Cortesanos

Un grupo de visires tuvo una gran influencia política en Bizancio durante la época del esplendor de su imperio y sus supervivientes y descendientes siguen decantándose por la Presencia en lugar de la Celeridad. Rebekah (la actual Visir), cuyo conocimiento de la política mortal y Cainita y el protocolo cortesano único. Es conocida por su actividad en los confines de las cortes Cainitas de Bizancio, donde se complace en manipular a otros Cainitas para volverlos en contra de la estirpe de Set. El Imperio bizantino es el crisol del mundo occidental, una zona donde se encuentran tres continentes en un complicado baile de maniobras políticas que dará como resultado un adjetivo descriptivo de su complejidad.

En los salones oscuros de Constantinopla y los templos derruidos de Atenas, las hordas Cainitas ponen en práctica sus planes eternos con una sofisticación inigualada por las cortes europeas, que refleja los propios planes y estratagemas de los mortales. En este entorno fértil, los Assamitas se han adaptado tan bien que sus parientes más sencillos de Tierra Santa tendrían problemas para distinguirlos de otros Cainitas. Muchos antiguos Assamitas consideran a los mortales bizantinos "aceptables", en el sentido de "no son suficientemente europeos como para discriminarlos". Un observador avispado sería capaz de encontrar griegos, turcos y rusos junto a árabes y los chipriotas en las filas del clan.

Los visires que sirven a los intereses del clan en Bizancio son tal vez la casta más diferente comparada con sus homónimos en otras regiones del mundo. Al verse forzados por las circunstancias a adaptarse o perecer, son tan hábiles en la manipulación política y las intrigas cortesanas como los propios Toreador o los Setitas más taimados. Algunos observadores afirman que los Cortesanos son asesinos tan mortíferos como los guerreros, aunque sus armas sean los rumores. Gracias a las maquinaciones de los Cortesanos, más de un partidario de los cruzados se ha encontrado desprovisto de aliados en el momento de mayor necesidad. Las alianzas y vendettas de los Assamitas en Bizancio son tan inescrutables como las de cualquier otro clan. En las noches modernas existen unas dos docenas de miembros de esta línea Cortesana y se encuentran básicamente en Oriente Medio, ocupándose de sus asuntos en las cortes de los Ashirra.