04 - Compensaciones del Síndrome de la Sangre Débil

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A pesar de sus inconvenientes, el Síndrome de la Sangre Débil puede ofrecer al menos unos pocos beneficios a sus desafortunadas víctimas. De hecho, el rumor popular atribuye algunos podres ciertamente maravillosos a los que tienen sangre débil. Considero probadas dos de tales afirmaciones; una continúa siendo anecdótica. Por último, una está probada, pero con implicaciones de tanto alcance que debo describirla en una sección separada.

¿Resistencia al Sol?

Yo era tan escéptico como cualquier otro respecto a cuentos de "chusma Caitiff" caminando durante el día. Sé por experiencia que incluso los Matusalenes deben temer el caminar de día: a pesar de su fantástica resistencia a otros tipos de daño, los antiguos pueden arder en minutos, incluso en un día nublado. Puedo verificar esto por haber sido testigo del suicidio del sire de mi sire. Addemar, en 1877. Se dice que Addemar había recibido un cañonazo en el pecho sin sufrir daños, pero a la luz del sol se prendió en treinta y cuatro segundos y ardió hasta las cenizas doce segundos después (naturalmente, estimo esos tiempos tan precisamente como me es posible). Como científico, sin embargo, mantengo una mente abierta y expuse estas historias a verificación. Yo mismo, seis neonatos locales de varias generaciones y varios de mis sujetos experimentales de altas generaciones nos expusimos brevemente a la luz del sol a varias intensidades. Sólo la mano izquierda fue expuesta a un restringido rayo de luz, llevado hasta el interior del laboratorio gracias a un cable de fibra óptica. Encadenar a los sujetos a las mesas de vivisección eliminó la posibilidad de que una reacción fóbica (el recargado "Rötschreck" de Dörn) destrozase el experimento. Debo agradecer particularmente a mi asistente ghoul, la Dra. Reage, su inestimable ayuda con los sujetos que no pudieron permanecer despiertos hasta completar los experimentos. Afortunadamente, el insomnio o el sueño no tienen un efecto discernible en los resultado de las pruebas.

Yo mismo soy más resistente a la luz de lo norma, habiendo cultivado un aguantes supra-fisiológico (lo que mi sire, Trimeggian, apodó "Fortaleza" en su Encyclopedia Haemovoria). Pese a esto, la exposición a la plena luz del día quemó mi mano izquierda hasta las cenizas en poco tiempo. La mayoría de los sujetos de prueba exhibieron respuestas similares (datos completos, con análisis estadísticos, aparecen en el Apéndice dos). Entre mis sujetos de la decimoquinta generación, sin embargo (y sólo entre ellos), el trauma a la luz solar progresó a un indice de velocidad más lento de lo que lo hizo con los sujetos de la decimocuarta o menores generaciones. La combustión química dañó su carne tan rápido como lo hizo con el tejido de otros vampiros. De igual modo, la extirpación violenta de grandes masas de carne de los miembros o del tronco causó idéntica reducción de su habilidad para realizar varias tareas físicas y mentales.

También expuse muestras del tejido del sujeto investigado a la luz del sol. Estos experimentos in vitro permiten una medida más precisa de la resistencia a la luz del sol de la decimoquinta generación, ya que las muestras del tejido no luchan, gritan o gastan vitae en intentos de regenerarse. A grandes intensidades, la regeneración progresó casi a la misma velocidad que para otros vampiros. A baja intensidad, no obstante, la incineración llevaba mucho más tiempo para las muestras de tejido de la decimoquinta generación de lo que lo hizo para las de la carne de otros vampiros. Si un sujeto de la decimoquinta generación pudo permanecer despierto durante las pruebas in unvivo para aumentar su resistencia con vitae, podrían resistir a la luz del sol incluso más tiempo. Para otros vampiros, el gasto de vitae no sirve para nada a la hora de resistir la luz del sol.

