Por lo que respecta a los Vástagos, las Hijas de
la Cacofonía son una línea de sangre moderna
que cuenta con sólo unos pocos siglos. Muchos
vampiros creen que esta curiosa familia es el producto de una unión mística entre Toreador y Malkavian, pero no hay nada en la opaca historia de las
Hijas que indique que no son más que una anomalía,
o quizá el resultado de un Caitiff especialmente
dotado.
Sea cual sea su origen, las Hijas de la Cacofonía son extraordinarias cantantes, poseedoras
de magníficas (o terroríficas) voces sobrenaturales. Sin embargo, esta capacidad es conocida no
solo por su encanto místico. Mediante el canto
estas vampiresas pueden fracturar la mente de
aquellos que las escuchan. Las historias más siniestras aseguran que pueden romper objetos
(y personas) con sus voces, igual que un cantante mortal puede hacer estallar el vidrio.
Pocos vástagos del Viejo Mundo han
oído mucho sobre ellas, y son menos aún
los que han tenido la oportunidad de conocerlas. La presencia de la línea de sangre
parece limitarse a América, donde además su
influencia es muy escasa.
Los Vástagos que comparten sus dominios
con ellas suelen considerarlas vampiresas sin
importancia. Ya sea porque las Hijas tratan de
evitar los peligros nocturnos de la Yihad o porque no están dotadas para la política o la guerra,
tanto la Camarilla como el Sabbat las ignoran.
Sin embargo, en su complacencia no advierten
lo que ha ocurrido en las noches recientes con
la línea de sangre. Antes admitían varones,
pero recientemente los han expulsado a todos
de sus filas por motivos desconocidos. Además
algunos Vástagos han informado de que los poderes de las Hijas parecen haber aumentado;
sus cantos misteriosos pueden emplearse para
provocar una mayor destrucción que nunca y
su sangre se antoja más potente. Cuando se las
enfrenta a dichos rumores, las Hijas se limitan
a asentir y a sonreír, canturreando como si no
les importara nada.
Por supuesto, estas vampiresas no hablan
sobre sus planes generales... si es que tienen alguno.
Prefieren pasar sus noches cantando y mostrándose
su magia, u ofreciéndola a grupos reducidos que siguen
sus carreras, conocedoras o no de su naturaleza. Suelen
asociarse con los Toreador, los Ventrue y los Malkavian, ya
que todos ellos parecen capaces de apreciar la belleza sobrenatural de sus canciones, llegando en ocasiones a verse
enredadas en los manejos de estos Vástagos.
Cuando se consigue interesar a las Hijas de la Cacofonía en asuntos tan tangenciales para ellas, suelen asociarse con el bando que tenga una mayor influencia en su
entorno inmediato. Parecen suscribir la Mascarada, pero
no está claro si se preocupan o no por ella (puede que no
vean la necesidad de ocultar su verdadera naturaleza de
aquellos que las rodean). Sin embargo, se sabe que más de
una vez han pasado noches con antiguos de ambas sectas
o independientes, dejándolos enloquecidos después de un
concierto especialmente inspirado.
Apodo: Sirenas.
Secta: Como línea de sangre, las Hijas de la Cacofonía
no se preocupan mucho por la política y no tienen afiliación “oficial” ni con la Camarilla ni con el Sabbat. Casi
todas consideran las ciudades del Sabbat brutales e incómodas, por lo que suelen establecerse en territorios de la
Camarilla en los que sean los únicos vampiros presentes.
Aspecto: Las Hijas son totalmente dispares, pudiendo ir desde jóvenes esqueléticas hasta orondas divas de la
ópera. Los miembros de la línea de sangre emplean ropas
y ademanes que se adecuen a su nicho musical; hay tanto
cantantes punk con cuero y tachuelas como delicadas
pianistas vestidas de noche
Refugio: las Hijas emplazan sus refugios en cualquier parte que se acomode a sus gustos, lo que puede ser un almacén abandonado, áticos de alto nivel o
incluso teatros de la ópera en los que cantan. Suelen
ocultar sus moradas a los demás Vástagos, confiando
en el aislamiento para protegerlos.
Trasfondo: la línea de sangre solo Abraza a
aquellas mujeres que disponen de voces notables o
magnéticas. No tienen por qué haber sido cantantes en vida, aunque casi todas lo fueron. Las Hijas de la Cacofonía proceden de todas las capas
sociales, ya que se las elige por su habilidad en
el canto sobre cualquier otra consideración
(salvo su sexo, por supuesto).
Creación de personajes: las Hijas
suelen tener conceptos de artistas o
intérpretes. La Naturaleza y la
Conducta pueden ser cualesquiera, pero suelen reflejar una predilección por las candilejas. Casi todas cultivan los Atributos Sociales y las Habilidades
Expresión e Interpretación. Prácticamente todas tiene algo de
Fama, así como un Rebaño de admiradores que las rodean.
Disciplinas de Clan: Fortaleza, Melpómene y Presencia
Debilidad: Tras el Abrazo, las Hijas de la Cacofonía quedan prácticamente atrapadas por la música que circula por sus
almas. Como los Toreador, que quedan hechizados por la belleza, estas vampiras suelen perderse en pulsos melódicos que
sólo ellas pueden oír. Algunos Vástagos opinan que todas oyen
la misma canción etérea, pero las Hijas ni lo aceptan ni lo
desmienten. La dificultad de todas sus tiradas de Percepción
aumentará en uno y ninguna podrá tener una Conciencia por
encima de tres, ya que son distraídas continuamente por su
música interior.
Organización: Las Hijas no disponen de organización
formal; son tan pocas y están tan separadas que no es probable que en un mismo lugar haya más de una o dos (y eso
si hay alguna). Cuando se reúnen por cualquier motivo, las
más jóvenes suelen mostrar su respeto por las mayores. Algunos Vástagos han sido testigos de pequeñas asambleas de
Hijas que interpretan canciones de embriagadora belleza o de
timbre tenebroso que dejan a los espectadores... afectados. Los
vampiros más observadores han notado (y más de una vez)
que hasta en las más improvisadas actuaciones todas las Hijas
presentes parecen conocer exactamente lo que se cantará, así
como las letras correspondientes...
Cita: ¿Por qué cantamos? Porque debemos hacerlo. La tumultuosa corriente que nos empapa debe salir a la superficie o nos
abrasará por dentro. Que no se diga que un corazón no-muerto
no siente pasión.
Estereotipos:
• Camarilla: una columna de marfil que no hace nada
por nosotras salvo proporcionarnos mecenas.
• Sabbat: como una audiencia problemática en un concierto, el Sabbat entra en frenesí al oler su propia sangre.
La Vista desde Fuera
• La Camarilla
Sus canciones son a un tiempo cautivadoras y mortales... como sospecho que son las de las Sirenas.
—Jan Pieterzoon, chiquillo de Hardestat
• El Sabbat
Casi todas ellas no quieren más que tranquilidad, y no
son tan siniestras como los demás independientes. Puedes
dejarlas en paz... salvo que no quieras, por supuesto.
—Dezra, esbirra del Sabbat
• Los Independientes
Diversiones agradables o peones manipulables... y
nada más.
—Verdigris, dama Setita
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