Estos Setitas indios se llamaron a si mismos “Daitya” por una raza legendaria de demonios cósmicos que lucharon contra los dioses Hindúes. Otros Daitya no niegan que los Setitas greco egipcios llegasen a la India. Sin embargo insisten en que su clan ya cazaba en la noche indica milenios antes de la llegada de Alejandro, de hecho, antes de los invasores arios cuyas leyendas forman las sagradas Vedas. El clan vampírico dio su nombre a los demonios míticos. Estos Daitya solo admiten que los Setitas greco egipcios renovaron el contacto entre las alas oriental y occidental. Que ala llegó primero… bueno, ¿quién lo sabe? Cualquiera que sea el origen, los Daitya se convirtieron en uno de los clanes vampíricos más exaltados de la India. Los vampiros indios combinan las ideas de casta y clan: el linaje de un vampiro define su posición relativa hacia otros clanes, e incluso la variedad de trabajos y actividades que puede ocupar. Los vampiros indios no ven nada extraño en tales restricciones, ¡porque los indios mortales siguen el mismo sistema!
Ni las invasiones musulmanas de los siglos pasados ni el gobierno colonial británico ni los intentos actuales del gobierno por abolir las castas trastornaron significativamente el sistema de castas. En el caso del Mundo de Tinieblas, la “casta rechazada” de secularizados indios del gobierno y los negocios muestran signos de la creación de propias castas nuevas… Los Daitya conforman una casta brahmin de sacerdotes y magos. La humildad no esta entre sus virtudes. La doctrina brahmánica convierte a los magos sacerdotes en iguales a los dioses en la preservación del orden cósmico y social. Cuando un brahmán ejecuta correctamente un ritual de sacrificio complejo, los dioses deben atender y ceder a su plegaria. Varios tabús de pureza separan a las castas. Los brahmanes observan los tabús más rigurosos de todos en su comida, hábitos personales e incluso quien puede acercárseles. Cada casta posee sus propios deberes específicos, que contaminarían a cualquier otro de una casta diferente. En la Era Dorada al comienzo del mundo, todo el mundo ejercía sus deberes de casta sin error. En estos tiempos ignorantes, demasiada gente no lo hace.
Doctrinas
La mayoría de vampiros hindúes creen que son demonios. Sus crímenes en sus vidas pasadas predestinaron su Abrazo. Sin embargo, incluso los demonios tienen castas y deberes de casta. Los Daitya perciben su deber de casta como un opuesto extraño al brahmanismo mortal. Como demonios, deben luchar contra los dioses y esforzarse por derribar el orden moral del mundo. Sin embargo, como brahmanes, deben esforzarse por mantener a sus compañeros vampiros dentro de sus propios deberes particulares de casta como asesinos, tramposos, profanadores de los ritos sagrados y todos los demás papeles aborrecibles asignados a los demonios. Si un vampiro sufre la Muerte Definitiva, podría obtener un lugar mayor en su siguiente vida. Los Daitya veneran a Shiva el Destructor, quien forma un tercio de la suprema triada hindú junto con Brahma el Creador y Vishnu el Preservador. El enigmático Shiva gobierna sobre todas las fuerzas destructivas del cosmos, desde desastres naturales hasta el brillo de la iluminación que destruye la ignorancia de un místico. El sexo, la muerte y la locura caen bajo la competencia de Shiva. Vaga en compañía de fantasmas y demonios.
Cuando abre el tercer ojo en medio de su frente, aniquila cualquier cosa que vea. Su mujer Parvati, o Shakti, también adopta la forma de la terrible Kali, la diosa que devora toda la vida que esa vida nueva puede traer. Otorga su nombre al Kali Yuga, la Era Final del mundo antes de su destrucción. Cuando el mundo alcance el punto más bajo de depravación absoluta, cuando la humanidad rechace toda ley, moral y deber de casta, Shiva abarcará todo el Universo son su tercer ojo. Entonces Brahma el Creador podrá dar a luz un mundo nuevo, purificado y sin pecado… y todo el ciclo comenzará de nuevo una y otra vez. Los Daitya se esfuerzan por llevar a cabo esta consumación feliz. Anima a los mortales a violar cada tipo de tabú religioso. Se centran en las leyes del hinduismo, pero a medida que cada religión gana partidarios en el subcontinente Indio, los Daitya las estudian y la interpretan en términos hindús y analizan su potencial para blasfemar. Por ejemplo, los teólogos Daitya explican que Jesús Cristo es un avatar de Vishnu: dicen que como el avatar Krishan del dios, Cristo enseño un sistema de veneración por un dios hombre como una forma para lograr la unión con la suprema deidad.
