La Augusta Personalidad de Jade a desaparecido de forma aún más misteriosa que Osiris, de mientras los seres sobrenaturales hablan de profecías sobre la llegada inminente de un emperador demonio que gobernada durante una edad. Los Ocho Inmortales antiguamente consejeros y abogados se han exiliado del cielo, pues con el Trono de Jade vacío no tienen a quien presentar sus alegatos. Tocados por el eterno Tao, pero conservando la compasión de los grandes sabios del Reino Medio, los Ocho Inmortales sintieron que se había perdido toda esperanza. Fuera del cielo los Ocho Inmortales meditaron sobre el destino de las Diez Mil Cosas del Cielo, sabiendo que no podrían impedir que el hielo se derritiese en el desierto y que enfrentarse al Abismo (llamado Apofis por las Amenti) era suicida, por eso se decidió por salvar, proteger y esconder todas las cosas sagradas para mantenerlas seguras cuando llegue la crisis. Se dieron cuenta que necesitaban agentes capaces de moverse por los todos los reinos de existencia de realizar grandes hazañas mágicas y de sobrevivir a las depredaciones de la inminente era demoníaca.
Por ello se dirigieron a los 200 últimos grandes sabios del Tao, pero muchos estaban en sus horas finales, por eso hicieron que les entregasen a sus mejores alumnos, los que pudieran representar los antiguos principios del Camino del Cielo durante el largo mandato del infierno, los Ocho Inmortales les entregarían por jóvenes o ingenuos que fueran el elixir de la inmortalidad a cambio de su servició eterno al Tao. Estos nuevos inmortales recibieron el nombre de Mu T'ian (Familia del Cielo) porque son los hijos y hijas que ha convocado el cielo para que entren a su servicio y muestren compasión por el mundo antes de su caída. Están divididos en dos dinastías según sus filosofías y senda de vida sobre si sirven al yin (Xian Lung) o al yang (Wu Fen), a su vez se dividen en tres sectas, los cazadores de demonios de los Flechas Celestiales combaten contra las incursiones de bakemonos y otras monstruosidades de más allá de la muerte en el Reino Medio, haciendo fracasar los complots de los Reyes Yama.
De mientras incluso los agresivos Hijos del Fénix cultivan su talento natural para curar a los otros miembros Flor de Melocotón Honrada y la Hermandad de la Linterna Escarlata sirve de embajadores a los Ocho Inmortales ante los elementales Hsien, hengeyokai y los espíritus naturales del Reino Yang. Tras tomar el elixir de la inmortalidad son llevados en cuerpo y alma a las puertas del cielo, donde meditan par reunir fuerzas para las misiones y terrores que se avecinan. Al final los Ocho Sabios le mandaran una misión ya al Reino Medio (la Asia física), el Yin o el Yang (las Tierras de la Sombra o la Umbra Media) o incluso al Yomi, los Mil Infiernos. Su misión puede ser especifica o muy general, desde destruir las obras de un demonio menor a crear un lugar dentro de la Ciudad Perversa donde las almas torturadas puedan encontrar la paz, puede tener una duración limitada como vigilar durante 200 años los Manantiales del Yang Eterno o llevar a una niña desde China hasta sus padres inmigrantes . Si la momia es destruida durante su misión volverá a la puerta del cielo donde tras un tiempo podrá reemprender su misión original o una nueva.
En general las Wu T'ian sirven a los Diez Preceptos Celestiales que forman la base de su Misión, el equivalente del Equilibrio de las Amenti, los Ocho Inmortales tienen la última palabra sobre si un Wu T'ian está preparado o no para mejorar su Misión, la puntuación es equivalente a los preceptos dominados, algunos preceptos pueden ser complementarios de mientras otros el Narrador puede decidir que es imprescindible el dominarlos para seguir avanzando fallar en seguir estos preceptos puede reducir la Misión, los preceptos pueden ser dominados en cualquier orden .
Actos Amables: aunque los Wu T'ian deban enfrentarse a seres que amenazan lo que quieren proteger saben que no deben convertirse ellos mismos en monstruos. Los que dominan este precepto saben que nunca deben causar daño de forma innecesaria ni siquiera a los siervos de los demonios, y que siempre se debe alentar el desarrollo y la preservación de todo lo que existe si es posible.
Armonía Exterior: La protección de todo exige que algunas cosas sobrevivan intactas a la Era del Demonio. Salvaguardando lugares de armonía y consuelo, el inmortal garantiza que algo de la creación sobrevivida a la Edad de los Pesares en relativa paz. Los que dominan este precepto trabajan sin descanso para proteger lo que de otro modo no sobreviviría.
Corazón Solitario: La familia del cielo debe permanecer distanciada de los lazos individuales para poder servir y proteger lo que pueda salvarse del Emperador Demonio. Aunque atesora a sus amigos, parientes y amantes, los que han dominado este precepto saben que sus misiones al final les alejaran de aquellos a quienes aman, por lo que no dependen de los demás para guiarse.
Decisiones Justas: La llegada de la Edad de los Pesares y la protección de las Diez Mil Cosas requieren que se tomen decisiones definitivas pero justas. Los Maestros de este precepto han logrado hace tiempo tomar decisiones tan justas y adecuadas como sea posible, sin mostrar favoritismos ni venganzas.
Mente Humilde: Los maestros de la Mente Humilde no se favorecen a sí mismos. Saben que solo existen para servir hasta el final de la Era del Emperador Demonio y solo quieren servir todo lo bien que puedan. Los maestros de la Mente Humilde saben que solo cumplen un pequeño papel en la protección del mundo y no esperan que les concedan más poder o alabanzas inmerecidas.
