Si los Lasombra son el corazón del Sabbat, el clan Tzimisce es su alma. Hasta los demás
vampiros se sienten incómodos cerca de estos siniestros Vástagos, y el apodo de “Demonios”
les fue otorgado en noches del pasado por horrorizados miembros de otros clanes. La característica Disciplina de Vicisitud de los Tzimisce es el objeto de este temor; circulan historias de
paralizantes deformidades provocadas por capricho, de fantasmales “experimentos” y torturas
refinadas más allá de la comprensión y resistencia humana... o vampírica.
Al principio, esta temible reputación parece inmerecida. Muchos Tzimisce son seres
reservados y perspicaces, muy alejados de las aullantes manadas de guerra que suelen formar
el Sabbat. La mayoría de los Tzimisce parecen criaturas racionales, de formidable inteligencia, inclinaciones científicas e investigadoras, e instintivamente agradables con sus
huéspedes.
Pero los Vástagos que tratan con los Tzimisce se dan cuenta de que los rasgos
humanos de los Demonios ocultan algo... distinto. Durante milenios, los Tzimisce
han explorado y refinado su comprensión de la condición vampírica, alterando sus cuerpos e ideas para ajustarlos a nuevos y extraños esquemas. Si es
necesario, revelador o simplemente divertido, los Tzimisce no vacilan en
alterar a sus víctimas de la misma forma. Aunque los Demonios más jóvenes
pueden ser descritos como despiadados o sádicos, los antiguos sencillamente no
pueden concebir la misericordia o el sufrimiento... o quizá sí, pero lo consideren
irrelevante.
En noches del pasado, el clan Tzimisce estaba entre los más poderosos del
mundo, dominando gran parte de la región que hoy se conoce como Europa
Oriental. Grandes hechiceros, los Demonios dominaban también a los mortales de la región, inspirando muchas de las historias de horror sobre vampiros.
Muchos clanes conspiraron para expulsar a los Tzimisce, pero fueron los Tremere quienes lograron el éxito. De hecho, tal y como lo cuentan algunos,
los Tremere utilizaron vitae de un Tzimisce capturado en sus experimentos
para hacerse inmortales. Ésta es la razón del odio de los Tzimisce a los
Brujos, y los Tremere que caen en las garras del Sabbat suelen sufrir
un horrible fin.
Durante la Gran Revuelta Anarquista, el clan Tzimisce se
volvió contra sí mismo, al descubrir los miembros más jóvenes
el modo de romper los Vínculos de Sangre que les forzaban a
servir a sus mayores.
En la lucha que hubo a continuación,
los Demonios más jóvenes destruyeron a muchos antiguos
y derribaron lo que quedaba de sus bases de poder. Algunos
vampiros del Sabbat murmuran que el clan consiguió encontrar y destruir a su progenitor Antediluviano, aunque
los Demonios no lo confirman ni lo desmienten.
Ahora, los Tzimisce sirven al Sabbat como eruditos, consejeros y sacerdotes.
Muchas prácticas de la secta tienen su origen en las costumbres del clan. Explorando las posibilidades y límites del vampirismo, el clan espera descubrir el gran
propósito de la Estirpe como un todo. Si implica la destrucción de todos los arcaicos Antediluvianos, la eliminación de la Camarilla y la vivisección de millones
de víctimas del ganado, bueno, todos los experimentos tienen sus consecuencias.
Apodo: Demonios.
Secta: La mayor parte del clan sirve al Sabbat. Unos pocos antiguos de gran
poder conservan su independencia, y se cree que pertenecen al Inconnu. Apenas
hay Tzimisce en la Camarilla; incluso los Demonios hostiles al Sabbat encuentran de un gusto deplorable la presencia de la Camarilla entre las masas.
Apariencia: Como maestros de la Disciplina de Vicisitud,
los Tzimisce suelen tener un aspecto imponente... que sea imponentemente bello o imponentemente grotesco depende del
capricho del Demonio en cuestión. Los Tzimisce más jóvenes,
buscando explorar sus naturalezas inhumanas, realizan todo tipo
de modificaciones en sus cuerpos. Los antiguos suelen adoptar
formas simétricas y perfectas; después de todo, el cuerpo no es
más que una máquina pasablemente útil. Los rostros Tzimisce
parecen con frecuencia máscaras de vacía perfección, y los Demonios ríen muy poco, aunque se sabe de algunos que sueltan
risitas durante experimentos particularmente elaborados.
Refugio: Los Tzimisce son seres extremadamente reservados y amantes de la intimidad, que valoran mucho la santidad
del refugio. De hecho, el clan tiene toda una serie de elaborados
protocolos en torno a la hospitalidad. Un Demonio protegerá
con su no-vida a los huéspedes invitados a su refugio; los intrusos son perseguidos hasta el fin del mundo y castigados de forma
lenta y dolorosa. Sorprendentemente, los refugios Tzimisce, o
“mansiones” no están necesariamente equipados con los lujos
y comodidades de las residencias Ventrue o Toreador. Los refinamientos de los mortales significan poco para los Demonios.
