Aunque poseen grandes poderes y vida eterna, las Amenti no están exentas de limitaciones. Pese a ser inmortales, las momias pueden ser asesinadas: sus cuerpos mueren y sus espíritus entran en el mundo subterráneo. Sólo después de reunir el Sekhem suficiente (es decir, el poder espiritual) puede el espíritu regresar a su cuerpo y alzarlo de nuevo. Además, la energía que usa la Amenti para energizar sus místicos Hekau y nutrir su forma física se extrae de la mismísima Red de Fe que le dio la vida. Hay quienes dicen que este Sekhem en realidad procede de Osiris ya que actualmente reside en la Red. Mientras una momia se encuentra dentro del área geográfica que cubre este entramado, puede obtener con facilidad su poder, pero las Amenti deben depender sólo de la reserva interna de Sekhem sí abandonan la región, o deben extraerla de reliquias imbuidas de esa energía. La reserva individual de Sekhem de una momia no dura mucho si se usa de forma poco juiciosa y las llamadas "baterías de Sekhem" son excepcionalmente raras. La perspectiva de ser atrapado por los enemigos de Maat sin esa rede de seguridad tan potente es terrible. Por eso no resulta sorprendente que las momias prefieran permanecer junto a la Red de Fe y las que se aventuran en otras partes del mundo suelen volver con regularidad.
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