Los Ventrue remontan su linaje a la Segunda Generación.
Como los más antiguos de Enoch, su sentido de la tradición
los guía. El derecho divino les corresponde por nacimiento,
pues su legitimidad ha sido documentada en letras rojo sangre a lo largo de la historia Cainita. Que los más aptos para
gobernar lo hagan.
El liderazgo es su don y su carga. Les molestan las restricciones de los Lasombra, siempre
hambrientos y ambiciosos. Todo el poder que
puedan desear está a su alcance. Cuando llegue el
momento, los príncipes mercantes y reyes
guerreros dirigirán a
sus hermanos para
eliminar el yugo impuesto por los que
han gobernado
durante demasiado tiempo.
Los Ventrue
siguen el ejemplo de la Antigua
Roma, de los Julios
y los Brutos, los
aristocráticos conquistadores que se
amparaban en un
marco de disciplina,
fortaleza y carisma para
liderar. Pueden ser una potente combinación de poderosos
oradores y bravos soldados, cortejando el
favor como cualquier buen césar. De hecho, el término “dominar”
surgió de dominus y domina, títulos de la aristocracia romana.
Pesada resulta la corona a la cabeza que la porta, pues
los Ventrue se preocupan a menudo más que los otros Clanes por los mortales a su cargo. Los recuerdos gloriosos de
sus días como mortales son un esbozo demasiado emotivo y
estimulante como para no seguir su búsqueda del poder a lo
largo de su no-vida.
Con sus poderosas Disciplinas de Dominación y Presencia a menudo son enviados para mantener la paz entre
los Cainitas y ejercer su derecho divino para mantener el
Silencio de la Sangre.
Durante la Larga Noche los Ventrue se retiraron
de las posiciones de poder más visibles, prefiriendo
gobernar sin ser vistos. Pero con la llegada de
la Guerra de los Príncipes los Ventrue están
preparados para alzarse. Todo
lo que necesitan hacer es
convencer a los demás.
Los Ventrue no son
tan flexibles como sus
oponentes y son víctima
de las luchas internas, pero cuando se
alían pueden alcanzar
metas terriblemente
ambiciosas.
Sobrenombre:
Acaparadores de
Poder, Ambitiones,
Patricios (despectivo).
Apariencia: Los
Ventrue no suelen
llevar ropas ostentosas.
La tela y el corte serán excepcionales, hechos a medida.
Dependiendo del temperamento,
podrá verse un caro brocado o simplemente un
corte excepcional. Siempre visten de acuerdo a su posición,
pero toman cuidado de no destacar por encima de aquéllos
a quienes manipulan.
Refugio: Les disgusta estar en medio de la nada, a menos
que se trate de una fortaleza con extensas tierras y recursos de
los que depender. Debido a sus necesidades de alimentación
suelen recurrir a lugares que les provean de amplios rebaños. Prosperan entre el populacho, pues ¿qué propósito tendría ser
un líder sin nadie a quien liderar?
Trasfondos: El sentido de superioridad de los Ventrue es tal que puede resultar repelente. Tiene sentido que busquen a
la aristocracia y a la crema de la sociedad para el Abrazo, aquéllos cuya educación, trasfondo y talentos llamen la atención
de la élite Ventrue.
Nunca se reproducen por capricho, sino que seleccionan a los candidatos como el buen vino. Cuando Abrazan a un
Chiquillo se centran en su entrenamiento y en su educación para perfeccionarlo a ojos de los Ventrue. Se aprecia la pureza
de la sangre, pero también ven con buenos ojos la fortaleza que se obtendría con un prodigio de trasfondo más mestizo. Los
Ventrue con abolengo menos rancio pueden escalar posiciones en sus filas, pero requiere verdadera dedicación, el apoyo de
un Sire bien considerado, talento y suerte.
Creación de personajes: Los personajes Ventrue requieren un fino equilibrio entre los Atributos Sociales y Mentales, entre
las gracias sociales y los conocimientos. Un Ventrue con Carisma bajo es como un pez sin agua, coleteando desesperado hasta
morir. En cuanto a Trasfondos, Aliados y Criados son muy útiles, y no deberían olvidarse Recursos y Dominio para las propiedades. El Camino de los Reyes les resulta
muy atractivo, pues cada Ventrue cree que su derecho de nacimiento es liderar.
Disciplinas de Clan: Dominación, Fortaleza, Presencia.
Debilidades: El gusto exclusivo tiene su coste, y los Ventrue se ven restringidos a un único tipo de mortal (mercaderes, franceses, católicos, niños
pequeños). Esta elección limita considerablemente el rebaño del que pueden
alimentarse. Pueden consumir sangre mortal que no pertenezca al grupo de
su preferencia, aunque no satisfará a la Bestia ni les proporcionará sustento.
Organización: Creen firmemente en el sistema feudal. La estructura y
la jerarquía les permiten comprender con claridad quién está por encima y
quién por debajo de ellos. Un juramento, respaldado por la Sangre, es uno
de los métodos más sencillos para fomentar la lealtad en los inferiores.
Cita: "Huelo el poder en el aire. Un rey ha muerto. Larga vida al rey. Permanezco en las sombras del trono, pero la
mayoría desconoce mi nombre. Los años pasan como las mareas, las dinastías caen y yo sigo como valioso
consejero. No verá los hilos atados a sus miembros hasta que sea demasiado tarde.
El rey ha muerto. ¡Larga vida al rey!"
Estereotipos:
• Brujah: Nos odian, pero nos necesitan. Templamos su
ferocidad con la compresión de los requisitos para el gobierno.
Si se da forma a su ambición, pueden ser peligrosos aunque
poderosos aliados.
• Capadocios: Cáscaras marchitas ansiosas de muerte. Que se queden
con sus cadáveres y sus criptas y nos dejen con nuestras conquistas.
• Gangrel: Bestias, simple y llanamente. Excelentes perros de presa,
aunque mejor llevarlos con correas cortas.
• Lasombra: Aunque ahora estén en alza su tiempo llega a su fin.
Sólo necesitamos aprovechar la oportunidad.
• Nosferatu: Repugnantes y a menudo apestosos. Si los usáis,
tened cerca un pañuelo. Algunos son lo bastante listos como para
resultar útiles, si podéis soportarlos.
• Toreador: Aunque puedan parecer impacientes por su obsesión con la belleza, los Toreador a menudo son nuestros iguales
en los entornos sociales. Aduladlos con palabras hermosas, pero
no olvidéis que son los menos fiables de nuestros hermanos.
• Tzimisce: Antiguos gobernantes inconscientes de que
su tiempo ha pasado. Nos aliaremos con quien haga falta
para borrarlos de la faz de la tierra.
•Tremere: Hablan con acertijos y apuntan a vastos depósitos de conocimientos ancestrales. Si debéis, usadlos
y nada más. Que se pudran con su polvo y sus libros.
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