Reserva de Dados: Ocultismo + Nigromancia
Dificultad: 8
Sekhem: 3
Sistema: Bajo coacción, es posible que el nigromante no tenga tiempo para recurrir al ritual o a la ayuda de fantasmas. En tales casos, la momia puede canalizar la fuerza pura del Inframundo, usando la khaibit como conducto para golpear a su oponente con energía espiritual. Este tipo de ataques tiene un precio, pero solo las almas más resistentes pueden resistirlo. La Mano de la Muerte requiere que la momia toque al sujeto con la palma desnuda (lo que en combate requiere una tirada de ataque), aunque la victima puede estar cubierta por armadura o ropa. El poder entrópico de este Hekau infringe un nivel de daño agravado por éxito obtenido en el lanzamiento. La momia también sufre un nivel de daño letal por actuar como conducto para esas energías oscuras. Además, aparte del daño causado, el objetivo también queda paralizado un turno, e incapacitado para actuar. El uso de este Hekau suele provocar que la mano y el brazo de la momia se vuelvan negros, como reflejo de la noche eterna del Inframundo. Los que lo practican con frecuencia descubren que sus manos se mancillan irrevocablemente, tanto en el mundo físico como en el espiritual. Este ataque funciona igual en ambos reinos.
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