Reserva de Dados: Ocultismo + Nigromancia
Dificultad: 7
Sekhem: 3
Sistema: La momia puede ganar aliados entre los muertos, pero no posee garantías de que esa ayuda vaya a ser de fiar o fácil de obtener, por lo que es posible que le resulte más fácil aliarse con los vivos para que pueda beneficiarse de su ayuda cuando le alcance la muerte. Para hacerlo simplemente hace falta buscar a alguien para el que la muerte se acerca con rapidez… o acelerar el proceso. Cantando junto al sujeto todo el día (desde la salida hasta la puesta de sol) e inscribiendo una serie de grifos sobre el corazón la momia garantiza que el individuo no ha de enfrentarse a un juicio después de morir, y que se convierte en un fantasma. La momia debe explicar al sujeto lo que está haciendo, o el ritual no tendrá efecto. La persona no tiene porque ser voluntaria, pero debe saber lo que le pasara cuando muera, ni tampoco tiene porque decir toda la verdad el nigromante, sugerir a un corrupto que sería la única oportunidad de redimirse, o a alguien hambriento de poder que esto le ayudara a obtener una posición elevada puede no ser completamente exacto, pero es suficiente para poner en marcha la parte principal del ritual. El fantasma se alzara atado al nigromante con el mismo grado de éxito que se describió en Atar a los Muertos, solo que el efecto dura de mientras el fantasma sobreviva. El nigromante solo tiene que gastar un punto de Sekhem cada vez que desee invocar a uno de sus fantasmas atados para que ejecute una tarea. La Amenti no puede tener más aliados wraiths que su puntuación de Equilibrio + Nigromancia. Atar a los Vivos solo funciona en humanos normales, no tiene efecto en animales, otras momias, vampiros o entidades sobrenaturales cuyas almas ya estén enjuiciadas. Debido a que el ritual debe ejecutarse en el mundo material, solo una momia viva puede lanzarlo.
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