Como era lógico esperarse, los Caitiff suelen buscar la compañía de los
anarquistas cuando se han hartado de que les escupan, los empalen, los
incendien, se burlen de ellos, les amenacen, les culpen de cualquier problema, les impidan el acceso al Elíseo, los utilicen como carne de Lupino o de
Sabbat, los humillen y los insulten. Después de todo, no se puede patear
a un perro para siempre, ya que acabará mordiéndote. Por estas razones,
los Caitiff se encuentran entre los defensores más numerosos y fervientes
de la causa anarquista de nuestras noches. No siempre fue así, aunque los
Caitiff se han vuelto más frecuentes en las Últimas Noches. De hecho, una
gran parte de la culpa de la situación actual del movimiento anarquista la
tienen ellos (no de forma directa, aunque su terrible destino parece estar
arrastrando al resto de la secta).
Muchos Caitiff acaban aceptando esta situación, por lo que suelen
marcarse el objetivo de demostrar su valor en la lucha contra los retorcidos antiguos y sus corruptos lacayos. Debido a que su “clan” es un crisol
de Vástagos de linajes indeterminados, carecen de características unificadoras aparte de su falta de decoro. Los Caitiff han alimentado las filas
de los anarquistas con algunos de los mejores estrategas, los soldados más
valientes, los diplomáticos más elocuentes y los exploradores más inteligentes. La ausencia de características comunes hace que sean difíciles
de derrotar, ya que pueden hacerse pasar por miembros de cualquier
clan sin sufrir sus limitaciones.
Expertos en cualquier Disciplina, los
Caitiff son los anarquistas par excellence. Son jóvenes, adaptables y
dispuestos a tratar con la oposición.
Pero a pesar de todo, donde los Caitiff fracasan es en
su incapacidad para entender la sociedad Cainita. Resulta una buena idea enseñar una lección a esa arpía Toreador, pero cuando desconoces las reglas del
Elíseo, difícilmente se te presentará la oportunidad.
Nadie puede elegir su propio Abrazo (el único crimen de los Caitiff es que no han podido aclimatarse).
Los defensores de la presencia de los Caitiff en el Movimiento Anarquista
la consideran un punto fuerte. Como el único inconveniente que poseen es su
ignorancia, todo lo que necesitan hacer es aprender. Muchos de los Caitiff
del movimiento se han dedicado a ello. Aunque todavía son unos chuchos
carentes de pedigrí para los anarquistas (los viejos hábitos tardan en morir
entre los Vástagos), representan el camino futuro para la Revuelta Anarquista, y
para todos los Vástagos en general. Al menos eso es lo que afirman.
Apodo: Basura (o de forma menos despectiva, Huérfanos).
Apariencia: La vida anterior de los Caitiff suele dictar su apariencia en el
mundo de los no muertos, algo que sucede más en su caso que en el del resto de
los Vástagos. Al carecer de un ideal de clan al que aferrarse, de un mentor que
les comunique sabiduría y del apoyo de sus iguales (si exceptuamos el “Apártate,
paria”), los Caitiff se aferran a sus sensibilidades mortales para soportar el horror de
convertirse en Vástagos. Cualquier prenda de vestir, nacionalismo, subcultura o
ideal demográfico es adecuado para ellos, siempre que sea consistente con lo
que le ayuda a mantener su sentido de identidad. En las noches modernas,
los Caitiff son urbanos y pobres, reflejando las duras condiciones de las ciudades del Mundo de Tinieblas, por lo que representan un
comienzo adecuado si no hay ninguna otra idea a mano.
Refugio: Como ocurre con su apariencia, los Caitiff
suelen llevar una existencia similar a la de su vida mortal
en lo que respecta a sus refugios. Una vez que establecen contacto con una célula de anarquistas, tienen pocos
problemas para adaptarse a la existencia comunal propia
de los anarquistas, aunque otros prefieren mantener su
individualismo. Algunos Caitiff mantienen sus hogares
mortales o renuevan sus hipotecas tras su muerte. Como
muchos de ellos son jóvenes, muchos de sus refugios poseen dispositivos que están ausentes de los refugios de
otros Vástagos de mayor edad, como electrodomésticos de
última generación, ordenadores y otros aparatos que dejan
perplejos a los Cainitas menos contemporáneos.
Trasfondo: Elige, los Caitiff pueden venir de cualquier lugar. Incluso aquellos Caitiff que sospechan que
tienen cierto nexo de unión con la línea de su verdadero
clan (selecciona otro clan y difumina sus características)
probablemente posean algo que les mantiene separados
de su herencia. Al mantener un estrecho contacto con la
pobreza que prevalece en las ciudades de las Últimas Noches, los personajes de origen callejero suelen ser apropiados, por lo que cualquier idea que los haya hecho “caer en
desgracia” puede ser adecuada para reflejar la vergüenza
de estos Vástagos ilegítimos.
Creación del personaje: Los conceptos criminal
y clase baja suelen adecuarse al destino genérico de los
Caitiff, aunque cualquier concepto puede encajar con un
poco de creatividad y cierto esfuerzo. Los Caitiff que poseen el mayor potencial de supervivencia suelen favorecer
los Atributos Físicos o Mentales, aunque una especialización en Rasgos Sociales puede facilitarle la resolución
de problemas de forma pacífica. Tanto su educación como
su experiencia abarca un amplio espectro, dando mayor
importancia a las Habilidades individuales que a una agrupación de las mismas. De igual forma, los Trasfondos son
muy variados, aunque es raro el Caitiff que posee una cantidad apreciable de Fama, Mentor, Recursos o Posición.
Disciplinas de clan: Cualquiera (por defecto Fortaleza, Potencia y Presencia)
Debilidades: Los Caitiff no sufren ningún defecto de
clan heredado. Aunque carecen de un lugar en el orden
social establecido, su falta de conexiones con la corrupta
Torre de Marfil (o Dios nos libre, con la Mano Negra) no
resulta un impedimento importante para ellos.
Los Caitiff deben pagar (6 x nivel deseado de Disciplina) cuando aprendan el legado de Caín. Aunque no
reciben el coste bonificado por “Disciplinas de clan” de
(5 x nivel deseado), tampoco deben pagar el coste de (7
x nivel deseado) para aprender Disciplinas ajenas al clan.
Organización: A pesar de su falta de origen común,
muchos Caitiff poseen cierto grado de estructura, al menos entre ellos. Los líderes Caitiff son raros pero distinguidos. Muchos anarquistas Caitiff se unen con entusiasmo
a una manada, agradeciendo el respeto otorgado frente al
desprecio y hostilidad a la que se enfrentan en cualquier
otro lugar de la sociedad Cainita. Pocos sienten vínculos
especiales con otros miembros de su clan, dejando a parte
la infelicidad mutua, aunque muchos de ellos se sienten
orgullosos al escuchar historias que hablan de miembros
carentes de clan especialmente hábiles.
Frase: Ha llegado el momento de pagar por tu soberbia.
Tengo una idea, pretendamos que quieres unirte al club de
campo y que esto es tan sólo una pequeña iniciación dolorosa.
Estereotipos:
• Camarilla: Que se jodan.
• Sabbat: Que se jodan también.
• Anarquistas: Es bueno tener esperanza, aunque ¿no
se acaba todo convirtiendo en decepción?
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