Leyendas
Hace mucho tiempo, un hermano y una hermana
llamados Otieno y Onaedo merodeaban juntos por las
llanuras de lo que hoy es Kenya. Ambos habían sido
Abrazados por un Xi Dundu, y unas noches después de
que se convirtieran en no muertos saciaron su sed con la
sangre del corazón de su sire. Los hermanos eran una
pareja terrible. A menudo prendían fuego a la montaña,
sus costumbres eran violentas y a menudo luchaban
constantemente entre ellos y con todos los vampiros con
los que se cruzaban.
Otieno y Onaedo pronto ganaron gran infamia, y
pocos antiguos soportaban su presencia en sus dominios.
Ellos eran cazados con tanta frecuencia como cazaban a
sus presas, y sus nombres eran considerados un mal
presagio. Muchos vampiros trataron de destruir a la
pareja esperando ganar gloria y fama, pero los hermanos
eran demasiado poderosos y esquivos.
Una noche, los hermanos llegaron al dominio
del Magaji (Príncipe) Olugbenga de Nigeria. Se
escurrieron sin ser vistos y durmieron bajo un árbol
durante todo el día. Cuando se despertaron a la noche
siguiente Uzoma, el hombre de confianza de Olugbenga,
se encontraba aguardándoles. “Sabemos que estáis aquí,
Otieno y Onaedo y el gran Olugbenga quiere hablar con
vosotros.”
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¿Qué podían hacer? Los hermanos sabían que
los habían descubierto y que si trataban de huir, Uzoma
podía atraparlos con facilidad.
Asintieron
silenciosamente y Uzoma los llevó a ver al Magaji.
“Vuestra terrible reputación os precede, Xi
Dundu.” Dijo Olugbenga a los dos hermanos, “Pero que
no se diga que Olugbenga es un tirano. Mientras
permanezcáis en mi dominio y mientras pueda vigilaros,
si renunciáis a vuestra maldad, podéis considerar este
dominio como vuestro hogar.”
Otieno y Onaedo aceptaron –calmaron sus
turbulentos corazones y se quedaron para disfrutar de la
compasión del Magaji.
Así fue, al menos hasta la noche siguiente.
Cuando Olugbenga despertó para saciar su sed, descubrió
que no podía moverse. El hermano y la hermana habían
utilizado un fetiche maldito para atraparlo en su cama.
“¿Por qué me hacéis esto, Xi Dundu? Os ofrecí
todos los frutos de mi jardín y un hogar en mi propio
dominio. Perdoné vuestras acciones del pasado y os
ofrecí un lugar donde construir vuestro futuro.”
“Tú mismo has contestado a tu pregunta,
Olugbenga.” Le susurró Onaedo.”Sabías que éramos Xi
Dundu cuando nos perdonaste.”
Trasfondo
Algunos Xi Dundu insisten en que fueron los
primeros en llegar al Reino de Ébano, antes de que
cualquier dios loco de los Guruhi les “cediera” el
continente, y que por lo tanto son los gobernantes
legítimo del Reino. A otros no les importa la legitimidad,
simplemente planea para derrocar a los Guruhi, algo que
esperan hacer pronto.
Presumiblemente los Xi Dundu se originaron en
el Congo, el corazón de las tinieblas. Ahora se
encuentran en África Central y Oriental, aunque algunos
permanecen en el Congo.
De acuerdo con las propias leyendas del Legado,
éste se dividió hace muchos siglos. Una facción estaba
satisfecha con continuar siendo como eran, pero la otra
facción, compuesta sobre todo por neonatos, querían
utilizar la hechicería para incrementar su poder y ponerse
al nivel de los Antediluvianos. Durante un ritual mágico
algo salió terriblemente mal. Muchos de los Xi Dundu
cayeron al sueño, retorciéndose en una horrible agonía.
La única forma que encontraron de escapar del tormento
fue escapar al río.
El hogar ancestral de los Xi Dundu los rechazó y
fueron obligados a huir por el agua, lejos del Congo.
