No todos los vampiros responden del mismo
modo a un Vínculo de Sangre. Algunos caen bajo la
influencia de un regente con eufórica facilidad, mientras otros se resisten con cada fibra de su ser. Puedes
combinar estos Méritos y Defectos: por ejemplo, un
personaje podría ser un Yonqui del Vínculo con Vínculo Breve.
• Defecto: (••) Esclavo Vinculado. Sucumbes instantáneamente al Vínculo sólo con probar la Vitae
de otro; basta un trago para Vincularte, no tres. O
empiezas como esclavo de tu Sire o debes llegar a
un acuerdo con el Narrador para dar con un motivo
por el que este primer Vínculo se haya roto. ¿Quizás tu Sire ha sido estacado o se encuentra en otra
ciudad desde hace más de seis meses?
• Defecto: (•) Yonqui del Vínculo. El Vínculo se te
hace más dulce en cuanto queda establecido. Resta
un dado de tus reservas de dados para actuar en
contra de un Vínculo de Sangre.
• Defecto: (•) Vínculo Largo. Los Vínculos de Sangre
que te hayan impuesto pierden su fuerza más lentamente de lo habitual y disminuyen en uno por cada
tres meses sin ser renovados.
• Mérito: (•) Resistencia al Vínculo: Tu Sangre se resiste al
control. Añade un dado a tus reservas de dados
para resistirte a un Vínculo de Sangre por cada
nivel que adquieras en este Mérito (máximo tres).
• Mérito: (••) Vínculo Breve: Los Vínculos de Sangre que te hayan impuesto pierden su fuerza más rápidamente
de lo habitual y disminuyen en uno en la luna
llena y en la luna nueva (esto es, dos niveles cada
mes) si no se renueva.
• Mérito: (•••••) Invinculable: No puedes ser Vinculado con
Sangre. Si te falta dinero, quizás puedas vender
también tu Vitae a los alquimistas.
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