Lo que es más, estos sujetos pudieron curar el daño tan fácilmente como curaban pinchazos, pequeñas incisiones, huesos rotos y otras heridas convencionales. En teoría, un vampiro de la decimoquinta generación con una "Fortaleza" bien desarrollada podría resistir una suave exposición más concentrada de luz solar. Esto difícilmente encaja con la "inmunidad a la luz solar" de los rumores populares. Como todos sabemos, sin embargo, los cuentos crecen al contarse. Ahora tengo dos sujetos de la decimoquinta generación exponiéndose repetidamente a bajas dosis de luz de sol filtrada en un esfuerzo por desarrollar su "Fortaleza". En pocos años, espero proporcionar pruebas gráficas e incontrovertibles de que los vampiros de la decimoquinta generación pueden desarrollar tan notable resistencia.

¿Disciplinas Nuevas?


Ciertamente, los fantasiosos cuentos de vampiros con Disciplinas desconocidas no son nada nuevo. Ni se limitan a rumores sobre los que tienen sangre débil: en los dos últimos años, algunas historias absurdas sobre vampiros de Oriente han tenido amplia circulación. Hasta muy recientemente, estas "nuevas Disciplinas" probaron ser elusivas. Como el autostopista que se desvanecía o el caniche en el microondas, siempre son vistas por el amigo de un amigo, nunca en un Elíseo con una docena de testigos de confianza (refiero a las partes interesadas a los intentos de mis sire por localizar a un vampiro con la aducida Disciplina de "Bardo". Concluyó que la Disciplina no existía). ¿Cómo podríamos creer que un neonato generara una nueva Disciplina, cuando incluso los Matusalenes lo consideran una labor de siglos, si fuese posible?. (De nuevo me remito al trabajo de mi sire, que concluyó que nuestra carne mortal y estado estático hacían tal creación imposible. Aunque he notado aberraciones de la mayor condición en los vampiros, particularmente aquellos de las generaciones elevadas, ver más abajo, los vampiros parecen estar inclinados hacia lo estable mas que hacia la evolución).

Casi un tercio de los sujetos de mi investigación, sin embargo, claramente mostraron poderes de "Disciplina" no descritos en la Encyclopedia Haemorovia. Estos ocurrieron en las tres poblaciones. Permítanme describir tres de los casos más interesantes. (Para ver las descripciones completas, ver Apéndice Uno. Todos los nombres son seudónimos para proteger el anonimato de los sujetos estudiados).

"Carlos", un Ventrue de la decimocuarta generación (Población II), prefirió alimentarse de recipientes dormidos por cuestión de conveniencia (en mi laboratorio, por supuesto, ya no es necesario). Literalmente desarrolló un poder hipnótico, durmiendo a los mortales simplemente con mirarles durante un minuto más o menos. Esta habilidad no requiere interacción verbal o ningún otro conocimiento por parte de la víctima de la presencia de Carlos.

"Jason" y "Jeff", gemelos Caitiff de la decimocuarta generación (Población I) que comparten un vínculo de sangre, pueden sanarse mutuamente las heridas a más de 50 metros de distancia, mientras se puedan ver el uno al otro. Afirman que descubrieron esta habilidad un mes después del Abrazo. En el curso de la experimentación también descubrieron que podían hacer que partes corporales externas tales como brazos u ojos se desvaneciesen de uno de ellos y apareciesen en el cuerpo del otro (hasta ahora no han encontrado ningún uso más constructivo de este poder que, como ellos dicen, "asquear" a mis otros sujetos y material de investigación. No todos estos poderes anómalos son utilizables.

"Mary" una Caitiff de la decimoquinta generación (Población III) y jugadora entusiasta tenía un poder inusualmente sutil. Podía garantizar su victoria en cualquier juego de azar... o más bien, podía garantizar la derrota de su oponente. Más que eso, descubrió que podía hacer que cualquiera fracasase en su siguiente tarea claramente definida, si ésta poseía algún aspecto relativo al azar o incertidumbre en el éxito. Por ejemplo, no podía hacer que saliese un número específico en un par de dados pero podía hacer que una persona perdiese una apuesta respecto a si el número siguiente salía par o impar. Su marca de apuestas equivocadas era mayor de un 90 por ciento. De la misma forma, cuando se concentraba en un blanco que estuviese disparando y que normalmente le daría al ojo de un toro a cualquier distancia en un 70 por ciento de la veces, la precisión de éste descendía hasta menos de un 10 por ciento.

