Sangre Débil

El Mundo de Tinieblas es un mundo de gigantes. Desconocidos durante eras, los Vástagos, los más poderosos de esos gigantes, han caminado por ése mundo. Los más viejos no se distinguen de los dioses. Los más débiles pueden enfrentarse a muchos hombres. Ahora a salvo, escondidos detrás del velo del escepticismo humano, se las han ingeniado para introducirse en cada institución mortal. Las ciudades crecen bajo su atenta influencia para proporcionar incluso más recipientes disponibles para la sed eterna de los vampiros.

Aunque algunos sabios morales y otras criaturas desesperadas les combaten a cada paso del camino, continúan prosperando. Nada serio amenaza la prominencia de los no-muertos. Hasta ahora. En su orgullo y autosuficiencia, la Estirpe ha agotado finalmente la Maldición eterna de Caín. Cuando un vampiro de la decimocuarta generación intenta crear otro de su especie, tiene una considerable probabilidad de fracasar; e incluso si tiene éxito, su chiquillo nunca podrá crear progenie. Quince es el límite absoluto. Las Noches Finales se acercan. Hemos entrado en el Tiempo de la Sangre Débil.

Los de sangre débil, vampiros de la decimocuarta y decimoquinta generación (en V5 aparecen también los de decimosexta) son los inconscientes instigadores de toda esta controversia. Su aparición anuncia la Gehena. Si sangre diluida, que a menudo carece incluso de la fuerza para soportar la Maldición de Caín por completo, les gana el miedo y el desprecio de otros Vástagos. Su ignorancia  de la tradición y costumbres de los vampiros los convierte en extraños no sólo para los de su propia raza, sino para sí mismos. Y lo que es peor, unos pocos soportan el dudoso don de las visiones. Estas pesadillas dan a entender antiguos misterios y algo espantoso que se espera que venga. Posiblemente, podrían ser útiles para evitar la muerte de la Tierra, pero solo si los reacios profetas pueden sobrevivir lo suficiente para descifrarlas.

No se equivoquen: las últimas generaciones son débiles y patéticas comparadas con lo vampiros. Aunque, como otros vampiros sin clan, a veces pueden crear sus propias Disciplinas, solo consiguen un dominio regular del poder de la Sangre. Más aún, su vitae diluida apenas puede mantener sus cuerpos, por no hablar del alimento de hazañas sobrenaturales. Sus únicas habilidades sirven más para meterlos en problemas que para sacarlos de ellos. La mayoría de los sangre débil saben que no van a durar en este mundo; demonios, el mundo no va a durar para el mundo. Sin embargo, un personaje de sangre débil es también una oportunidad de interpretación única. De todos los Vástagos, los débiles son los más cercanos a los humanos cronológicamente y biológicamente. De este modo, su tentación es proporcionalmente mayor. Caminan por el filo de la navaja: en un lado de está la vida mortal que todavía no han tenido oportunidad de dejar atrás; en el otro, la Estirpe, los mortíferos e inescrutables inmortales que guardan el secreto de su nueva existencia. Aquí hay una oportunidad para mirar a la no-muerte con ojos nuevos e inocentes.

También a pesar de su condición de marginados, los de sangre débil están inextricablemente vinculados a los cambios que tienen lugar en el Mundo de Tinieblas. Un anarquista o un autarca pueden permanecer merodeando por los bordes de la sociedad cainita tanto como deseen; pocos se preocupan. Pero muchos de sangre débil, les guste o no, se encuentran atrapados en algo mucho más grande que ellos mismos, simplemente en virtud de su papel en la antigua profecía. No tienen poder, ni control, ni respuestas. Lo que tienen es un destino. Una rápida nota sobre el vocabulario: los Vástagos de los clanes a menudo usan la palabra "vagabundos" como término general para todos aquellos problemáticos vampiros ignorantes que rehúsan su parte en el orden tradicional, tengan o no un sire legítimo. Anarquistas, autarcas, Caitiff y vampiros de sangre débil son todos vagabundos. La frase "el problema de los vagabundos" circula por el Elíseo con creciente frecuencia, a medida que el desastre se acerca más y más amenazador.