Cuando llegó el momento de oponerse con fuerza a los Antediluvianos, se apiñaron con el resto de Clanes de la Camarilla y decidieron que era más fácil convencernos a todos de que no había ningún problema que solucionar. Por supuesto, estarían dispuestos a asumir un rol de líderes en la nueva organización, pero decidieron que centrarse en insignificantes Principados era la respuesta a una pregunta que no deseaban admitir que existía. Se sentaron en sus tronos. Nosotros nos alzamos sobre sus huesos. Los Ventrue creen que toda la gloria del Clan se debe a sus miembros. Nosotros creemos que es al revés. Creemos en la gloria personal y nuestras reputaciones elevan el nombre de nuestra Sangre. Luchamos por nosotros mismos, no por algún vago concepto de gloria que nos hayan vendido con la esperanza de que muramos bien. Cada Antitribu comienza como caballero, escogido por sus virtudes y sus logros. Algunos incluso aprenden las técnicas clásicas de lucha con armadura para dejar el símbolo todavía más claro a los que no acaban de comprender. Protegemos a los miembros más importantes del Sabbat, aunque seamos incapaces de tomar esas posiciones de poder nosotros mismos. Aquí lideramos mediante el ejemplo. Hemos tomado muchos nombres en el curso de nuestros deberes.
La diferencia entre un Paladín y un Templario no parece muy amplia para alguien de fuera de nuestro Clan, pero esos nombres significan algo para nosotros. Los Templarios sirven a los miembros de alto rango de la Secta como guardaespaldas, caballeros, mayordomos y otros asistentes valiosos. Convertirse en un Templario es un gran honor para muchos Sabbat, pero también significa no poder aceptar nunca ser miembro de la Mano Negra. Los Paladines son aquéllos cuya devoción hacia sus deberes es tan grande que, cuando se les da la opción de convertirse en Templarios o ser parte de la Mano Negra, escogen servir a un líder de la Secta. Todos los Paladines son Templarios, pero no todos los Templarios son Paladines. Tanto Templarios como Paladines sirven al bien mayor cuando se les pide unirse a la Inquisición del Sabbat. Ser un Inquisidor es la prueba definitiva de lealtad para los caballeros como nosotros. La Inquisición busca herejes involucrados con poderes infernales. Muchas de nuestras espadas juran mantener pura nuestra ideología. A veces esto lleva a conflictos con otras criaturas sobrenaturales. Normalmente conduce a Sabbat que han sido tomados por las maquinaciones de la Jyhad. Cuando la Inquisición del Sabbat falla, la historia se relata por el mundo como ejemplo de grandes miembros de la Secta que cayeron ante manipulaciones externas. Cuando la Inquisición tiene éxito, sólo el caballero sabe la verdad, porque el objetivo está muerto.
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