Cuando se tomaba la decisión de conceder el Abrazo, el sire bañaba a su elegido en un río, un ritual de baño funerario según la tradición mongola. A continuación bebía su sangre y Abrazaba al nuevo vampiro. Este ritual y la disciplina gobernaban gran parte de la existencia de los Anda. Durante largas y solitarias noches vagaron por la estepa, acompañando a los mongoles o solos (y a veces, viajando solos, llegaban hasta Europa Occidental), con la Bestia como su única compañía. No es una sorpresa que estos vampiros se consideraran guerreros espirituales, pues su ética brutal era su único baluarte contra la locura y el salvajismo. Los Anda lucharon contra muchos enemigos. Se unían a sus tribus nómadas contra cualquier enemigo al que se enfrentaran (hasta donde podían, ya que los mortales no batallaban de noche).
También luchaban con los cambiaformas y vampiros nativos de China, y fueron estos últimos los que terminaron provocando la caída de los Anda en el siglo XIV. El auge de la línea de sangre se produjo durante el reinado de Kublai Khan, y durante esta época podían disfrutar abiertamente de su naturaleza no muerta en China. Cuando Kublai murió, comenzó el declive de los Anda, y en las noches modernas no se conoce la existencia de ninguno.
Apodo: Tártaros
Secta: Los Anda vagabundos podían unirse a la corte de un vampiro en particular, al menos durante un tiempo, pero su impulso irresistible de seguir viajando les impidió asentarse en una posición permanente en ningún lugar de Europa. En sus propias tierras vigilaban a las tribus mongolas llamadas yasun protegiendo a los mortales y alimentándose como parásitos.
Apariencia: Los Anda Abrazaban exclusivamente entre las tribus mongolas, así que eran bajos, robustos y con las piernas arqueadas de pasarse toda la vida a caballo. La piel de los Anda adquiría un extraño tono castaño amarillento tras el Abrazo.
Refugio: Los Anda habitaban en la estepa, lo bastante lejos de sus yasun para evitar ser descubiertos, pero lo bastante cerca para seguirlas cuando caía la noche. Los más monstruosos y depravados no protegían tribus, pero llevaban una existencia solitaria, alimentándose cuando surgía la oportunidad. Estas pobres almas normalmente terminaban cayendo en letargo por el hambre, y si todavía existe algún Anda, posiblemente sea uno de estos horrores, durmiendo enterrado bajo algún lugar de China.
Trasfondo: Los Anda no Abrazaban caprichosamente. Elegían a sus candidatos con cuidado, ya que su elección determinaba quién protegería a su pueblo. Todos los Anda eran jinetes, rastreadores, y hasta cierto punto, chamanes hábiles.

Disciplinas de clan: Animalismo, Fortaleza, Protean
Debilidad: Como los Gangrel de los que descendían, los Anda ganaban rasgos animales con cada frenesí. Al contrario que los Gangrel, los Anda sólo ganaban un rasgo en uno de cada dos frenesíes. Sin embargo, los Anda sufrían una debilidad adicional. Cada día después del tercero en que un Anda durmiera en la misma zona de un radio de un kilómetro todas sus reservas de dados se reducían a la mitad (hasta un mínimo de un punto).
Organización: En la noche de luna nueva, todos los Anda dentro de una zona concreta se reunían para discutir sobre los movimientos de sus yasun y los distintos tipos de amenazas que requerían su atención colectiva. El Anda más viejo en una de esas reuniones era llamado khan y se esperaba que todos los demás se sometieran a su autoridad.
Cita: "No soy un monstruo. Soy un pastor. Protejo a las ovejas de los lobos como tú, porque deseo comérmelas."
Estereotipos
Altos clanes: Tribus extrañas. Khanes extraños.
Bajos clanes: Algunos realmente parecen bajos: enfermos, locos, débiles. Y a otros los llamaría hermanos gustosamente.
La Perspectiva Desde Fuera
Altos clanes: Salvajes que cabalgan con los tártaros. Quienes han nacido bajo conocen a los suyos.
Bajos clanes: Viajan por el mundo, bebiendo solo sangre y durmiendo en la tierra. Se encuentran más cerca de Caín que yo y estoy agradecido por ello.
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