Dependiendo de a quién preguntes, existen dos clasificaciones para los miembros de la línea de sangre de las Gárgolas (las esclavas de los Tremere y las libres), tres (centinelas,
guerreros y exploradores) o una (la reunión de todos esos feos
bastardos). En estas noches tumultuosas, a menudo es más
fácil dividir a las Gárgolas por su afiliación que por su ascendencia, entre las filas de las Gárgolas libres, se evitan los
términos del estilo de “explorador” como reminiscencias
de un pasado no
muy agradable. Con el paso de los años, cada vez se conoce
la existencia de más Gárgolas libres, muchas de las cuales se
alinean en las filas de la Camarilla.
Ya esté provocada su inclusión en la secta por su deseo de dejar con un palmo de
narices colectivo a sus antiguos maestros, o por su necesidad
profundamente arraigada de un orden y una cadena de mando, la escala salarial de la Camarilla es mejor que la del Sabbat. Cada vez hay más Gárgolas en las calles, y muchas de
ellas se sitúan bajo el techo de la Camarilla.
Las Gárgolas que siguen siendo esclavas de los Tremere
también son de la Camarilla, pero por defecto. La mayoría
apenas tienen sentido de la identidad, ningún recuerdo de su
existencia anterior a su transformación en Gárgolas ni voluntad propia. Una Gárgola vinculada a un Tremere que comenzara a mostrar un sentido rudimentario de sí misma haría bien
en ocultarlo hasta el momento que pudiera huir, o se enfrenta
al adoctrinamiento o a la eliminación.
La primera revuelta de las Gárgolas enseñó a
los Tremere todas las lecciones que necesitaban
acerca de asegurar la lealtad de sus sirvientes, y los Brujos no quieren arriesgarse a
tener que repetir el número.
Sin embargo, las Gárgolas libres
son los mejores personajes jugadores (los jugadores que quieran
llevar a una Gárgola que comience la partida esclavizada
por los Tremere deberían
consultárselo a sus Narradores —una crónica
basada en su huida
puede ser emocionante, pero las demás opciones están limitadas). Las Gárgolas
libres son
las descendientes de las supuestas Esclavas que huyeron de la dominación Tremere en los siglos pasados y las fugadas más recientemente, y se agrupan en comunidades aisladas en reductos
montañosos o en ciudades industriales que lo ofrecen nada
a los Tremere. Las más aventureras acuden a las ciudades de
la Camarilla para ofrecerse como guardaespaldas, matones y
otros trabajos a sueldo. Es una señal de prestigio que un príncipe cuente con Gárgolas guardaespaldas en su Elíseo, y ser
capaz de permitirse Gárgolas asesinas para encargarse de sus
enemigos es toda una demostración de fuerza.
Apodo: Antiguamente era el de Esclavas, pero ahora es
un revoltijo en el que se mezclan Libres, Fugitivas y Cabezas
de Roca, dependiendo de quién use el apodo. Llamar Esclava
a una Gárgola libre es una manera maravillosa de conseguir
que un puño de piedra golpee repetidamente tu abdomen.
Apariencia: Como los Nosferatu (con los que comparten
un 0 de puntuación en Apariencia), las Gárgolas son horriblemente feas. Aunque las características exactas de esa fealdad
depende de la combinación original de sangre (Nosferatu-Tzimisce, Nosferatu-Gangrel o Gangrel-Tzimisce) que creó
al ancestro de la Gárgola, hay ciertos rasgos que comparten
todos los miembros de la línea de sangre. Las verrugas y otras
protuberancias, alas de murciélago (que crecen a medida que
aumenta el dominio de la Gárgola de la Disciplina Viscerática)
y semblantes pétreos son propios de las Gárgolas, como su habitual apariencia “demoníaca”. Las Gárgolas se mueven lenta
y pausadamente salvo en situaciones críticas, pero no hay base
para el rumor de que dejan pequeños montones de polvo tras
ellas cuando caminan.
Refugio: Las Gárgolas empleadas por los Tremere duermen en armarios, sótanos o en cualquier otro sitio en el que
sus amos se dignen a dejarlas descansar. Las Gárgolas libres a
menudo solicitan que se incluya el alojamiento en sus contratos; con lo que sus resultados finales pueden ser algo azarosos.
