Aunque se oponen al hecho de que tantas tribus errantes se hayan asentado en ellas, aún existen pocos asentamientos de gran tamaño y entre ellos hay amplias extensiones de zonas salvajes. Muchos se recrean en la facilidad de la caza en la civilización, y se ponen a sí mismos nuevos desafíos escogiendo un tipo en particular de presa, desde guerreros a prostitutas cada noche. Sea cual sea el caso, pocos vampiros conocen los vastos desiertos, las agrestes estepas y las otras zonas salvajes de la región tan bien como estos vagabundos. Pueden orientarse en yermos aparentemente idénticos mejor que muchos beduinos mortales. Algunos ofrecen sus servicios a otros vampiros que desean viajar por el desierto sin las complicaciones que supone viajar como parte de una caravana. Los Wah'Sheen tienden a ser criaturas solitarias durante gran parte de sus no vidas y suelen pasar largos períodos sin contactos sociales de ninguna clase a excepción de alguna que otra conversación con los animales salvajes. Rompen su aislamiento pasando periodos ocasionales (de un mes, un año, una década...) en las zonas más pobladas, reuniéndose con otros Cainitas y probando su valía contra ellos, aunque como resultado de su aislamiento los miembros del bay't acostumbran a ser burdos y groseros en el trato y raras veces se molestan en decir mentiras cuando deciden pasar un tiempo en las ciudades y relacionarse con otros vampiros. Por la misma razón pocos se molestan en ocultar las deformidades animales que han adquirido con el paso de los años ya que creen que cada nuevo rasgo les prepara mejor para la supervivencia en uno de los entornos más duros del mundo. La apariencia importa poco: la eficacia lo es todo.
Un grupo de bay't se ha escindido del principal hasta tal punto que ya no se consideran Wah'Sheen. Estos rebeldes, conocidos como los Taifas, han adoptado el Islam como centro de su existencia y se consideran musulmanes. El grupo surgió en la Península Ibérica y toma su nombre de los pequeños principados de al-Andalus. Siguen siendo numerosos sobre todo allí, pero se han diseminado por el norte de África hasta llegar al Levante. Al contrario que los primitivos vagabundos del resto del bay't, los Taifas se consideran guerreros eruditos que combaten una guerra santa. Muchos se dejan seducir por la civilización, incluso hasta el punto de aprender a leer y escribir para poder estudiar mejor las revelaciones del Profeta. Han acogido calurosamente la idea de los Ashirra y se cuentan entre sus filas. Por otro lado su asociación con los odiados musulmanes les ha enfrentado directamente con el resto del clan. Pocas batallas son tan fieras como cuando un Tarifa entra en liza con un Wah'Sheen. Estos Gangrel Taifas se consideran a sí mismos sabios guerreros que libran una guerra religiosa. Se identifican más con los Cainitas que lo siguen que con el clan Gangrel. En la práctica, esto significa que los Gangrel Taifas sólo Abrazan a guerreros devotos. Los nuevos conversos se alían con un Gangrel Taifa mayor, para que los instruyan y los protejan. Esta pareja pasa sus primeras noches viajando por Iberia, persiguiendo a los Cainitas cristianos de todo tipo. A veces los Taifas pueden unirse a un Assamita, pero nunca durante mucho tiempo. Los Taifas han reemplazado la Asamblea por un cónclave semestral en el que discuten sus asuntos. No llevan a cabo ritos de posición. En lugar de esto, los que asisten tienen deferencia para con los mayores presentes. Además, los Gangrel Taifas suelen abstenerse de beber sangre de musulmanes y prefieren la vitae de los cristianos o los judíos.
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