Desde los Antediluvianos, los creadores de los Clanes de Sangre maldita en Enoch, a lo largo del ascenso de Egipto, Roma y Gran Zimbabue hasta finales de la Edad Media, los vampiros gobernaron la Tierra. Divididos en Bajos y Altos Clanes, se veían como los señores legítimos de la humanidad y se alimentaban de quienes estaban debajo de ellos. Muchos todavía lo hacen, aunque las llamas de la Inquisición los han obligado a reconsiderar sus métodos. Así que sí, los Vástagos son antiguos. Aun así, incluso el más Antiguo entre ellos debe existir en el aquí y ahora, en la segunda década del siglo xxi. Durante los quinientos años desde la primera Inquisición, se han adaptado a la cultura humana y han aprendido a ocultarse y usar máscaras para parecerse a nosotros. Su única oportunidad de seguirnos hacia la Edad Moderna fue convencernos de que no existían, por lo que promovieron el pensamiento racional y la ciencia, patrocinando a los Newton y Descartes de sus dominios. Para la mente racional, su existencia fue oscurecida como una imposibilidad. El capitalismo también fue una bendición, aunque no hubieran inventado ni el libre comercio ni el comunismo. Estos sistemas permitieron una tranquila transición de soberanos oscuros a amos invisibles de la banca, especuladores del comercio del opio, jefes del politburó y supervisores de gulag. Han prosperado en sistemas tan diversos como el comercio de esclavos, la bolsa de valores, las industrias de la música y la moda, el boom de las puntocom y la carrera de las energías renovables.
Así, son sorprendentemente adaptables como especie, aunque no siempre como individuos. Sus mentes más Antiguas están congeladas en el tiempo, perdidas en ideologías anticuadas e incapaces de entender en qué forma los smartphones podrían ser superiores a la imprenta, mientras lidian con enemigos que usan satélites para rastrearlos y bombas inteligentes para destruirlos. Guiados por la codificación de las redes sociales más vanguardistas, los más jóvenes escuchan a Trentemøller en Spotify, mientras aborrecen su propia historia y la tiranía de sus Antiguos. Deben lidiar con un sistema de reglas que ya era arcaico hace 500 años y codearse con caudillos mongoles y veteranos de la guerra de los Siete Años. Parece que, sin importar cuán rápido sigan el desarrollo tecnológico, los Vástagos siempre estarán en parte atrapados en el pasado. Poco dispuestos o incapaces de reconciliar sus diferencias, los viejos combaten a los jóvenes y esto supone la principal fractura en la sociedad vampírica, actualmente expresada en el conflicto entre la Camarilla y los Anarquistas. Lo llaman la Guerra de las Edades.
ubicacion de vampiros denegada acceso a base de datos denegada fin del mundo acceso autorizado ubiquese a demoniun supay apachun
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