Aquellas Gárgolas que buscan sus propios lugares de descanso
suelen acabar en fábricas o almacenes abandonados –cuanto más altos mejor– o en cuevas subterráneas o sistemas de
alcantarillado excavados en la roca sólida. Las torres de los
campanarios solían ser sus favoritas, pero su naturaleza estereotípica hacía que los nidos de Gárgolas allí ubicados fueran
presas fáciles de los ghouls Tremere.
Trasfondo: El proceso de creación es particularmente intenso para las Gárgolas, especialmente para aquellas capturadas por los Tremere. El flujo de variedades competidoras de
vitae, combinado con la energía mágica inherente a la transformación incluso después de todos estos siglos, sirve para
borrar los recuerdos y lealtades previas de una nueva Gárgola, dejando una tabula rasa sobre la que pueden trabajar los
Tremere. El proceso es un poco más suave para las Gárgolas
Abrazadas por otras Gárgolas, que a veces conservan al menos
sensaciones difusas de sus vidas anteriores, pero, aún así, la
mayor parte de su pasado se disuelve con el ataque oculto.
(Nota: Las Gárgolas libres Abrazan mortales; los Tremere prefieren coger Vástagos de los tres clanes “raíz” y transformarles
en Gárgolas). En cuanto a la razón que lleva a una Gárgola
a Abrazar a un mortal, la mayoría de las veces es cuestión
de simple obsesión. No hay explicación posible, e incluso los
miembros más elocuentes de la línea de sangre se encogen de
hombros y lo reducen a “una reacción instintiva”.
Creación del personaje: Los Atributos Físicos y los Talentos deberían ser primarios cuando alguien está creando un
personaje Gárgola; los Tremere no diseñaron la línea de sangre
para filosofar o intrigar. Todos los personajes Gárgola comienzan con al menos un círculo en la Disciplina exclusiva Vuelo
(en esencia, esto proporciona a las Gárgolas cuatro Disciplinas
de Clan, pero hay bastantes desventajas para nivelar la balanza). Ninguna Gárgola puede escoger el Trasfondo de Mentor, o
tener una Apariencia superior a 0. Además, ninguna Gárgola
puede tener una historia del personaje anterior al 1167, que
fue cuando los Tremere crearon la línea de sangre.
Disciplinas: Fortaleza, Potencia, Viscerática, Vuelo
Debilidades: Como se señaló anteriormente, las Gárgolas
tienen un ligero problema de Apariencia. Además, la naturaleza del origen de la línea de sangre se manifiesta en el hecho
que se considera que las Gárgolas pierden dos puntos de Fuerza de Voluntad al resistir todos los efectos de Dominación u
otros basados en el control mental.
Cita: "El amo ya no me reconoce, pero yo sí le reconozco
a él. Pronto haré que se acuerde de mi, sí".
Estereotipos:
• Camarilla: La Camarilla nos mantiene a salvo de los
amos. La Camarilla nos deja matar a nuestros enemigos-menos a los amos. La Camarilla nos paga bien. Nos gusta la
Camarilla, sí.
• Sabbat: Nunca miran hacia arriba, pobres vampiritos.
Nunca miran hacia arriba y nunca nos ven llegar, no.
La Vista desde Fuera
• La Camarilla
Estos mamones son feos, y para que yo lo diga tienen
que serlo. Pero ser feo no implica ser malo en una lucha, y
como sólo les usamos para eso...
— Mort, agente provocador Nosferatu
• El Sabbat
Roca en sus pieles y rocas en sus cabezas. Por supuesto, son duros, pero son más estúpidos que una caja de
roc... bueno, captáis la idea. Oblígales a pensar y están
perdidos.
— Lazslo Mirac, Obispo y Ventrue antitribu
• Los Independientes
El hecho de que las Gárgolas hayan conseguido huir
e incluso prosperar es uno de las pocas señales esperanzadoras que he visto en milenios. No obstante, deberían
cuidarse de no forzar su suerte, algo que parecen estar a
punto de hacer.
— Lazarus, Capadocio despertado recientemente
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