Algunos emigraron hacia el centro de África, mientras
que otros siguieron el río Congo hasta que llegaron al lag
o Tanganica, que se encuentra en la actualidad en los
límites de la República Democrática del Congo, Burundi,
Uganda y Tanzania. Las Sombras entraron en Tanzania,
y cuando la tierra dejó de rechazarles, continuaron su
viaje entrando en el Valle del Rift y en Kenia.
Actualmente muchos Xi Dundu proceden de las
tribus Masai de África Oriental, y esa cultura es la
más extendida e influyente dentro del Legado.
Algunos miembros del Legado aseguran que su
progenitor no vivía en el Congo, sino que era uno
de los Masai. Independientemente de su origen sus
dominios son numerosos, pero pequeños y a menudo
un Xi Dundu se rodea de una prole de chiquillos,
combatiendo ferozmente a los demás Laibon con
los que comparte su dominio.
Ya fuera debido a esta gran
migración o simplemente debido a su
naturaleza, los Xi Dundu están
ferozmente unidos. Han aprendido a
trabajar juntos, y (al contrario que los
demás Legados) son capaces de
reconocer el valor del esfuerzo
concertado. Agresivos por naturaleza,
los Xi Dundu prefieren gobernar en
lugar de servir. Aunque los Guruhi
mantienen las riendas del poder en el
presente, los Xi Dundu tienen como
objetivo derrocarles.
Viniendo del corazón del Reino de
Ébano, las Sombras han tomado el mando
de la supremacía como señores de la
noche. Utilizan su red de aliados para
extender historias supersticiosas de terror
y poder, reclamando la oscuridad
exclusivamente.
Persistentes y severos, a
las Sombras raramente les preocupa
ocultar sus ambiciones. Pueden ser crueles,
pero son sinceros, y participan
abiertamente en el juego de la subversión
sugiriendo que quizás los Guruhi no son
los mejores líderes del Reino de Ébano
después de todo –y que quizás el continente
oscuro necesita que un gobernante oscuro
tome el poder.
Un proverbio Wadchagga dice que
cuando el león envejece, hasta las moscas lo
atacan. Para muchos Xi Dundu los Guruhi son
el león, anacrónico y decadente, y asediados
por los enemigos que han obtenido durante
siglos de gobierno.
Ambiciones aparte, los Xi Dundu
comprenden la necesidad y el valor de los
aliados e intentan conseguirlos siempre que
pueden. Aunque se consideran superiores a los
demás Laibon, no les importa que sea otra mano
la que sostenga la lanza.
Respetan a los
Akunanse por su sabiduría y experiencia, aunque
desprecian a los Shango porque los hechiceros
son reacios a confiar en ellos. Consideran a los
Guruhi como parte del pasado, pero admiran la
tenacidad con la que los viejos Laibon se aferran
a su reino. A menudo consideran a los Osebo
y Kinyonyi como herramientas útiles, los
últimos porque no hacen preguntas y los
primeros porque son fácilmente subyugados por
personalidades fuertes. La mayoría de los Xi
Dundu desprecian a los Ishtarri porque les
parecen demasiado frívolos y simplones.
Apodo: Sombras
Apariencia: Aunque la leyenda
sugiere que se originaron en el Congo, los Xi
Dundu han abrazado a muchos pueblos
indígenas del centro y el este de África. La
mayoría de las Sombras son o parecen Masai. A
menudo son altos y esbeltos, con brillantes
dientes blancos que destacan sobre su
piel obsidiana. Se sienten igual de
cómodos llevando trajes
occidentales que las vestimentas
tradicionales de los Masai,
especialmente sus mantos rojos.
Los Xi Dundu también modifican
su cuerpo con perforaciones,
escarificaciones y pendientes y
algunas mujeres tienen agujeros tan
grandes en sus orejas, que los
lóbulos les caen sobre los hombros. Las
mujeres también llevan collares
intrincados mientras que los hombres
llevan varios brazaletes en el mismo
brazo. En cualquier caso, siempre
saben vestirse en cada momento.
