Yoryari

Esta jati procede de los Sibaritas. Cuando los Sibaritas continuaron pro la senda del exceso y la decadencia, la anciana Karmenita Yoryari se separó de ellos. Decidió trasladarse a la Península Ibérica, donde ha formado una modesta jati con un enfoque más espiritual de la Vía Paradocis. Los Yoryari se centran en las razones por las que la Paradoja llama a ciertos comportamientos en lugar de dar rienda suelta a la satisfacción.

Según esta interpretación, sus adeptos deben actuar siempre por una razón. Las enseñanzas del camino también ordenan acabar con las estructuras de poder y destruir a los individuos poderosos y los objetos para abrir camino a cosas nuevas. Se trata más bien de un deber que de un placer, aunque no pocos disfrutan con su trabajo. Son conscientes de que tales prácticas implican peligro, así que procuran pasar desapercibidos. En mis conversaciones con Karmenita me comentó que cuanto más antigua era una institución, tanto más estancada se quedaba y tanto más difícil resultaba escapar de su influencia y buscar algo nuevo y diferente.

A este respecto, ella opina que lo viejo ha de ser derribado y destruido para evitar la fosilización. Si lleva esto al extremo, trataría de destruir la propia sociedad para reconstruirla de forma diferente, pero no es más que una utopía. Supongo que al menos algunos de los Yoryari tratarán de menoscabar la situación de los Cainitas de alguna forma, quizá alguna banda de Furores u otros. Vigilalos cuidadosamente. Karmenita mantiene una lujosa mansión cerca de Lisboa. Su hijo mayot, conocido sólo como Iago Castillo, se dedica a la piratería en el Mediterráneo y la Península Ibérica, Francia y Gran Bretaña, llegando hasta el Mar del Norte. Muchos de los de este linaje viajan como peregrinos o mercaderes entre los mortales. Karmenita reconoce al fundador de los Sibaritas como su señor, pero siempre habla de él en términos despectivos. Si es cierto la mitad de lo que cuenta que sucedió durante el tiempo que pasó a su tutela, tampoco la culpo. Karmenita busca conscientemente una forma diferente a la simple autogratificación para alcanzar lo que se propone. Creo que aún busca un propósito que la guíe y que ha descartado otras direcciones prometedoras a lo largo de los siglos desde que abandonó a los Sibaritas. Le deseo la mejor de las suertes en su búsqueda.