Observar con Detenimiento: El personaje a alcanzado un estado de vigilancia disciplinada tal que no actuara de forma precipitada, y observada siempre la situación desde todos los ángulos que pueda antes de pasar a la acción, muchos Wu T'ian que han dominado este precepto pasan varias horas al día simplemente observando el mundo que les rodea buscando signos del Emperador Demonio.
Palabras Honestas: Las mentiras y los engaños son costumbres de los demonios. Aunque el Yomi tiene su lugar en el equilibrio de todo, la Familia del Cielo debe oponerse al Emperador Demonio diciendo la verdad al escuchar las mentiras. Los que han dominado este precepto saben que la verdad debe decirse siempre sin importar el coste.
Pasión por el Aprendizaje: El conocimiento es una poderosa arma y una gran fuente de iluminación. El verdadero sabio se recrea en meditar sobre todo lo que pueda aprender sobre una materia determinada. Los maestros de este precepto pasan bastante tiempo reflexionando, estudiando y leyendo y animan a aprender tanto como se pueda sobre los antagonistas.
Respeto por toda la Vida: Los que dominan este precepto saben que el poder no siempre hace que tengas la razón, y se da cuenta de que la esperanza que algo sobreviva puede proceder de las criaturas más insignificantes. Los Wu T'ian que siguen este precepto intentan mostrar respeto por la vida cuidando a todo tipo de criaturas dentro de su capacidad y causándoles el menor daño posible. Sin embargo, respetar toda vida incluye respetar la propia, por lo que los seguidores de este precepto pueden comer y defenderse a sí mismos y a sus protegidos.
Trato Compasivo: El Wu T'ian ha reunido todo lo que se conoce del Tao con un propósito, proteger a las Diez Mil Cosas en la edad venidera. Mientras usan sus recursos con sabiduría y reconocen la necesidad de estar en armonía, los miembros de la Familia Celestial nunca deben pasar por alto a los necesitados. De hecho los maestros de este precepto suelen buscar a aquellos cuya necesidad es mayor y encontrar formas de aliviarles de sus crisis.
Las puntuaciones altas de Mentor son poco frecuentes pues pocos magos o hechiceros del Reino Medio están preparados para ayudar a una momia a desarrollar todo su potencial, algunos Wu T'ian aprenden con espíritus de los mundos Yin y Yang... a veces con los espíritus ancestros de sus primeros profesores. Si bien las momias asiáticas no distinguen entre Ba y Ka pueden fácilmente traducirse a términos del juego. Los Wu T'ian pertenecen al reino donde se les envía hasta que completan la misión o mueren (lo que ocurra primero). Cuando ocurre una de estas cosas vuelve a las puertas del cielo y tras un periodo de contemplar su ultima encarnación, la tarea de su futura misión, el tiempo que pasa puede ser breve o largo según el descanso que necesite la momia, el Trasfondo de Ba representa lo rápido que se recupera para nuevas tareas, una puntuación elevada puede significar que se es un Wu T'ian muy iluminado que necesita poco descanso entre misiones.
Como que es toda el alma la que parte a meditar las momias Wu T'ian no pueden adquirir el Trasfondo Ka, aunque su cadáver si se beneficia de sus niveles más básicos, para evitar que el cuerpo se descomponga de mientras espera el regreso del alma. El Narrador tendría que negarse a que un Personaje que fallase una misión vuelva demasiado pronto al reino donde fracaso. Los Wu T'ian que completen su misión pero intenten rechazar la invocación de regreso deben sufrir penalizadores tanto en sus reservas de Chi como en sus reservas de dados, que reflejan el agotamiento progresivo que sufren estos inmortales por su ausencia innecesaria de los reinos celestiales. Las Wu T'ian emplean energía mística para lanzar sus hechizos, solo que emplean Chi en vez de Sekhem, llaman a sus Hekau, Artes, su Chi tiene los mismos usos que en el caso de las Amenti además pueden emplearlo, cada punto para curarse un rango de daño letal o contundente y pueden gastarlo en vez de la Fuerza de Voluntad para obtener éxitos automáticos. Solo pueden gastar un punto por turno. Los Wu T'ian recuperan su Chi igual que las Amenti su Sekhem, aunque su Bendición del Cielo (igual a la Bendición de Osiris de las Amenti) se ejecuta en los Nidos Dragón o cerca de las Lineas Dragón . Las Artes de los Wu T'ian funcionan de forma muy parecida a los Hekau de las Amenti, con la diferencia de que no practican la Nomenclatura pues creen que es presuntuoso por su parte el emplearla, tienen acceso a poderes de la Nigromancia desconocidos por los Amenti y tienen dos Artes uno basados en el Yin y el Yang según la dinastía con que se han afiliado.
Esta es la visión que tienen los Amenti de los Wu T’ian.
Kher-minu: No pienso que ellos aún conozcan a todas sus facciones o en lo ellos creen. Entonces otra vez, esto es su problema, no el mío.
Khri-Habi: Hay mucho que nosotros podríamos aprender de sus tribunales y práctica, pero podemos enseñarlos también, si ellos lo permiten.
Mesektet: Su cultura es anciana, pero la nuestra es igual de vieja. Y no tenemos que tratar con tantos burócratas.
Sakhmu: Su gracia y cortesía son admirables. Uno aún puede perdonar algunas de sus acciones por consiguiente.
Sefekhi: Ellos no se meten en nuestro camino. Apruebo esto enormemente.
Udja-sen: Pensé que ellos tenían soldados de piedra, no momias. Usted tiene que tirar mi pierna aquí.
Otros Wu T’ian
Pese a que no luchan activamente contra los Reyes Yama, estos los consideran enemigos y no duran en usar su poder para corromperlos y ponerlos a su servicio, pues ni la Familia del Cielo es inmune a los poderes y seducciones del Yomi.
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