Lamias (Lamiae)

La historia de esta línea de sangre se dice que se extiende hasta la primera hija de Lilith, conocida con el nombre de Lamia. Creó un culto a la adoración del poder de las mujeres, de la luna y de su madre. Con el paso del tiempo el nombre de Lamia se convirtió en el título de la suma sacerdotisa del Culto de Lilith, que prosperó y se extendió a lo largo del tiempo, descubriendo muchos secretos arcanos y practicando ritos místicos y terribles para profundizar en su conocimiento del mundo. El culto era especialmente poderoso en el Mediterráneo Oriental, donde se encontraban sus principales santuarios, templos y lugares sagrados, y donde la propia Suma Sacerdotisa Lamia presidía los ritos de los solsticios de verano e invierno. En otros lugares el culto actuaba en secreto, pero en el este el culto era fuerte, aunque no excesivamente influyente. Aunque era tolerado, nunca fue completamente aceptado, y constituía un enigma para quienes se interesaban en él y quizás algo inquietante y peligroso para quienes temían el poder de las mujeres.

De vez en cuando un gobernante o un sacerdote de otro culto intentaba destruir a las seguidoras de Lilith. Cuando esto ocurría, las mujeres del culto ponían en práctica las enseñanzas militares y bélicas que recibían con sus enseñanzas espirituales. Aunque atravesó épocas de prosperidad y decadencia, el culto consiguió sobrevivir a lo largo del tiempo. Se desconoce cuándo y por qué, Lazarus, chiquillo del Antediluviano Cappadocius, acudió al más sagrado de los rituales del culto, el rito del Solsticio de Verano. El propio Matusalén se ha negado a exponer sus motivos. Ocurrió en tiempos antiguos, porque ninguno de los descendientes de Cappadocius recuerda una época en la que las Lamias no fuesen Cainitas. El momento y la razón han sido fruto de numerosas especulaciones. La mayoría de los Capadocios creen que Lazarus estaba investigando una serie de rumores sobre el Culto de Lilith, intentando descubrir si los sangrientos ritos del culto podían proporcionar mayor conocimiento sobre los misterios de la muerte. Otros dicen que Lazarus fue atraído por el poder del ritual del Solsticio de Verano. Sin embargo, las propias Lamias afirman que Lilith guió al vampiro hasta el lugar, y que fue su instrumento para llevar a la Suma Sacerdotisa Lamia a la oscuridad.

Las Lamias también afirman que la razón de que Lazarus atacase a Lamia, fue porque Lilith había poseído a la sacerdotisa, haciéndola tan hermosa, que ni siquiera el antiguo vampiro pudo resistirse a su encanto. Cualquiera que sea la verdad, Lazarus Abrazó a Lamia y huyó, después de que su chiquilla le revelara un terrible secreto que jamás ha querido revelar. Desde la noche del Abrazo de Lamia, Lazarus fue incapaz de mirarla sin inquietarse. Después de ser abandonada por su sire, Lamia simplemente se dirigió al Monte Erciyes y se presentó ante el Antediluviano Cappadocius, ofreciéndose a sí misma y a sus seguidoras al servicio del clan Capadocio. A lo largo del tiempo, las Lamias han mantenido una fuerte alianza con el clan al que sirven. Normalmente actúan como guardaespaldas y guerreras para los Capadocios, defendiendo a los eruditos, y es en esta posición que los demás clanes las conocen. Sin embargo, varias Lamias son místicas, utilizando los secretos ocultos del Culto de Lilith, combinados con sus propios conocimientos necrománticos de Mortis, investigando los misterios que incluso su clan padre evita, hasta donde les está permitido.