Las diferencias entre los vampiros de la cultura popular, o
incluso los legendarios vampiros balcánicos, y los Vástagos
hacen tropezar a los aspirantes a cazavampiros e incluso a
algún Retoño Cainita recién creado. Sin embargo, las similitudes indican que los creadores de mitos, tanto modernos
como medievales, en ocasiones experimentaron la verdad.
Incluso las aparentemente atemporales verdades de los
vampiros admiten algunas excepciones, o van cambiando
con las mareas de la Sangre. Durante siglos, los Vástagos
creyeron que no había más Generaciones más allá de la Decimotercera y algunos vampiros actuales siguen teniendo
un miedo psicosomático a las cruces y el ajo.
• Los Vampiros son Inmortales:
Cierto. Los vampiros pueden morir
decapitados o arder a causa del fuego
y la luz solar, pero no envejecen ni
mueren por causas naturales. No
necesitan alimentarse excepto de
sangre y nunca necesitan respirar.
Suficientes lesiones pueden hacer
caer al vampiro en un sueño profundo parecido a un trance llamado
Letargo, pero puede revivir de nuevo
con suficiente tiempo y sangre.
• Los Vampiros son Muertos Vivientes: Cierto. El cuerpo de un
vampiro no tiene pulso ni su corazón late, no se mantiene caliente y
no produce sudor ni hormonas. El
cuerpo de un vampiro no envejece
ni se pudre. La carne perdida e incluso miembros completos vuelven
a crecer con el tiempo suficiente. Y
sin embargo piensa, camina, planea
y habla… y Caza y mata.
• Los Vampiros Beben la Sangre
de los Vivos: Cierto. Los vampiros anhelan la sangre humana y
sólo pueden saciar su sed y alimentar sus capacidades inhumanas con
la sangre de sus víctimas. Algunos
vampiros penitentes subsisten a
duras penas con sangre de animales
y algunos otros, ancianos, deben
Cazar y matar a los de su raza para
alimentarse, pero lo cierto es que
la mayoría de vampiros consume la
sangre de su anterior especie.
• Los Vampiros Dejan las Marcas de sus Colmillos en el Cuerpo de sus Víctimas: Casi
siempre falso. Cuando es Abrazado, a un vampiro le crecen unos
colmillos retráctiles para la alimentación. Sin embargo, su saliva
puede cerrar las heridas causadas
con ellos y ocultar así las pruebas
de haberse alimentado.
• Quienes Mueren por el Mordisco de un Vampiro se Alzan Convertidos en Vampiros:
Falso. Cuando los vampiros matan
a su presa, la víctima perece sin
más. Si no fuera así, los vampiros
infestarían el mundo. Para Abrazar
a un humano y permitirle regresar
como no-muerto, el vampiro debe
alimentar a la víctima completamente vaciada con su propia Sangre no-muerta, que los vampiros de
más edad llaman Vitae.
• La Luz del Sol Quema a los Vampiros: Cierto. Aunque
algunos vampiros de Sangre Débil
pueden soportar el sol brevemente y algunos Poderes vampíricos
permiten sobrevivir durante unos
pocos minutos, la luz solar quema
de forma mortal la carne no-muerta de los Vástagos si queda expuesta a ella suficiente tiempo. Los
vampiros son criaturas nocturnas
y la mayoría de ellos encuentra extremadamente difícil permanecer
despiertos durante el día, incluso
en zonas protegidas.
• El Ajo o el Agua Corriente Repelen a los Vampiros: Casi
siempre falso. Mortales desesperados por encontrar alguna
protección contra los no-muertos
inventaron estas fábulas reconfortantes. Unos pocos vampiros aún
se sienten constreñidos por esos
impedimentos, pero son pocos.
• Los Vampiros Huyen de las Cruces: Generalmente falso. Este
mito es otro pío invento tranquilizador de la era medieval. Sin
embargo, algunos portadores de
símbolos sagrados (no sólo crucifijos) hacen retroceder a los vampiros o les causan daño con el poder
de su Fe Verdadera.
• Atravesar el Corazón de un Vampiro con una Estaca lo Mata: Falso. Sin embargo, una
estaca de madera (o una flecha o
virote de ballesta, etc.) que atraviese el corazón dejará al monstruo
paralizado y en estado de Letargo
hasta que sea extraída.
• Los Vampiros Tienen la Fuerza
de Diez Hombres; Lobos y Murciélagos Están a su Servicio; Pueden Hipnotizar a los Vivos; etc .: Cierto y falso. La Sangre
vampírica concede a los Vástagos
Poderes sobrenaturales llamados
Disciplinas, las cuales abarcan todas
esas capacidades y muchas más. El
poder de los vampiros se incrementa mientras envejecen, de vampiros
recién creados poco más capaces
que los humanos a poderosos
Antiguos que pueden rivalizar con
el Lestat o el Drácula de la ficción.
Los Matusalenes y los Antediluvianos, que han acechado en la noche
durante milenios, a menudo poseen
un poder literalmente divino.
• Los Vampiros son Monstruos, Espíritus Demoníacos Encarnados en Cadáveres: Falso… y
cierto. En todo caso, la tragedia de
los vampiros supera a la de los demonios. En vez de una caída y una
clara eternidad de maldad, los vampiros sienten una inexorable tendencia a la condenación, a menudo
durante siglos. Rara vez comienzan
siendo monstruos sádicos, a menos
que ya fueran así como mortales.
Sin embargo, sobreponerse al ansia
de sangre humana y a una existencia que depende la alimentación
regular los conduce a la sociopatía y
al abuso. La psicología del vampiro
cambia según su existencia solitaria
y depredadora desgasta los valores
aprendidos como omnívoro que
vive en comunidad.
Las circunstancias o la necesidad acaban por forzar hasta al más reacio de los vampiros a
matar… y el placer y la facilidad de asesinar convierte esa fuerza en inclinación y, finalmente, en deseo. Al reconocer su traición, los vampiros dejan de confiar. Al reconocer las
diferencias, los vampiros se aíslan del mundo de los mortales. Al reconocer que su existencia
depende del secretismo y el control, los vampiros se vuelven reservados y manipuladores.
Según los años se convierten en décadas y después en siglos, el vampiro mata una y otra
vez (o se abstiene de hacerlo y ve cómo sus seres queridos mueren de todas formas), y esos
sentimientos se anquilosan. La vida humana, siempre breve, se vuelve barata y termina por
perder su valor frente a la inmortalidad. El rebaño mortal no significa nada, sólo el edificio
de crueldad, sombras y mentiras del vampiro mantiene su importancia. Hastiados, insensibles, paranoicos (en una palabra, monstruosos), puede que los vampiros Antiguos no sean
realmente demonios, pero llegados a ese punto, ¿quién puede encontrar la diferencia?
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