El aspecto final del Síndrome de la Sangre Débil parece haber escapado al informe popular. Sí los sujetos de mi investigación son típicos, la mayoría de los que tienen sangre débil saben tan poco sobre la condición de los cainitas que no reconocen sus propias anomalías. Otros Vástagos se dan cuenta de las discapacidades de la vitae de las generaciones altas y los extraños poderes paranormales. Pasan por alto los más sutiles efectos del Síndrome de la Sangre Débil. Yo, sin embargo, he realizado durante dos años detallas observaciones sobre los que poseen sangre débil, bajo una amplia variedad de tensiones psicológicas. Como resultado de esto, he descubierto un fenómeno tan sin precedentes como para poner en duda nuestra comprensión más fundamental de la maldición de Caín. La estasis de nuestra forma corpórea es tan conocida para nosotros que a menudo la ignoramos. Es una verdad meridiana que nosotros los cainitas no envejecemos; más que eso, nuestros cuerpos no cambian en absoluto, excepto por un leve incremento de la palidez a medida que pasan los siglos.
Cuando nos despertamos cada noche, nuestros cuerpos se ha restaurado a sí mismos hasta la condición y apariencias exactas que tenía en la primera noche del Abrazo. Los mortales crecen y envejecen; nosotros no. (Puedo dar fe del poder de la estasis. Como neonato, recientemente ingresado en el gremio de la investigación, intenté quitar un tatuaje de un compañero cainita, un antiguo marinero que pensaba que la vulgar marca entorpecía sus nuevas ambiciones en la corte. Al final tuve que extirpar casi una libra de carne para conseguir que el tatuaje dejase de aparecer en su piel regenerada). De este modo, cuando noté que el sujeto "Jason" llevaba una desacostumbrada sombra de barba de un día al levantarse una noche, sospeché una de sus bromas. Cuando le dije que se "lavase esa barba de pega", sin embargo, parecía genuinamente sorprendido de encontrarla ahí. Estoy avergonzado de decir que intercambiamos palabras acaloradas, pero al final Jason apeló a mi objetividad científica, invitándome a inspeccionar su barba por mí mismo. ¡Las palabras no pueden expresar mi sorpresa cuando descubría que Jason decía la verdad!
Mi segunda hipótesis, que un impostor Tzimisce se moviera entre mi equipo, la rechacé en unos instantes. Si un Demonio alterador de la carne se había infiltrado en mi laboratorio, habría golpeado de una gorma mucho más mortal. Me quedo la improbable (¡insana!) conclusión de que, mientras dormía durante el día, a Jason le había comenzado a crecer la barba. Los exámenes más minuciosos en las siguientes noches no mostraron más actividad en los folículos de Jason, pero desde entonces mantuve una vigilancia especial en busca de otras evidencias de procesos transitorios de metabolismo entre mis sujetos de sangre débil. Durante los seis meses siguientes, descubría varios casos de crecimiento de medio milímetro en las uñas, tres casos de transpiración (sudor mortal, no el "sudor de sangre" que los Vástagos experimentamos a veces bajo tensión extrema); dos casos de bronceado; y un período menstrual. Tres casos conllevan más de una forma de actividad biológica (ver los estudio de casos en el Apéndice Tres para más detalles).
Como los casos muestran, a cada episodio biológico siguió un período de intenso gasto de vida. Cinco ocurrieron durante o poco después de la convalecencia por la vivisección. Cuatro ocurrieron cuando el sujeto repetidamente se alimentó hasta la saturación y luego gastó parte de su vitae como agotamiento de las pruebas de la Unidad de eficacia de vida. Los dos episodios restantes (los de bronceado) ocurrieron durante los test de exposición a la luz del sol. Todos los episodios biológicos duraron menos de doce horas. Cuatro ocurrieron entre sujetos de la decimocuarta generación y siete entre los de la decimoquinta. Mi mecenas bien puede preguntarse por qué doy tanta importancia a estos nimios ejemplos de actividad celular. Sé que muchos cainitas no sólo aceptan su estasis corporal, sino que llegan a encontrar ligeramente repugnantes los procesos fisiológicos mortales. Un leve crecimiento de la barba puede parecer trivial. A lo sumo ¿no demuestra con más profundidad la debilidad de la sangre de las generaciones más altas, que no pueden prevenir completamente el cambio? En mi investigación, sin embargo, descubrí otras dos formas de actividad biológica anómala en un vampiro de sangre débil. Uno de los ejemplo no fue de duración corta y sus consecuencias estaban muy lejos de ser triviales.
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