No eran estas anomalías normales de la fisiología vampírica, ni enseñables o hereditarias, que uno se encuentra a veces entre los Vástagos. Yo mismo he aprendido el "Golpe de sueño" de Carlos. Jason y Jeff han enseñado su truco para sanar heridas a otra pareja de cainitas que comparten un vínculo de sangre. María, desgraciadamente, encontró la Muerte Definitiva antes de que pudiese compartir conmigo su "Gafe" influyente en la probabilidad y de ese modo proporcionar autofinanciación a mi investigación (o más bien, hacer que Las Vegas y Montecarlo la subvencionasen involuntariamente). La evidencia es abrumadora. Los que tienen sangre débil pueden crear nuevas Disciplinas, obviamente, y otros vampiros pueden aprenderlas. Según mi sire, los vampiros que inventaban nuevas Disciplinas recibieron una vez el nombre de inceptores. Hasta ahora, sólo los Antediluvianos y otros antiguos de baja generación recibían este honor. A pesar de la indignación de los más susceptibles, y mi sire se volvió muy locuaz cuando se lo sugerí, tenemos que acostumbrarnos a hablar de inceptores neonatos de sangre débil.

¿Clarividencia?

Rumores de "profetas Caitiff" y "videntes" de sangre débil se han vuelto tan comunes como los cuentos sobre Disciplinas anómalas. Este rumor ha resultado se más difícil de confirmar o refutar. Hasta la fecha, cuatro de mis sujetos de investigación habían afirmado que experimentaban sueños proféticos, visiones clarividentes o simplemente presentimientos que demostraban ser increíblemente precisos. Habían agrupado todos estos fenómenos bajo el término de "Clarividencia". Tales afirmaciones en realidad parecían muy plausibles. Inicialmente, creí que habían desarrollado la Disciplina que mi sire ha apodado (de forma desacostumbradamente poética) Auspex, pero no comprendían su significado. Las pruebas estándar para el Auspex, sin embargo, fracasaron a la hora de mostrar poderes característicos tan cuidadosamente catalogados por mi sire y tan familiares para muchos de nosotros. Sólo un sujeto podría aumentar su vista y oído a niveles superhumanos. Ninguno podía percibir auras. Todos fracasaron en los test de cartas de Zener que hubiesen mostrado el uso de telepatía o visión remota.

Mi segunda hipótesis era otra Disciplina nueva, quizás una variación de Auspex, aparecida con gran frecuencia entre la población de sangre débil. Con la ayuda de la Sociedad local de escépticos, la Dra Reage desarrolló varias pruebas para precognición y clarividencia. Una vez más, los resultados cayeron por debajo de un índice de éxito estadísticamente significativo, más bien dentro del registro de la mera posibilidad. El sujeto "Wendy" afirmaba que su así llamada "Clarividencia" sólo funcionaba con el presente, pasado y futuro de otros vampiros. En este punto, confieso que sospeché de los trucos de "lectura en frío" empleados por mortales que dicen la fortuna para embaucar a los crédulos (yo mismo puedo realizar lecturas en frío de historia, carácter o intereses de otra gente. Estos parecen asombrosos a personas que no aprecian como un observador entrenado puede extraer información de incluso las pistas más pequeñas. Una habilidad para sacar información de "ninguna parte" es reclamada para la Disciplina denominada Dementación, la cual ha llegado a ser demasiado bien conocida; pero yo, por supuesto, no practico esa Disciplina).

Durante una visita de los ancillae, no obstante, tres de mis autoproclamados "videntes" realizaron espontáneamente sorprendentes afirmaciones sobre las actividades pasadas de los visitantes así como sobre conexiones con vampiros mayores. Como mi mecenas bien sabe, estas afirmaciones no sólo molestaron mucho a ambos visitantes, sino que llevaron al asesinato de uno, la ejecución de otro como asesino y las actuales persecuciones del azote (si se me permite, diré que comparto mi indignación sobre las acusaciones de traición contra sus queridos chiquillos. No puedo creerlas y estoy seguro de que la investigación llevara a la completa exoneración). Aún así, las investigaciones han corroborado la mayoría de las afirmaciones específicas de mis "adivinos". Una demostración sin embargo, no constituye una prueba. La completa situación podría ser un montaje, con información hipnóticamente implantada en las mentes de mis sujetos por parte de desconocidos, precisamente para causar tal tumulto.

