Samedi (Segunda Edición)

La línea de sangre Samedi puede ser una subdivisión de los Nosferatu, o posiblemente una rama de los Giovanni. Ningún clan aceptará el mérito (¿o la culpa?) de estos Vástagos. Esta línea de sangre lleva existiendo sólo unos siglos. La línea apareció en Italia y el Caribe. Muy pocos de estos Vástagos han llegado a los Estados Unidos. Es fácil identificar a los Samedi gracias a los jirones de carne putrefacta que se caen constantemente de sus cuerpos y los que no los conocen bien les suelen confundir con zombis. Esta línea de sangre no proclama ninguna lealtad, pero se sabe que tiene miembros tanto en el Sabbat como en la Camarilla. Los que han batallado con los Samedi rara vez olvidan ja experiencia, ya que la línea de sangre tiene capacidad para robar la inmortalidad a otros Vástagos, al menos temporalmente. Los Samedi suelen ser tachados de demasiado asquerosos como para que se les permita sobrevivir; sólo el hecho de que pueden ser aliados poderosos ha impedido que, la línea de sangre encontrase la aniquilación a manos de la Camarilla.

Los Samedi tienen fama de asesinos y guardaespaldas competentes y a menudo se los puede encontrar al servicio de cualquiera que pueda cubrir su precio. Tanto los Nosferatu como los Giovanni parecen tener simpatía por estos Vástagos deformes y la mayoría de los Samedi se negarán a atacar a ninguno de estos clanes a menos que se les pague una considerable cantidad de dinero.

Apodo: Fiambres o Zombis.

Apariencia: Los Samedi parecen cadáveres en estado de descomposición bastante avanzado. Su piel es blanda al tacto, y rezuma fluidos asquerosos al más ligero contacto. Ciertos Samedi son correosos y demacrados, parecidos a momias arrugadas. En cualquier caso, los ojos de los Samedi están hundidos en sus cuencas y los labios y encías se han retirado de sus dientes. Casi todos los Samedi pierden la mayor parte de su nariz.

Refugio: La mayoría de los Samedi prefieren mantener sus refugios en cementerios o cerca de ellos, excavando túneles ocultos en mausoleos o bajo los sótanos de funerarias.

Trasfondo: Los Samedi existen desde hace poco tiempo, pero durante los 200 últimos años la línea de sangre se ha extendido tremendamente. Como regla general, estos Vástagos rara vez se agrupan y es extremadamente infrecuente encontrar más de dos de ellos en una misma ciudad, aun siendo una pequeña. La mayoría de los Samedi confesarán haber trabajado como forenses o funerarios antes de ser Abrazados. Muchos admitirán también que en la época del Abrazo estaban al borde del suicidio.

Creación del personaje: La mayoría de los Samedi estaban fascinados por la muerte en sus vidas como ganado y siguen fascinados con ella después de haber sido Abrazados. Los Atributos mentales son primarios y los Conocimientos tienen especial importancia.

Disciplinas: Nigromancia, Ofuscación, Tanatosis

Debilidades: Como los Nosferatu, los Samedi tienen un aspecto horrible y tienen una Apariencia de cero. Estos Vástagos arrastran hedor a putrefacción, incluso con el viento más ligero y la extraña textura de la piel de los Samedi basta para repugnar incluso a las constituciones más fuertes.

Organización: Los Samedi parecen no tener una verdadera organización. En las escasas ocasiones en las que se reúnen dos o más de estos Vástago, cotillean y van cada uno por su camino. Hay una pequeña facción de esta línea de sangre que está tratando de rectificar esta situación, pero hasta ahora no ha tenido lugar ningún cambio importante. Por otra parte, se ha informado de reuniones de pequeños grupos de estos Vástagos en cementerios, de madrugada.

Cita: “Tan seguro estás de ser inmortal? Ven aquí discutamos sobre las verdades de la inmortalidad... unámonos en una discusión de la muerte.”

Estereotipos:

• La Camarilla: Nos temen, y qué dulce es su miedo. Pueden tener sus príncipes, e incluso seguiré sus leyes, pero para ellos, cada segundo cerca de mi es un horror incluso para sus miembros más bestiales.

Sigo diciendo que la sola existencia de estas animaciones despreciables y torpes viola la Mascarada, pero eliminarlos es una acción en la que no me interesa participar. Quizá ellos mismos pongan fin a su grotesca existencia. 

— François Villon, Príncipe de París 

• El Sabbat: Preferiría ser la cena de un Antediluviana antes que enfrentarme a una manada de estos cabrones. Al menos el Antediluviano sería más sincero sobre lo que quiere de ti.

Esas pilas de carroña son enemigos peligrosos, pero también unos aliados sumamente valiosos. Todos deberían ser reclutados... o destruidos. 

— Jefferson Foster, obispo del Sabbat 

• El Inconnu: Un grupo tolerable. La mayor parte M tiempo se mantienen aislados y eso lo respeto. Algún día incluso intentaré hablar con uno de ellos, veré de qué van. Algún día en el que ya no quiera existir, es decir.

Mi investigación no ha revelado gran cosa, pero lo que he averiguado me asusta. Temo que no sean simplemente una subespecie de los Nosferatu o Giovanni, sino una amalgama insana de todo lo que mas despreciable hay en los no-muertos. 

— Dondinni, Monitor de Genoa, de la sexta generación