Fundación: Noches recientes.
Ésta es otra categoría aglutinadora que abarca un pequeño pero creciente número de grupos por todo el mundo. La aparición de los vampiros de sangre débil en la Yihad con una extraña e inexplicable percepción (Clarividencia) ha causado consternación en muchos círculos, pero entre otros, los videntes han sido saludados como figuras mesiánicas que podrían guiar a los Vástagos a una nueva era de paz y sabiduría. Aunque algunos cultos de videntes están organizados por adivinos, la mayoría de las veces es un antiguo quien lleva las riendas, mientras que el vidente tiene un posición análoga a la de un visir. Los vampiros de la era precientífica, sobrecogidos por oráculos de cualquier clase y profundamente conmovidos por su sentido de un juicio amenazador, pueden en su búsqueda de la verdad ser proclives a pasar por alto su desconfianza hacia la chusma vampírica, pero no tienen intención de ceder el control sobre los actos.
Unos pocos cultos pueden jactarse de poseer varios videntes. En tales casos, éstos se convierten en un grupo secreto muy unido dentro del propio culto. Sus métodos de adivinación varían desde lo rarísimo hasta lo completamente extravagante (un grupo en Montreal lleva a cabo sesiones en torno a un tablero ouija comprado en una tienda; otro, en París, presenta sus exclusivos descubrimientos en collages laboriosamente construidos). Aún así, sus seguidores y mecenas muestran la máxima fe en sus visiones.
Lo Heraldos de la Estrella Roja
El culto de videntes más famoso en el mundo es también uno de los más nuevos. Los Heraldos de la Estrella Roja, llamados así por la estrella que apareció este año antes de la "semana de las pesadillas" y por la gran inundación en Bangladesh, se muestran orgullosos de su aperturismo. Todos los Vástagos que lo deseen pueden atender a sus reuniones, que son promocionadas tanto como es posible en los límites de la Mascarada. Su misión: convencer al resto de su raza de que el fin está mucho más cerca de lo que se cree y que ahora se deben poner a un lado las diferencias si los vampiros esperan perdurar. El líder del culto, V. Harriet Bakos (la "V" significa Vampira, pero raramente permite que se la llame así), en realidad no es ni una vidente ni incluso una vampiro. Afirma ser una dhampiro, la hija de una romana y un padre Ravnos. Además, a menudo sufre estados de amnesia temporal durante los cuales delira hablando de visiones muy similares a las descritas por los videntes bajo su tutela. En todas sus visiones, la estrella figura prominentemente como luz que guía a algún ser inconcebible y malvado, que se supone llegará a la Tierra en algún momento del presente año.
Aunque sólo los Vástagos con suficiente Auspex pueden ver la estrella, su aparición ha perturbado lo suficiente a la sociedad de los vampiros como para que reciban a esta profetisa mestiza con menos hostilidad de lo que uno normalmente esperaría. Aquellos encuentros del culto auspiciados por Harriet o sus videntes tienden a ser místicos y teatrales, llevados a cabo con el deslumbramiento ceremonial de una sesión espiritista. Los otros, sin embargo, organizados y moderados por sus confidentes, a menudo tienen el ambiente de una convención de buscadores de OVNIs llenos de diapositivas, teorías de la conspiración, conferencias y panfletos fotocopiados. Los miembros presentes son principalmente vampiros muy jóvenes (incluyendo algunos de sangre débil) y ghouls, pero su duro reclutamiento ha comenzado a valer la pena y ahora también puede verse algún ancilla ocasional (probablemente espiando para algún superior, pero los Heraldos prefieren ser espiados a ser ignorados).
En estos momentos el culto tiene cinco videntes y la misma Harriet ha viajado por todo el hemisferio oeste en busca de otros. En Brasil se le aproximó un puñado de vampiros que supuestamente pertenecían a un grupo Tremere llamado "La orden de Wyrm". La Estrella Roja, le dijeron, obviamente es el "ojo" de este Wyrm, al cual identificaban como "el señor de este mundo"; su aparición sólo puede ser tomada como un signo de que el Wyrm está a punto de comenzar su sagrada misión de purgar la Tierra para que venga un nuevo reino. Se deben realizar inmediatamente sacrificios para aplacarle, porque sólo unos pocos serán escogidos para sobrevivir. Ella escuchó sus teorías media noche, y luego los expulsó con algunos comentarios de menosprecio sobre los hombres y sus gusanos tuertos. Un representante del Consejo Tremere de los siete le ha asegurado que no existe tal orden en su clan, pero Harriet y sus seguidores han sentido que algo mantenía una estrecha vigilancia sobre sus movimientos en las siguientes semanas...
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