En 1121 los Tremere crearon las Gárgolas para que les
sirvieran como soldados de a pie en su guerra contra los
Tzimisce. Engendradas mágicamente a partir de los
cuerpos de Tzimisce, Nosferatu y Gangrel capturados, las Gárgolas originales eran criaturas sin
mente y de corta vida. No poseían ningún
recuerdo de sus vidas anteriores, aunque
conservaban un odio instintivo hacia
aquello que fueron anteriormente.
Eran las perfectas tropas de choque
contra los ejércitos de Vozhd y
Szlachta. En la vigilia de la
creación de las Gárgolas,
los Tremere eran un Clan
agonizante, unos jóvenes
advenedizos que querían
abarcar demasiado cuyo
recuerdo estaba a punto
de ser borrado de los
anales de la historia
vampírica, una nota a
pie de página entre las
miles que colman la larga
historia de los Cainitas.
Justo después, la guerra
había dado un giro y el
lugar de los Usurpadores
quedó asegurado.
Ahora, en el 1242,
el Clan Tremere ha empezado a perder el control
sobre sus creaciones. La
gran mayoría sigue sirviendo a los Usurpadores,
protegiendo sus Capillas y luchando sus
batallas, pero últimamente más y más de
ellas se han deshecho
de las cadenas de la
servidumbre para eterno
disgusto de sus creadores.
Al
menos una Capilla ha sido destruida
desde dentro por Gárgolas rebeldes y,
aunque les cueste admitirlo, los Tremere
han empezado a cuestionarse la práctica de
mantener Gárgolas tan cerca de sus santuarios. Algunos han decidido destruir
a sus esclavos antes que esperar al
día en que se vuelvan en su contra,
mientras que otros han optado
por un trato más gentil para con
sus siervos que evite despertar
su ira. Las que se han liberado conservan una visión
sombría de sus anteriores
señores y se congregan
en grandes bandadas
llamadas grotesquerías.
Juntas vagan por los
cielos sobre el territorio
Tremere en una misión
que es tanto revolución
como venganza. Algunas han abandonado
completamente sus
antiguos hogares y
buscado la paz en lugares remotos, aunque
las que permanecen
aisladas normalmente
acaban condenadas a una
existencia corta y miserable, pues se marchitan en
ausencia de compañía.
Pese a que las primeras
Gárgolas eran incapaces de
engendrar Chiquillos, alguna ya
pueden hacerlo.
Al no depender
de los Tremere para aumentar su
número son ya una verdadera Línea de Sangre. Las Gárgolas libres
son seres especialmente orgullosos
y sociales, y muestran poco reparo
al Abrazar nueva Progenie. Esta
nueva generación de Gárgolas carga un
peso menor que el que sus Sires soportaron,
al no haber vivido bajo el yugo Tremere, no
temen ni odian a los Usurpadores como lo hacen sus Antiguos.
Sin embargo, un remanente de servilismo, el cual deben mantener a raya, perdura en la Línea de Sangre. Sólo un tercio de
las Gárgolas puede transmitir la Maldición de Caín, y sólo la
mitad de la Progenie sobrevive al Abrazo, mientras la otra mitad
muere durante las subsiguientes semanas. Quienes sobreviven
pueden procrear normalmente, como sus Sires.
Pese a no haberse integrado plenamente en la sociedad
Cainita algunas Gárgolas libres han encontrado un lugar propio.
Algunas buscan la compañía de otros vampiros, mientras que
las liberadas recientemente suelen reaccionar a la ausencia
de amos que las dirijan con la búsqueda de un nuevo señor al
que servir, sin importarles mucho quién pueda ser. Sea como
fuere, a menudo suelen encontrar cierta tolerancia entre los
demás Cainitas; por mucho que no puedan aspirar a más que
desprecio y burlas, incluso un rey soportará un perro sarnoso
si éste le arranca la garganta a sus
enemigos. Por desgracia, la mayoría de Gárgolas encuentran
que sus opciones se ven limitadas
a una no-vida de violencia, haciendo
que sus existencias sean brutales y
a menudo breves.
Sobrenombre: Grotescos.