Un Daitya dedicado examinaría la Biblia en busca de mandamientos morales, y tentaría a un cristiano a violar la mayor parte de ellos posible. El vampiro guaría un musulmán a un diferente pero igualmente apropiado conjunto de pecados, a un budista a los crímenes y blasfemias de esa fe, y etcétera. Esto no impide que un Daitya devoto siga sus propias versiones de tabús de pureza y de austeridad hindúes. Un Daitya no se alimentará del mismo recipiente que un vampiro de una casta inferior. Meditan, ayunan y realizan otras prácticas ascéticas para ganar mérito místico, justo como haría cualquier hindú. No sólo con tales austeridades ayudará a cualquiera a obtener un mejor sitio en su siguiente encarnación, sino que conceden poder mágico a su existencia. Según la leyenda hindú, los demonios ascéticos han ganado tanto poder que han intimidado a los dioses mismos. Algunos Daitya están plenamente convencidos de estas leyendas; dicen que los primeros vampiros están al borde de conseguir tal poder cósmico como resultado de meditaciones que duran milenios.
Organización
Los vampiros de la India sostienen que no tienen nada que ver con las sectas en el sentido político que utilizan los vampiros occidentales. Las sectas vampíricas indias en verdad son comunidades religiosas. Los Daitya reclaman el liderazgo de todos los vampiros que veneran a Shiva. Los demás vampiros, especialmente aquellos de las castas “Intocables”, ¡se disputan esta afirmación! De todas formas, su posición intrínseca como Brahmanes concede a todos los Daitya una considerable autoridad sobre los no muertos de la India. Como los Seguidores de Set, los chiquillos Daitya normalmente formaron parte del culto de sangre del sire y probablemente le sirvieron como un Criado antes del Abrazo. A diferencia de los otros vampiros Brahmanes de la India, los Daitya Abrazan libremente a mortales de las castas no brahmánicas. Los Daitya creen que el “Tercer Nacimiento” a la no muerte superar todas las limitaciones de las castas mortales. También como los Setitas occidentales, el refugio de un Daitya es también un santuario personal. Incluso los Daitya más jóvenes normalmente insisten en un cómodo refugio subterráneo con un habitación separada para su santuario a Shiva; un apartamento con un sótano con varias habitaciones valdrá; Los Daitya Antiguos a menudo tienen su guarida en verdaderos templos subterráneos tallados en la piedra sólida, con salas con columnas, pinturas o tallas murales y estatuas suntuosas de Shiva mismo.
Aunque el Daitya podría ocultar las partes del templo separadas para los vampiros y su culto de sangre, el complejo en su conjunto generalmente también incluye un santuario público a Shiva: En la India, los Daitya no necesitan ocultar su veneración a los demás vampiros. Un templo Daitya puede estar ubicado virtualmente en cualquier lugar, desde una montaña selvática a debajo de las calles bulliciosas de una ciudad, siempre que viva gente cerca para alimentar a los vampiros. Los Daitya se organizan en cuadrillas centradas en un templo. Sin embargo el vínculo más importante es el que tiene uno con su Mentor-gurú, normalmente el sire propio, pero no siempre. Un Daitya permanece subordinado a su Mentor hasta que evidente le supere en algún logro sobrenatural, como dominar una disciplina que el Mentor no conoce, o crear un ritual Taumatúrgico poderoso. Esto bien puede tardar siglos. (Incluso el gran Sundervere, el Daitya más famoso del mundo, de vez en cuando sugiere que tan solo es un acólito de alguien mucho mayor y más sabio que él).