Refugio: Los Xi Dundu
normalmente viven en edificios
protegidos o cerrados. En las sabanas
a menudo adoptan las cabañas y
chozas Masai agrupadas dentro de
una empalizada. En las grandes
ciudades las Sombras procuran
establecerse en grandes edificios
para permanecer próximos unos de
otros o de sus aliados Laibon,
viviendo bajo el mismo techo.
Procedencia: Originalmente
los Xi Dundu eran cazadores del
Congo, expertos y valientes. Ahora,
muchos miembros del Legado
proceden de una gran variedad de
conceptos. Sin embargo, las
personalidades fuertes y crueles son
muy apreciadas, así como los
manipuladores y expertos en la política.
En última instancia los Xi Dundu
Abrazan a los individuos que pueden ser
útiles al conjunto del Legado a largo
plazo.
Creación del Personaje: Las
Sombras tienen Naturalezas y Conductas
muy agresivas y similares, y los Atributos
Físicos y Sociales son los más valorados,
con los Mentales de Secundarios. Deben
tener la fuerza para sobrevivir en las
sabanas. Las Técnicas y Conocimientos
también son comunes. Los Trasfondos más
deseables para los Xi Dundu son Aliados,
Influencia y Recursos.
Disciplinas del Legado: Dominación,
Obtenebración, Potencia
Debilidad: Los vampiros Xi Dundu carecen de
sombra. Los Bavili creen que cuando un hombre muere,
su alma sale de su boca y pierde su sombra. Muchos
Laibon sospechan que esta creencia se originó tras los
encuentros de los mortales con los Xi Dundu. Algunos
señalan la proverbial vanidad de los Xi Dundu y creen
que la carencia de sombra es una especie de castigo
divino, aunque otros creen que la propia tierra rechaza el
toque de su sombra. De hecho, cuando los Xi Dundu
descansan, no deben tocar su suelo natal o su fuerza se
reduce a la mitad durante 24 horas.
Organización: Al contrario que algunos de los
demás Legados, los Xi Dundu tienen una estricta y
reglamentada lealtad a su linaje. Eso no les impide
eliminar a un miembro del Legado que se ha vuelto débil
e inútil si es por un bien mayor, pero es algo que
prefieren evitar. Como un método para descubrir
debilidades ocultas, los Xi Dundu normalmente llevan a
sus chiquillos recién Abrazados a la sabana, donde deben
matar un león con las manos desnudas… o morir.
Cita: "No necesito ver mi sombra para saber que dejo mi marca en toda la tierra
que piso. Témeme, porque nuestra oscuridad está creciendo, lo veas o no."
Estereotipos
Akunanse: Su sabiduría podría ser un
poder respetable y utilizable, si no fuera porque
los convierte en parte de la selva y de las bestias.
Guruhi: Son el poder preeminente… por
ahora. Pero los tiempos cambian, hasta para
quienes lo resisten.
Ishtarri: Originalmente no eran parte de
nosotros, aunque se han construido su lugar con
habilidad. Son guerreros útiles cuando no se
pierden en sus deseos y adicciones físicas.
Kinyonyi: De vez en cuando los he
contratado, pero sólo confío en ellos hasta cierto
punto.
Naglopers: Doctores brujos, hechiceros
y moradores de las tumbas. Si pudiera conseguir
que extendieran mis siniestras hazañas en lugar de
las suyas, los temores de Laibon y ganado fluirían
como una marea imparable por todo el Reino de
Ébano.
Osebo: Estos leopardos son los perros
falderos de los Guruhi. Y como no pueden
cambiar lo que son, serán masacrados como
perros rabiosos cuando llegue el momento.
Seguidores de Set: Cuando no sabes lo
que quieren las serpientes, lo mejor es
mantenerlas a distancia, aunque no estoy seguro
de que lo hagan.
Shango: Pasan demasiado tiempo
dedicándose a su propósito divino y obedeciendo
las órdenes de los Guruhi para mi gusto. Mejor
evitarlos hasta que los Guruhi caigan y entonces
eliminémoslos.
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