Los Vástagos del Culto del Crepúsculo buscan una mujer a la que el Libro de Nod se refiere como la "última hija de Eva". "Cuando las nieves consuman la tierra", dice la profecía, "y el sol se apague como una vela al viento, entonces y sólo entonces, nacerá una mujer, la Última Hija de Eva, y en ella se decidirá el destino de todos. Y no conocerán a esta mujer excepto por la marca de la luna que hay en ella; y se enfrentará a la traición, el odio y el dolor; pero en ella está la última esperanza". Obviamente, esta mujer es importante y debe ser encontrada. La pregunta es: ¿cómo? Un interminable debate ha surgido en torno a la interpretación de "la marca de la luna". Algunos de los componentes del culto dicen que se refiere a la habilidad psíquica. Otros creen que simplemente quiere decir una simple marca física de nacimiento con forma de una medialuna. Quizá tendrá sangre de un cambiador de forma en sus venas. Quizá nazca cerca de la verdadera Roma, donde quiera que ellas puedan estar (es innecesario decirlo, más de una tribu de Roma reclama el título para sí).
La última teoría que rápidamente se está poniendo de moda es que será un dhampiro. De este modo, los componentes del culto se dispersan, cada uno a su atalaya. Algunos acechan en las salas de maternidad; otros siguen discretamente a las kumpaniyi de gitanos en sus viajes. Las almas especialmente temerarias intentan contactar con los Lupinos y convencerles de su mutuo interés en el asunto. Pocos parecen preocuparse de que, de acuerdo con la lectura usual de la profecía, no se espera que aparezca la Última Hija hasta después de que los Antediluvianos hayan vuelto y disfrutado de "un reino de mil años". Ahora, dicen, es el momento de empezar a vigilar. Cuanto antes empiecen, menos probabilidades habrá de perderse los signos de su llegada. Además, las profecías pueden ser interpretadas de muchos modos diferentes y los Antediluvianos son astutos: ¿quién dice que el reino de los mil años no ha comenzado ya?
Una vez hayan encontrado (presumiblemente) a la Última Hija de Eva, los componentes del culto deberán enfrentarse entonces a la pregunta de qué hacer con ella. Muchos están de acuerdo en que debería ser protegida a toda costa (aunque los cínicos han señalado que la profecía no llama explícitamente "la última esperanza para los Vástagos"); pero, a partir de ahí, las opiniones divergen de nuevo. Se ha argumentado que debe ser Abrazada. Si va salvar a los cainitas, ¿no debería convertirse en una de ellos? Otros creyentes proponen enseñarle la magia de sangre Tremere, o entregarla a magos humanos para instruirla en las artes místicas, o iniciarla en su religión favorita. Un grupo considerable cree que simplemente debería ser vigilada desde lejos (después de todo el verdadero sentido del destino es que se supone que se cumplirá no importa lo que hagas).
Cualquier preocupación que el Culto del Crepúsculo pudiese tener con los vampiros de sangre débil gira principalmente en torno a la nueva teoría de los dhampiros. Los miembros viajan largas distancias para confirmar los informes del nacimiento de un dhampiro, y aunque sus intenciones rara vez son hostiles, pueden ser grandes molestias e imanes para los problemas. Ha sido expuesto que la "marca de la luna" podría referirse a los poderes oraculares de los videntes, pero la mayoría de los del culto han rechazado esa idea: Después de todo, la profecía implica firmemente que la Hija llevará la "marca de la luna" como una mortal.
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