Desde el mismo instante en que un Bay't Mutasharid siente como entra la sangre del clan en su cuerpo, sabe que de verdad está maldito: los dolorosos cambios que arruinan su cuerpo en los días posteriores son los dolores de parto de algo completamente inhumano. Lo que antes era una criatura creada a imagen y semejanza de Dios se convierte en una criatura horrenda y retorcida, pero al contrario que muchos de sus primos Nosferatu europeos, los Mutasharidin del imperio no se lamentan de su maldición. Son monstruos y siguiendo el ejemplo del gran cazador que engendró su linaje se convierten en verdaderos depredadores. Aunque no son malvados per se tampoco son humanos y se rigen por normas morales distintas. Todos los que se han encontrado con uno de ellos, sean vivos o muertos, tienen la impresión de que son horrendos y que hay que tratarles como monstruos, y por tanto actúan como monstruos y buscan satisfacer sus propias necesidades sin preocuparse lo mínimo por los demás.
El bay't en general está obsesionado despiadadamente con su supervivencia, ya que es plenamente consciente de que su aceptación de la inhumanidad provoca que tanto los mortales como los vampiros cacen a sus miembros. Una de las estrategias que emplean combina el ocultarse con la recolección de información. La maestría que tiene este bay't de Ofuscación hace que les sea fácil evitar a los cazadores y espiar a otros para estar sorbe aviso de posibles amenazas. En el transcurso de sus investigaciones el bay't se encuentra con un montón de información útil adicional, que intercambia alegremente con otros Cainitas a cambio de favores, que pueden resultar útiles cuando se presenta algún peligro.
Algunos miembros del bay't asumen el punto de vista opuesto y se condenan a simple vista, participando activamente en bandas de vampiros según la teoría de que en la multitud se halla la seguridad. Como cabría esperar, siempre mantienen en secreto la localización de sus refugios. Los Mutasharidin emplean aves y otros animales para comunicarse con otros de su especie que se encuentren en ciudades lejanas. La distancia entre las comunidades suele ser vasta y los viajes por el desierto arduos, sobre todo para un vampiro. Es mucho más fácil y rápido que sea un pájaro el que recorra volando la distancia en su lugar. Los antiguos Mutasharidin suelen mantener pequeñas charcas de cría llenas de agua corrompida con sangre en oasis dentro de las profundidades del desierto. Han aprendido una técnica, que guardan con celo, mediante la cual pueden diluir lo suficiente la concentración de sangre en el agua como para evitar crear ghouls a partir de los mortales que beban de ellas repetidas veces, pero que aun así siga siendo suficientemente fuerte como para criar animales de tamaño y fuerza superiores.
Sin embargo en siglos recientes una porción cada vez más grande del bay't ha adoptado las enseñanzas de Muhammad y abandonado la conducta tradicional de los Mutasharidin, rechazando la idea de que sean inherentemente monstruosos. Liderados por el poderoso Matusalén Tariqe al-Haaji, estos vampiros se han convertido en el corazón de la secta Ashirra. Abrazan por completo la creencia en que la sumisión a Alá ofrece un camino a la redención, incluso para los Cainitas más horrendos.
Estos fieles Mutasharidin se hacen llamar los Hajj, y toman prestado el nombre de su fundador y de la peregrinación a La Meca que se espera emprenda todo musulmán como mínimo una vez en la vida. La hajj es una experiencia desgarradora para los Cainitas ya que los lugares sagrados del Islam resuenan con el poder de Alá y obligan a todas las criaturas de la noche a las más puras a huir. Llamas agónicas acarician la figura del vampiro a medida que se aproxima a las ciudades santas y pocos pueden evitar su destrucción si persisten en su avance. Todos los fieles Ashirra aspiran a entrar en estas ciudades, pero pocos lo han logrado... y la mayoría de ellos son Mutasharidin. Los que tienen éxito en la peregrinación reciben la bienvenida entre los Hajj que ya han pasado la última prueba de fe y pasan a residir en una de la ciudades sagradas, merecedores en vedad de su título al fin..
Entre los Hajj que fracasan en el peregrinaje algunos escogen obligarse a continuar, enfrentándose a la Muerte Definitiva como juicio divino por su fracaso. Otros regresan portando las quemaduras en sus cuerpos como signos de su derrota y como acicate para acrecentar su sumisión a Alá. Tras décadas de devoción, gran parte de las cuales dedican a enseñar a otros vampiros e intentan convertirles, lo intentan de nuevo. Después de un periodo de descanso y reflexión, los Hajj que han completado el peregrinaje se marchan de las ciudades santas y viajan a otras partes del mundo islámico, para convertirse en personajes importantes dentro de las comunidades de Ashirra en todo el imperio, en general cumpliendo el papel de imanes, 'ulamas o muecines.
Apodo: Cazadores, Creyentes (sólo los Hajj).
