Reserva de Dados: Empatía + Icono
Dificultad: 9
Sekhem: 8
Sistema: Ciertos periodos religiosos se han enamorado de la noción del mártir. Los practicantes de Hekau profundamente espirituales tienen cada uno una idea para utilizar el poder potencial de un símbolo físico para energizar sus creencias, fe e indomable voluntad. Un sacerdote complaciente de suficiente poder y pureza puede incluso convertirse en un símbolo viviente, asumiendo la carga cuando pase al olvido con su muerte. Este ritual demanda que el líder del ritual se sacrifique o se convierta en mártir de alguna forma ritual antes de asumir la responsabilidad por los pecados de otros. El auto sacrificio debe ser totalmente voluntario, pues incluso los mártires deben resignarse a su destino. Cada éxito obtenido durante el ritual permite al sacerdote absorber el juicio divino que le corresponde a él por los pecados cometidos por otros, y aceptar el castigo por los pecados en la forma de su propia muerte. Este ritual no permite el perdón de los propios pecados, y los Jueces de Ma’at hagan un uso abiertamente egoísta de su poder. Obviamente este ritual otorga el indulto por las violaciones del Equilibrio por las que el mártir asume la responsabilidad, pero también puede aliviar los innumerables castigos espirituales a menudo olvidados por los vivos desleales. Un cazador puede ganarse el alivio por los animales a los que mato, o un ladrón puede lograrlo de los espíritus celestiales cuyas tumbas robo. Incluso las momias que han obtenido este increíble nivel de Ma’at están asombradas por el sacrificio personal de parangones religiosos como Cristo y Buda. Sin embargo, las parábolas de lo sagrado son una fuente de tremenda fuerza cuando uno mira a la muerte por los pecados de sus seguidores mortales.
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