganza, la retribución, la supervivencia, el misterio?
La regla principal es que contar e interpretar en los juegos narrativos es un esfuerzo común. Tú, como Narrador, les proporcionas los dóndes, cuándos y con quién, pero tus jugadores son quienes realmente dirigen la historia. Introdúcelos pronto y de forma frecuente en el proceso. Si preparas una historia de investigación con multitud de giros y excitantes traiciones y todos tus jugadores crean personajes matones solitarios, no se van a poner de acuerdo. Estate tranquilo, aún puedes narrar un profundo y enredado misterio mientras satisfaces los gustos de tu grupo.
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