Apariencia: La piel de las
Gárgolas se presenta en multiplicidad de tonos, como gris, marfil
pálido u oscuro ébano. A medida
que envejecen, se torna más gruesa
y dura, como la piedra. A veces tosca
y áspera como el granito, y otras
lisa y pulida como el mármol.
Muchas poseen grandes alas
de murciélago, y son habituales
también garras y colmillos, pero las similitudes acaban ahí.
Pese a que muchas surgen del Abrazo retorcidas y espantosas
(de ahí su nombre), algunas poseen una belleza profunda y
asombrosa.
Refugio: La mayoría de Gárgolas reside dentro de los
muros de las Capillas Tremere. Las que se han liberado pueden
morar dentro de cuevas en las montañas, catacumbas olvidadas o cualquier otro lugar salvaje u oculto que las proteja
de la luz del Sol. Se alimentan casi de cualquier cosa: las que
residen en las Capillas suelen alimentarse de animales o de
las sobras que sus señores les arrojan, mientras que las libres
prefieren viajeros solitarios en los pasos montañosos o en las
sendas boscosas, aunque no renuncian a los animales salvajes
ni al ganado. Es prácticamente inaudito que una Gárgola
capaz de reproducirse simplemente mate a un mortal por su
sangre, pues intentarán procrear a la menor oportunidad.
Trasfondo: En el pasado, la mayoría de Gárgolas fueron
creadas a partir de una unión de Gangrel, Nosferatu y Tzimisce. Aunque siguen creándose muchas Gárgolas usando este
método, pues los Usurpadores siguen teniendo necesidad de
sus servicios, van aumentando las que proceden directamente
de mortales, llegando casi a constituir la mayoría. Sea cual sea
el método, la creación de una Gárgola es siempre horrible y
dolorosa. La transformación de mortal a monstruo arranca de
su mente los recuerdos de su estado previo y la convierte en
la tabula rasa proverbial. El cuerpo se retuerce y altera hasta
adquirir su nueva forma en sólo unas horas. Unas pocas Gárgolas recuerdan fragmentos de sus vidas pasadas, los cuales
reaparecen en los momentos más inoportunos.
Creación de personajes: La mayoría de Gárgolas son
criaturas guiadas por impulsos e instintos. Los Atributos
Físicos son básicos, como lo son los Talentos. Algunas sobreviven a su transición con parte de sus mentes intacta; éstas
pueden poseer valores excepcionales de Atributos Sociales o
Mentales, y Técnicas y Conocimientos
mucho más altos que las demás.
Tales Gárgolas son consideradas
sabios y videntes, y a menudo
otras de su estirpe las buscan para obtener consejo. Las Gárgolas sirvientes
deben poseer Mentor, normalmente
dentro del Clan Tremere. Las libres
a menudo poseen los Trasfondos
Refugio y Rebaño. Muchas siguen
el Camino de la Bestia, aunque
algunas trabajan con sus señores
Tremere para desarrollar el Camino del Servicio. Las hay incluso
que siguen el Camino del Cielo en un
intento de dar sentido a la vida que
se les ha dado.
Disciplinas de Clan: Fortaleza,
Potencia, Vuelo.
Debilidad: Las Gárgolas son criaturas sociales, y aunque
algunas puedan actuar en solitario sin más problemas, si alguna
llegara a estar realmente sola en el mundo (sin señor, compañero, Chiquillo ni amigo) sus reservas de dados se reducirían
a la mitad hasta que se corrigiera la situación. Trabajar junto
con un completo extraño permite aliviar la situación de escena
en escena, pero sólo una relación aceptada por ambas partes
puede hacer que las Gárgolas se recuperen por completo. Además, las Gárgolas son muy susceptibles al control mental y la
Dominación; se considera que su Fuerza de Voluntad siempre
dos puntos menor a la hora de resistirse a estos Poderes.
Organización: Las Gárgolas son criaturas inherentemente sociales. Prefieren vivir entre los demás Cainitas,
pero debido al estigma que portan deben conformarse con
permanecer unidas, formando grandes grotesquerías. De
hecho, uno de los factores que mantiene a muchas Gárgolas
atadas tan firmemente a los Tremere es la compañía de sus
hermanas esclavas.
Cita: "¿Sabes por qué mi maestro saldrá victorioso? Porque me tiene a mí."
Si te gustó o fue útil no olvides compartir
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario