Las Vástagos de la Voz están en la altura de sus logros y popularidad, la ópera es el mayor de los entretenimientos victorianos, popular entre las clases trabajadoras así como entre la alta sociedad. La música es el oyente y ha comenzado a contar historias de intriga, belleza, amores perdidos, traición y deslealtad. La voz de una Hija puede garantizar su entrada desde una parte del mundo a la otra, a lo largo de los escenarios de tarde de países y continentes, Los soliloquios de Shakespeare, Ibsen, Cheykov y Otwa, las ideas de Milton y Emerson y las revolucionarias palabras de los Marxistas y los Felones ganan poder cuando alguien las entona adecuadamente. El uso habilidoso de la voz cambia las mentes u corazones de audiencias y víctimas, todas demasiado dispuestas a caer bajo en misterio conjuro. Las actrices, cantantes de ópera y similares viven habitualmente vidas vagabundas, La excentricidad, la retinencía e incluso una ligera decadencia no son tan solo aceptadas entre dichos artistas, si no que se esperan. Nos es extraño el ellas que se pasen fuera toda la noche y que se estén “indispuestas” durante el día. No todas las Hijas son mujeres.
Abrazan también a los hombres, que completan el interés de la Hijas por incluirse en la política, la oratoria, la retorica y la guerra, así como en el fin artístico de la música. Divas y tenores, castrati y cantores, artistas itinerantes, actores peripatéticos, serpientes vendedoras de petróleo y saldistas, cualquiera con una voz conmovedora puede recibir el don del Abrazo de una Hija.
Alias: Cantoras.
Apariencia: Las Hijas no tienen ninguna característica distintiva aparte de sus voces fascinantes. Casi todas la hijas son educadas y bien habladas para los estándares de la clase y la cultura en la que han decidido habitar.
Refugio: Muchas Hijas buscan instintivamente viviendas lujosas, independientemente de su imagen pública: las habitaciones interiores de los hoteles más lujosos, vagones de tren encortinados, casas de campo o apartamentos en barrios de moda. Aquellas que usan su voz para infundir sentimientos de rebelión podrían vivir entre las pensiones de los distritos bohemios o en confortables apartamentos atestados de libros en los que las mentes jóvenes se reúnen para planear sus revoluciones y resistencias.
Trasfondo: Las Hijas de la Cacofonía tuvieron una voz distintiva en vida. Podrías haber vivido como profesores, estudiantes, abogados, poetas o encantadoras mujeres jóvenes con talento musical. Pueden haber sido los hijos o hijas legítimos de cortesanos que demostraron habilidad con el pianoforte o la canción, Un hombre de la línea de sangre podría haber sido Abrazado de entre los rasgos de jóvenes castrati, ahora dos veces malditos a ser jóvenes y sin posibilidad de desarrollo para siempre. Puede serle otorgado el don de Abrazo a un particularmente colorista saldista, mercadillero o vendedor ambulante por un sire impresionado por su habilidad manipulando al ganado.
Creación de personaje: Los atributos sociales son primarios, como los son (dependiendo de la historia individual del personaje) Actuar, Música y Oratoria. Una fuerte base de percepción ayuda a combatir la debilidad del clan de distraerse con la música o la oratoria. Las Naturalezas habituales incluyen Buscador (para aquellas que persiguen significado y conocimiento mediante su arte), Artista (para aquellas para quienes el arte en si es lo importante) y Soñador (para aquellas que sueñan con cambiar el mundo mediante su arte). Hay también algunos Huraños disidentes. La Naturaleza y Conducta de las Hijas tienden a estar en uno de dos extremos: son las mismas, reflejando así su comportamiento sus verdaderas pasiones fundamentales, o diametralmente opuestas, si ocultan sus verdaderos objetivos. Muchas Hijas tienen varios puntos en Fama y Rebaño gracias a sus numerosos contactos con la sociedad mortal.
Disciplinas de clan: Fortaleza, Melpómene, Presencia.
Debilidades: Las Hijas de la Cacofonía, como los Toreador que tan arrebatadamente disfrutan de sus dones, se distraen con el arte, pero mientras un Toreador quedara cautivado por cualquier cosa bella, la Hija quedara embelesada por el poder de la música o las palabras, Les atrae tanto, que oyen sus melodías continuamente, y puede convertirse en una distracción fatal. Sufren una penalización de +1 a la dificultad a las tiradas de Percepción cuando hay alguna voz interesante a distancia de audición y nunca pueden tener más de tres puntos en Alerta.
Prestigio en la línea de sangre: Dicen los rumores que las Hijas se impresionan unas a otras con sus cuentos de Vástagos enloquecidos o destruidos gracias a la música rival de una Hija. Ciertamente compiten por tener los séquitos mortales más lujosos y espléndidos.
Organización: Las hijas no tienen organización, aunque algunas veces dos o más Hijas pueden hallarse juntas, invitadas al mismo local o favorecidas por el mismo príncipe patrocinador. Durante estas raras visitas, tienen la oportunidad de entonar sus voces al unísono en bellas y terribles melodías, o para interpretar partes diferentes en una exquisita representación cotidiana. Utilizan sus habilidades únicas con la voz Para persuadir, engatusar o aterrorizar, y es el Príncipe inteligente el que utiliza estos encuentros para sus propios fines. Las Hijas escuchan voluntariamente el consejo de lo más viejos y brillantes miembros de la línea de sangre, para aprender mejor como utilizar Melpómene de forma efectiva.
Comentario: (conforme camina fuera de la pequeña sala que ahora contiene algo de ganado balbuciente y con la mirada fija, con una leve y enigmática sonrisa dibujándose en sus labios): "Soy encantadora".
Estereotipos:
• Camarilla: Como diletantes fuera de tono, escuchan la canción pero nunca la música, las partes pero nunca el todo. Reverencian nuestro talento, pero creen que estamos indefensas, una bella y terrible curiosidad. Pueden sorprenderse un día de estos, porque su ignorancia y su complacencia pueden ser su ruina y nuestra gloría.
-Antoine Dubois, Cantora de Decima Generación de París.
• Sabbat: Unos bárbaros casi todos
–Miss Dubois
La Visión desde el Exterior:
• La Camarilla: Absolutamente adorables. Me arrancan sangrientas lagrimas incluso ahora. Recemos porque dicho talento nunca sirva a fines desafortunados, odiaría tener que destruirlo.
–Artemis Wylde-Whitney, Terrateniente, cortesano Toreador, Londres.
• El Sabbat: ¿Frágiles chicas con voces alegres? Comida con faldas, y nada más.
–Alex Von Anders, Brujah antitribu de Múnich.
• Inconnu: ¿Cenar? ¿Esta noche tras la actuación? Pobre de mi, me temo que tengo que lamentar el rechazar la oferta, dado que estoy ocupado con cuestiones comerciales menores, Miss Clementine, pero por favor transmítale mis más sinceras disculpas a la encantadora dama que me extendió la invitación.
–Alessandro D´Amati, Monitor de Milán.
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