Intentos subsiguientes de evocar esta Clarividencia no se mostraron concluyentes en el mejor de los casos, fracasos evidentes en los peores, con una excepción. La Dra. Reage sugirió que los estrictos protocolos empleados para impedir que se hiciesen trampas en los test individuales podían tener un efecto intimidatorio y negativo sobre los sujetos examinados. Un escenario más comprensivo de grupo podría causar menos ansiedad y dar mejores resultados. Aunque esto sonaba a "las malas vibraciones de los escépticos" que los psíquicos usan para explicar sus fracasos, me pareció que merecía intentarlo al menos una vez. La Dra Reage también sugirió emplear el efecto placebo (alguna tontería inofensiva) para aumentar la confianza de los sujetos. Normalmente no me gusta engañar a mis sujetos, pero la Dra. Reage proporcionó abundantes precedentes en investigación psicológica para tales técnicas.

Mi honorable sire, Trimeggian, realizó una de sus infrecuentes visitas antes de la sesión de espiritismo. Con su permiso, le hice formar parte de mi "placebo". Antes de la prueba, los cuatro sujetos consumieron sangre que, sin saberlo ellos, contenía una pequeña dosis de ketamina. En los mortales, esta droga produce un sugestivo estado de sueño; en una solución sanguínea, tiene el mismo efecto en los vampiros. Los sujetos y mi sire se sentaron en círculo en una mesa. Les dije que mi sire usaría su increíble dominio del Auspex para abrir sus mentes al futuro. Entonces mi señor me contó sonoramente hasta diez en el eslavo de la antigua iglesia mientras yo disminuí la luz. Rara vez he contemplado tanta concentración compartida. Debo confesar un momento de horror supersticioso cuando mis cuatro "videntes" gritaron el nombre "¡Lamdiel!" al perfecto unísono. Todavía hablando como uno solo, describieron un pequeño lago rodeado de montañas, luego tres búhos sentados juntos en la rama de un árbol y luego un joven desnudo surgiendo de las aguas bajo una luna roja.

Como es bien sabido, el poder de leer mentes rara vez funciona sobre un compañero de la Estirpe. Sin embargo, hice un esfuerzo y fui recompensado con el éxito. Entre en la mente de mis "videntes" y... vi. Vi al joven, un niño al comienzo de la adolescencia, modelando una mariposa de plata en una gran torre marcada con una rosa, y la torre cayendo. Me vi a mí mismo de pie junto a mi sire Trimeggian mientras la puerta modelada en hierro a su santuario se rompía en miles de escarabajos que salían disparados. Vi los preciosos libros de mi sire volando como pájaros mientras el joven entraba por la puerta, con la sangre goteándole de las manos. Le vi levantarnos (no éramos más grandes que ratones) y tragarnos a todos. Ruego a mis lectores que perdonen cualquier lapsus de objetividad científica. Fue una experiencia destructora. Intenso como fue para mí, dejó a mis videntes (no puedo usar las comillas de duda por más tiempo) en letargo. Uno no se ha despertado todavía. Permítanme repetir que todavía tengo una evidencia anecdótica para estos proféticos poderes de "Clarividencia". En la ciencia, ningún informe que provenga de un único testigo puede constituir una prueba. Debemos tener una reproducción de resultados, o al menos algún tipo de corroboración. Trimeggian espera probar que la visión era cierta encontrando el Lago de los tres búhos y ese joven, el sire de su sire, Lamdiel, cuyo retrato heredó de éste, Addemar. Aunque temo que la búsqueda resultará fútil y solo sabremos si la visión fue auténtica cuando sea demasiado tarde para hacer algo.
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