Pero la realidad es que en la sociedad vampírica africana los Akunanse y lo Shango ya cumplían con esos papeles, y los Malkavian estaban en desventaja debido a su locura. Aunque en ocasiones unos pocos y cautelosos magaji han elegido Malkavian como consejeros, la mayoría de los Laibon los consideran demasiado impredecibles inquietantes como para concederles determinadas tareas, mucho menos para pedirles información o consejo, pero en cualquier caso los Laibon son reacios a tratar con los Malkavian. La mayoría sólo desea que se vayan. En las noches modernas, nadie está seguro de si Arcus sigue activo (o si alguna vez existió, para empezar). Los “avistamientos de Arcus” se producen varias veces al año, pero la última información fiable sobre su paradero tuvo lugar en el siglo XIX en el Congo. A pesar de todo, los Malkavian han continuado sin él, Abrazando ocasionalmente y continuando su búsqueda de los pergaminos de sabiduría del Reino de Ébano. La mayoría creen que sólo tienen que mirar en el lugar correcto; los más peligrosos son los que creen que ya lo han hecho.
Malkavian (Laibon)
En algún momento de la Edad Media, un pequeño grupo de Malkavian siguió a un miembro de su clan que afirmaba ser el Mesías renacido a las profundidades del continente africano. Su líder, al que los Malkavian recuerdan como “Arcus”, les prometió que encontrarían libros de antigua sabiduría sobre el origen de los Vástagos, el mundo y el universo. Lo que descubrieron, quizás debido a un extraño vínculo de alguna clase, iba mucho más allá de lo que habían soñado o esperado. Pero los nativos no les dieron la bienvenida exactamente con los brazos abiertos. A primera vista podría pensarse que los Malkavian podrían haber encontrado un nicho en el Reino de Ébano como curanderos o consejeros debido a su extraña sabiduría.
Pero la realidad es que en la sociedad vampírica africana los Akunanse y lo Shango ya cumplían con esos papeles, y los Malkavian estaban en desventaja debido a su locura. Aunque en ocasiones unos pocos y cautelosos magaji han elegido Malkavian como consejeros, la mayoría de los Laibon los consideran demasiado impredecibles inquietantes como para concederles determinadas tareas, mucho menos para pedirles información o consejo, pero en cualquier caso los Laibon son reacios a tratar con los Malkavian. La mayoría sólo desea que se vayan. En las noches modernas, nadie está seguro de si Arcus sigue activo (o si alguna vez existió, para empezar). Los “avistamientos de Arcus” se producen varias veces al año, pero la última información fiable sobre su paradero tuvo lugar en el siglo XIX en el Congo. A pesar de todo, los Malkavian han continuado sin él, Abrazando ocasionalmente y continuando su búsqueda de los pergaminos de sabiduría del Reino de Ébano. La mayoría creen que sólo tienen que mirar en el lugar correcto; los más peligrosos son los que creen que ya lo han hecho.
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Pero la realidad es que en la sociedad vampírica africana los Akunanse y lo Shango ya cumplían con esos papeles, y los Malkavian estaban en desventaja debido a su locura. Aunque en ocasiones unos pocos y cautelosos magaji han elegido Malkavian como consejeros, la mayoría de los Laibon los consideran demasiado impredecibles inquietantes como para concederles determinadas tareas, mucho menos para pedirles información o consejo, pero en cualquier caso los Laibon son reacios a tratar con los Malkavian. La mayoría sólo desea que se vayan. En las noches modernas, nadie está seguro de si Arcus sigue activo (o si alguna vez existió, para empezar). Los “avistamientos de Arcus” se producen varias veces al año, pero la última información fiable sobre su paradero tuvo lugar en el siglo XIX en el Congo. A pesar de todo, los Malkavian han continuado sin él, Abrazando ocasionalmente y continuando su búsqueda de los pergaminos de sabiduría del Reino de Ébano. La mayoría creen que sólo tienen que mirar en el lugar correcto; los más peligrosos son los que creen que ya lo han hecho.
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