Trasfondo: Es raro que los Tzimisce Abracen por capricho. La elección de chiquillo refleja el carácter del sire, por lo
que los Demonios sólo escogen a mortales que parecen aptos
para beneficiar al clan. La “brillantez” y la “perspicacia” son
especialmente apreciadas; que luego estas características se reflejen en teorías científicas o en asesinatos en serie es una diferencia irrelevante.
Creación del personaje: Los Atributos Mentales son los
más apreciados en el clan. Aunque desciende de un trasfondo
de nobleza, el típico Demonio del Sabbat no se preocupa por las
mezquinas distinciones de este tipo; así, es raro que los Atributos Sociales (con la notable excepción de la Apariencia) sean
primarios. Los Conocimientos son muy apreciados, y hay tantas
posibilidades de que los Tzimisce sigan una Senda de Iluminación como de que conserven su Humanidad. Los Trasfondos más
frecuentes son Posición (Sabbat), Recursos y Criados (ghouls).
Disciplinas del clan: Animalismo, Auspex, Vicisitud.
Debilidades: Los Tzimisce son criaturas muy territoriales,
que mantienen un refugio particular y lo vigilan fieramente. Allí
donde duerma un Demonio, debe rodearse con al menos dos puñados de tierra de un lugar importante para él en su vida mortal:
quizá su lugar de nacimiento o el cementerio donde se le sometió a los ritos de creación. De lo contrario, la Reserva de Dados
del personaje se reduce a la mitad cada 24 horas, hasta que sólo
pueda usar un dado en todas sus acciones. Esta penalización se
mantiene hasta que descansa un día entero entre su tierra.
Organización: A pesar del orgullo de los Tzimisce por su
herencia y costumbres, hay poca organización en el clan. Los
sires y chiquillos están más cerca unos de otros que la mayoría
de los vampiros del Sabbat, pero por lo general cada Demonio
se abre su propio camino en el mundo. Uno de los Demonios
ostenta el ancestral título de Voivoda; el Voivoda es nominalmente el líder del clan, aunque en la práctica actúa más como un
“sacerdote” o líder del rito que como un gobernante temporal.
Linajes: Muchos Tzimisce proceden de “familias ghoul”
especializadas que han servido durante mucho tiempo al clan.
Los Tzimisce descendientes de la familia Bratovitch sustituyen
la Disciplina de clan de Auspex por Potencia, pero suman 1 a
la dificultad de todas sus tiradas para evitar el frenesí. Algunos
Tzimisce son koldun, o hechiceros. Estos Vástagos reemplazan
la Disciplina de clan de Vicisitud por Taumaturgia, pero suman
1 a la dificultad de sus tiradas para resistir la magia.
Cita: ¡Bienvenido, mil veces bienvenido! Me siento honrado de que por una noche hayamos podido dejar a un lado
las necias rivalidades de la Yihad, de que hayas podido venir
bajo mi techo con espíritu de... ¿eh? ¿Cómo? ¡Ahh... ese ruido!
¡Una nadería! ¡Nada que deba preocuparte, querido huésped!
Estereotipos:
• Assamitas: Los turcos vuelven a aullar a las puertas. Las Noches Finales deben estar cerca.
• Brujah: Como nosotros, han sido injustamente derribados. Pero ellos no se han adaptado.
• Gangrel: El sabueso ya empieza a moverse en la perrera. Pronto saldrá para lamer los pies de su viejo amo.
• Giovanni: ¿Por qué se obsesionan con estados del
ser de los que, como inmortales, no tenemos que preocuparnos?.
• Lasombra: Son verdaderas sombras, amenazadoras
pero a fin de cuentas insustanciales. Pero a veces es más
fácil alcanzar un logro bajo la cobertura de la oscuridad.
• Malkavian: Seguramente, el aforismo de que el
genio y la locura están muy próximos fue acuñado por
un desdichado Lunático que buscaba una excusa para su
enfermedad.
• Nosferatu: No importa cómo los retuerzas, siempre
vuelven a su estado original. Fascinante.
• Ravnos: Nadie merece un castigo más feroz que el
huésped no invitado.
• Seguidores de Set: Dicen que un gusano puede ser
partido en dos, o incluso troceado, y cada parte volverá a
crecer de nuevo. Me pregunto si los Setitas podrán hacer
lo mismo.
• Toreador: ¡Tan adorables, tan dóciles, como muñecas! Pero lo más encantador de ellos es su forma de gritar.
• Tremere: Deseaban la inmortalidad: ya la tienen. Sabed, advenedizos, que la agonía bien administrada puede
hacer que un instante parezca la eternidad, y que una
eternidad de eternidades es mucho tiempo para sufrir.
• Ventrue: Si uno elige mal, lo menos que puede hacer es sobrellevar su error con dignidad. Los Ventrue encarnan mucho de lo que es noble entre los Condenados,
y cuando llegue el momento de destruirles, les permitiremos morir lentamente y con honor.
• Caitiff: Por lo general fueron creados apresuradamente, por lo que pocos sirven como otra cosa que objetos de estudio.
• Camarilla: El caldero en el que los Antediluvianos
esperan cocinar un sangriento estofado. Cuando sea volcado, los demás lo verán y nos darán las gracias.
• Sabbat: Tiene sus defectos, pero es nuestra mayor (y
única) esperanza.
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