(Incluso el recalcitrante Abu al -Intiqam ha hecho las paces con estos Parientes beduinos, habiendo trabajado juntos durante siglos para hacer cumplir su mandato como uno de los No-muertos). Los Discípulos están envueltos en los asuntos de los Renacidos desde el principio, como uno podría esperar, en el Antiguo Egipto, pues su progenitor y ancestro es un poderoso Gangrel llamado Anpu. Según la tradición fue un devoto y de confianza amigo del Señor de la Vida, que fue quien lo convirtió en vampiro en ese tiempo.
Osiris mando a su viejo amigo que vigilase antes del Culto de Isis a sus hijos y que mantuviese a salvo el Hechizo de Resurrección. Antes de que Set con una terrible traición, no obstante, las sacerdotisas de Isis temiendo la proximidad de este poderoso vampiro, en su dolor y frustración, le pidieron a Anpu que por respecto a Isis tuviese el respeto de abandonar la protección del Hechizo de Resurrección a sus devotos (aunque mortales) cultistas. Eso es lo que hizo y al hacerlo dejo a Seth robar el sagrado rito para sus oscuros propósitos, resultando en el nacimiento de las viles entidades conocidas como Momias de Perdición. Anpu fue asolado por la culpa, la venganza y lo decidió a volver a esforzarse por la causa de su amigo caído. Poco después, la Reina Hatshepsut fue elegido para desempeñar ser la huésped de un poderoso hechizo conocido como el Rito del Rey Sol.
A cambio de permanecer eternamente en el Duat el espíritu de Hatshepsut (llena con el poder del conjuro) castigaría con el fracaso las maquinaciones de Apofis en la tierra de Khem (el antiguo Egipto). Anpu se comprometió a sí mismo y los de su línea a la salvaguardia del cuerpo de la reina de la tierra en la que viven, al mismo tiempo que actúan como los conductos para la continuación de los esfuerzos de la reina en el mundo de los espíritus. Y durante casi cuatro milenios, los discípulos han asistido a los Hijos de Osiris y el Culto de Isis, viendo los cuerpos de las Shemsu Heru-mientras descansaba entre la vida y luchando con los secuaces Apofis a cada paso.
Evolución Reciente
Si no fuera por la Dja-akh, la situación seguida estancara. Debido a la gran tormenta espiritual ( la cual irónicamente fue responsable de la creación de los Amenti , al menos de forma indirecta ) , la reina se ha visto obligada a reencarnarse en las tierras de los vivos , rompiendo el Rito del Rey Sol y dejando abierto Egipto frente al poder completo de Apofis . Los Discípulos están vigilando y esperando el retorno de Hatshepsut como siempre lo han hecho, pues esperan ocuparse de sus necesidades y ayudarle a adaptarse al mundo moderno, pero recientes sucesos los han obligado a desarrollar una gran actividad y tomar parte en la guerra contra Apofis. Los Discípulos son ahora soldados en la línea del frente, pero en los viejos tiempos, eso significaba mucho menos de lo que significa esta noche.
El Ritual del Rey Sol se asegura que las escaramuzas directas que se sucedan entre la Liga de Osiris y sus oponentes en Egipto. Sin embargo de mientras los Hijos de Osiris se dedicaban a la paz y alcanzar la maestría sobre sus propias Bestias, pero todavía eran vampiros - capaces de ayudar a los discípulos a llevar la lucha al enemigo cuando era preciso. Los Hijos que quedan (pocos en número) son mortales, esto ha colocado un sentido de urgencia en la mente de los Discípulos. Ellos entienden lo que la destrucción Rito del Rey Sol significará para el Liga de Osiris, y se están preparando para algunas batallas verdaderamente enormes en el futuro próximo. Han pasado milenios de trabajo contra los Seguidores de Set, en particular, y son más de estar a la cabeza al enfrentarse en las Noches Finales por venir.
Los Discípulos de Anubis en el Juego.
La llegada de los Amenti llena a los Discípulos de Anubis con una sensación de esperanza y los hace más activos, como si pudiesen llegar a hacer más ahora que lo que nunca han hecho antes. Su función primaria, respecto a los Renacidos es vigilar sus cuerpos entre una vida y la siguiente y plantar cara a los seguidores vampíricos de Apofis (los Setitas en particular) en sus mismos términos - combatir el fuego con fuego, por así decirlo. Mientras que dejan la mayor parte de la nueva generación de eternos a su suerte cuando este derecho se refiere (su número aumenta día a día) pero sus servicios siguen comprometidos al servicio de los Semsu-heru que aún quedan. Entre muchos Imkhu se dice que se tendría que tomar como rehenes a los dirigentes, sobre todo cuando regresen al país de Khem. Por eso muchos discípulos sensibles prefieren ir a las tumbas y interponerse en el camino de cualquiera que trate de llegar a los cuerpos de las momias guardaros por sus vigilantes Parientes. Los más sabios entre los Shemsu-heru reconocen que los discípulos son el ultimo "eslabón perdido" entre Osiris y el mundo de los muertos (sobre todo ahora que los Hijos de Osiris ya no son vampiros), pues los mayores de los Discípulos son capaces de comunicarse directamente con al mismo tiempo con Osiris y con Anubis en el Inframundo.
Al lado de la Necrópolis de Saqqara (que es el dominio de un anciano Cappadocio), cerca del Desierto Occidental - que se extiende del norte del Cairo hasta Asuán - es el dominio tradicional de los Discípulos. Los Discípulos patrullan regularmente las arenas de " su " desierto, recorriendo a lo largo de su ruta, muchas rutas indirectas del hajj y buscando símbolos de nuevas incursiones de Apofis en las tierras que le han sido negadas durante mucho tiempo. Los discípulos guardan un odio particular por las Apepnu, cuya mera existencia de las cuales los Discípulos consideran que es culpa suya (aunque la misma culpa tiene su progenitor). La noche se rasga en el mundo por estas siete abominaciones que cada noche purgan las almas de hace 4000 años. De mientras esperan con alegría la noche en que estas almas condenadas se puedan reunir.
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