Cada templo posee autonomía completa, aunque los templos más antiguos (con los altos sacerdotes más ancianos y más poderosos) naturalmente se llevan el mayor prestigio. Los diversos linajes Daitya no varían en modo alguno en términos de reglas de juego; no poseen una línea de sangre análoga a los “Setitas Guerreros”. Algunos templos y sus cuadrillas asociadas acentúan el desarrollo de ciertas Disciplinas, incluyendo Disciplinas ajenas al clan, o Sendas de Taumaturgia. Los antiguos Daitya solo tratan un linaje como una “línea de sangre” y es por razones religiosas. Hace varios siglos, el linaje Naktanchara se convirtió al budismo y rechazó la división de castas. Debido a esto los Altos Sacerdotes de los templos Daitya reunidos, en una muestra única de unanimidad, declararon a los Naktanchara por siempre descastados y contaminados, hasta la última generación. Parece que incluso los blasfemadores profesionales tienen sus límites.
Otras Notas
Apariencia: Los Daitya provienen del subcontinente Indio; por tanto, todos los Daitya parecen pálidos indios, esrilanqueses, paquistaníes y demás. La tonalidad de la piel va desde moreno a marrón, mientras que casi todos los Daitya tienen pelo negro. En público, a menudo visten trajes elegantes o saris como hombres de negocios indios acomodados y sus mujeres. En privado a menudo visten túnicas sacerdotales. La mayoría de Daitya portan una marca de culto de Shiva –una “V” en la frente con la punta en el caballete de la nariz. Cientos de millones de indios mortales siguen la misma costumbre.
Creación del personaje: A los Daitya les importan pocos los atributos Físicos, pero dan gran importancia a los Atributos Mentales y Sociales. Tienden a poseer formidables Habilidades intelectuales y comunicadoras, como corresponde a su papel como sacerdote y profesor. Tanto la Naturaleza como la Conducta tienden hacia lo erudito, lo místico y lo conservador, aunque algunas combinaciones podrían parecer bastante improbables para las formas de pensar occidentales (por ejemplo, un Conducta Pervertida cubriendo una Naturaleza Tradicionalista o Conformista). Los Criados y Rebaños de cultistas son casi universales pero los Daitya tienen menor interés que sus primos Setitas en construir redes de Aliados, Contactos e Influencia. Los Daitya practican sus propias versiones de la Senda del Tifón y de Sutekh, aunque en términos de juego la mayoría de neonatos sigue la Humanidad.
Disciplinas del clan: Ofuscación, Presencia, Serpentis.
Debilidades: Los Daitya comparten la susceptibilidad especial de sus primos occidentales a la luz del sol y otra luz brillante.
Daitya (20 Aniversario)
Contempla a los blasfemos sagrados. Su historia de origen es doble. La primera historia cuenta que los Seguidores de Set viajaron a oriente durante la época helénica con los ejércitos de Alejandro. Absorbieron a Shiva el Destructor, a Rudra, el dios de las tormentas y los cazadores, y al demonio-serpiente Vritra en su propia mitología. La Línea de Sangre evolucionó. La adoración a Set se esfumó. Se llamaron “Daitya” por la raza legendaria de demonios cósmicos que combatieron a los dioses hindúes. La segunda historia no niega que los Setitas grecoegipcios llegaron a la India, pero insiste en que los Daitya ya estaban allí acechando en la noche desde milenios antes de Alejandro. Fue este Clan vampírico quien dio su nombre a los demonios mitológicos.
Los Daitya aceptan que los Setitas grecoegipcios recuperaron el contacto entre las alas oriental y occidental del Clan, pero ¿quién estaba antes? Sea cual sea la verdadera historia, los Daitya son uno de los Clanes más exaltados de la India. Creen que los crímenes de sus vidas pasadas predeterminaron su Abrazo. Se consideran demonios, pero hasta los demonios tienen sus castas y deberes. Como demonios, deben confundir a los dioses y tratar de acabar con el orden moral del mundo. Como brahmanes, deben esforzarse por mantener a sus compañeros vampiros dentro de los deberes de su propia casta, como embaucadores, asesinos y profanadores de ritos sagrados. Si un vampiro sufre la Muerte Definitiva tras haber cumplido con el deber de su demoníaca casta, puede ganarse una mejor posición en la próxima vida. Los Daitya adoran a Shiva, cuyos ámbitos incluyen el sexo, la muerte y la locura. Cuando Shiva abre su tercer ojo, aniquila todo lo que ve. Cuando el mundo alcance un nadir absoluto de depravación, Shiva contemplará a todo el universo con su tercer ojo.
Gracias
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