Apariencia: Cada Mutasharid es único. La maldición de Caín retuerce su cuerpo hasta convertirlo en una burla de la forma que antaño tuvo. Los rasgos faciales se alteran radicalmente, el pelo se cae y la carne se plaga de ampollas, pústulas y verrugas. Los huesos se prolongan, se hunden o se retuercen en formas imposibles. Seguramente nadie podría confundir a un Mutasharid con un humano. Muchos Hajj presentan graves quemaduras en sus cuerpo, resultantes de intentos fallidos a la hora de aproximarse a La Meca. Al contrario que los Nosferatu europeos, pocos Mutasharid o Hajj ocultan sus cuerpos... ni se avergüenzan de sus semblantes horrendos.
Refugio y Presa: Muchos Mutasharidin se refugian en el subsuelo. Los sótanos de los edificios o los qanats, canales subterráneos formados por sofisticados conductos de agua, son las opciones más comunes. Suelen alimentarse de los pobres y los sin hogar, aunque algunos emplean Ofuscación para colarse en las casas de los ricos y los poderosos. Después les encanta revelar sus verdaderos rostros a sus víctimas antes de alimentarse y dejarles al borde de la muerte. Los Hajj se refugian en las mezquitas u otras construcciones asociadas con el Islam. Suelen cumplir al pie de la letra las limitaciones de los Ashirra a la hora de alimentarse y solo se alimentan con mesura de algún rebaño musulmán o cazan infieles.
El Abrazo: Los Mutasharidin Abrazan a gentes que no saben que hacer con su vida o marginados de la sociedad, con la esperanza de que su alineación les permita hacer frente mejor a los rigores del Abrazo. En los últimos siglos esta actitud les ha salido cara una y otra vez. Las filas de los Hajj se han nutrido con más individuos aparte de los descendientes de Tariqe gracias a los Mutasharidin recién Abrazados que rechazan la idea de ser inherentemente monstruosos e intentan purificar su alma reafirmando su sumisión a Alá. Ya que cada vez más miembros del bay't jóvenes se están uniendo a los Hajj, los no creyentes Mutasharid han comenzado a Abrazar a resentidos, ya que han descubierto que su rabia contra la sociedad puede retorcerse con facilidad hasta convertirse en la actitud propia de un monstruo Mutasharid.
Creación de Personaje: Los Atributos Mentales suelen ser los primarios, aunque los Sociales acostumbran a mejorar con rapidez tras el Abrazo, sobre todo la Manipulación. Los Talentos son por lo general sus Habilidades primarias. La mayoría de los Mutasharid tienen Naturaleza de Monstruo o algo similar. No es raro encontrar en el bay't Aliados, Contactos y Rebaño. La mayoría de los Mutasharidin tradicionales siguen el Tariq el-Shaitan (camino del Diablo) o el-Brdouin (camino del Nómada), mientras que los Hajj recorren el Tariq el-Sama (camino del Cielo).
Disciplinas: Animalismo, Ofuscación, Potencia.
Debilidades: Todos los Mutasharidin son horriblemente deformes. Su apariencia es automáticamente cero y nunca puede mejorarse mediante ningún medio. Todas las tiradas sociales relacionadas con la Apariencia fallan automáticamente.
Organización: El bay't Mutasharid está organizado de forma difusa pero conserva una buena red de contactos. Sus miembros difunden la información con bastante libertad entre los grupos y las ciudades. Los Hajj están unidos de forma más estrecha y dependen los unos de los otros y de los demás Ashirra para protegerse de los vengativos miembros de otros bay't dispuestos a corregir el "error" que creó a los Hajj.
Cita: "Estoy seguro de que la información que te he proporcionado pondrá fin a este desafortunado incidente. Por supuesto, seguramente no te habrías visto envuelto en esta situación si no hubieses estado intentando fingir que seguías siendo uno de la Estirpe."
Estereotipos
Los Ashirra: Un juego en el que solo participan aquellos demasiado ingenuos como para comprender la verdad. La sangre de nuestras venas nos convierte en monstruos, y por mucho que reces, nada podrá cambiar este hecho.
Los Franjj: Más víctimas. Dejad que vengan. Ya sabemos más sobre ellos que lo que jamás sabrán ellos de nosotros.
Al-Amin: Un antiguo juego. El cazado caza al cazador. Ahora parece que el juego se acabo. Nuestros enemigos tienen problemas nuevos. Si son ciertas las nuevas que llegan de Europa, han entrado nuevos jugadores en la partida y las reglas han cambiado.
Banu Haqim: ¿Me estás juzgando, hermano? ¿Quieres beber mi sangre? ¿Cómo podrás hacerlo si sé dónde descansas y puedo asumir el aspecto de tus mejores aliados?
Qabilat al Khayal: Sabemos el papel que tuvieron en la partida de los Hajj, y no sobrevivirán a nuestra venganza.
Walid Set: Nuestros únicos aliados. Los Walid Set comprenden nuestros objetivos y contribuyen mucho a su consecución a su manera. No compartiré mis secretos con ellos, pero sí mis planes.
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