Esto no significa que cada pariente de los Giovanni terminará recibiendo la Maldición de Caín, sin importar sus méritos. Todo lo contrario. La mayoría ni siquiera reciben el Beso del Aspirante, el período brutal en que son convertidos en ghouls. Pero la familia, aunque extendida, se encuentra muy unida. Todo el mundo acude a la fiesta familiar de Navidad, joder. Si recibes una invitación a una de las otras reuniones (las que se celebran cada 4 de abril) será mejor que aparezcas, sólo por si acaso. Muchos de los mortales de la familia Giovanni son en gran parte ignorantes de su verdadera naturaleza, pero sólo los realmente despistados son completamente ignorantes.
Circulan demasiados rumores, incluso entre los capullos retrasados a los que no se les mostrará la Terrible Verdad ni en un millón de años. Puede que no lo sepan, pero hay sospechas. Hay tantos murmullos, insinuaciones asumidas y extrañas noticias que hasta el niño más tonto de la sala finalmente terminará sabiendo algo. Saben que algunas personas de la familia son elegidas, y que si eres elegido, recibes dinero. Asistes a todas las fiestas, incluidas las secretas. Siempre pareces estar bien, siempre sabes lo que pasa, siempre tienes una media sonrisa condescendiente cuando miras a los que no han sido elegidos. Así que incluso los Giovanni (y en menor medida los Milliner, Pisanob y Dunsirn) que no saben exactamente lo que ocurre, saben que ocurre algo. Algo importante. Algo que quieren ganarse. Mucho.
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