La revolución contra la Camarilla es tan antigua como la propia
Secta. Originalmente llamada
la Revuelta Anarquista, en las
últimas décadas ha crecido mucho,
ya que a los Vástagos más jóvenes
les cuesta entender por qué deben
seguir los dictados de los Antiguos que parecen encantados de
arrojarlos a la Segunda Inquisición
si es necesario.
Los libres son todos esos
vampiros fuera de la Camarilla.
El Movimiento Anarquista en sus
diversas formas es una subfacción
de los libres y también su manifestación más visible. Muchos buscan
escapar del control de la Camarilla
ocultándose, pero los Anarquistas
han decidido contraatacar e intentar conquistar y controlar dominios antes ocupados por aquéllos
que se autoproclaman sus amos.
¿Y por qué no? Los Antiguos de la
Camarilla están siendo convocados
a Oriente Próximo por la Llamada,
y la Segunda Inquisición ha destruido Príncipes y Primogénitos
por todo el mundo.
La cantidad de Antiguos
disminuye mientras hay una nueva
cosecha de chupópteros Anarquistas hambrientos y ambiciosos cada
año.
La palabra en boga es revolución.
No más compromisos,
no más política, no más negociar
con la Camarilla. El Movimiento
finalmente ha escapado del letargo
de siglos en el que cayó tras la
Convención de Thorns y la formación del Sabbat, pero esa época ya
ha terminado. Los Anarquistas han
recordado cómo luchar, galvanizados por la gran traición de la
Camarilla como culpable de la
Segunda Inquisición.
No es difícil encontrar las
raíces del descontento Anarquista.
A muchos Príncipes de la Camarilla les gusta presentarse como
gobernantes ilustrados y justos
que cuidan con benevolencia del
bienestar de todos los Vástagos. La
experiencia del Neonato convertido en Anarquista es muy diferente. Una vez te dicen que sólo
puedes alimentarte en el distrito
de almacenes, que tu Sire ha sido
ejecutado por oscuras violaciones
de la ley de la Camarilla y que el
Sheriff ha asesinado a tu madre
mortal porque era una “amenaza a
la Mascarada”, la retórica principesca comienza a sonar vacía.
El Movimiento es distinto en
cada ciudad. A veces una ciudad
Anarquista tiene un gobernante
llamado Barón.
Lo normal es que
esté dirigida por pandillas, cada
una con su propio territorio. Algunas ciudades están actualmente
divididas entre los Anarquistas y la
Camarilla, y ambos bandos ansían
imponerse.
Mientras la Camarilla influye
externamente en la sociedad
humana, los Anarquistas se han
arraigado profundamente en su
interior. Muchos mantienen identidades mortales, tal vez incluso
familias y trabajos. Esto los hace
a la vez más vulnerables y más
seguros. Vulnerables porque están
en contacto con su entorno cada
noche y sin duda cometerán errores. Seguros porque el Anarquista
nunca es el señor vampírico en
una mansión en la colina. Son el
DJ en el club nocturno, el terrorífico policía de asuntos internos,
el drogadicto que se arrastra fuera
de tu ventana.
Lo que más motiva al Movimiento Anarquista es el aroma de
la victoria. Por primera vez en siglos, parece que podría ser posible
derrocar a los Príncipes. Si el viejo
orden puede colapsar en Berlín,
¡puede colapsar en cualquier parte!
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