El mar cambia constantemente pero siempre es el mismo. Como todos los ángeles antes de la Caída, los Mammetum podían asumir la forma que mejor se adaptara a las necesidades del momento. Pero al mismo tiempo, fueron llamados a encarnar el cambio y la incongruencia. Algunos Ángeles de la Transfiguración trabajaron con un cambio literal y físico, permitiendo que la vida creciera y se desarrollara. Algunos trabajaron con los Ishhara para crear atracción y luego cambiarlo para encontrar la aprobación. Algunos Mammetum incluso trabajaron con los conceptos esotéricos de metáfora e ironía, transformando el significado en sí mismo. Supuestamente, el ángel que fue pionero del humor fue un Ángel de la Transfiguración. Sin embargo, el cambio es difícil y a menudo doloroso. Una vez que algo cambia, deja una parte de sí mismo para siempre. Un hombre que envejece puede ganar experiencia, conocimiento y felicidad, pero los cambios lo alejan de la juventud. Los Mammetum sabían que esta evolución no era nada que temer, y ansiaban mostrarle a la humanidad que el cambio era simplemente parte del plan de Dios.
Para los Mammetum, la rebelión fue una forma de tranquilizar a la humanidad, de que el cambio no condujo inevitablemente a la muerte. Después de la Caída, por supuesto, esa afirmación fue más difícil de hacer. Si bien no muchos lo admitirán, casi todos los Mammetum tuvieron el mismo pensamiento en sus mentes, en la oscuridad del Abismo, de que tal vez deberían haber dejado a la humanidad sola y estaría lo suficientemente bien. Sin embargo, esto no está en su naturaleza. La transfiguración no es simplemente cambiarse a uno mismo, implica cambiar el entorno para adaptarse a las necesidades siempre cambiantes. Los Mammetum nunca son sedentarios, y la naturaleza lenta de muchos humanos modernos, les causa gran molestia.
Si bien se dice que los Ángeles de la Transfiguración nunca asumieron la misma forma dos veces antes de la Caída, el Saber de la Transfiguración es todo lo que los Corruptores caídos han dejado para recordar sus diversas formas. Aunque los Mammetum no puede lograr el mismo grado de fluidez que en el pasado, la Faz de la Transfiguración sigue siendo un poder potente y mercurial. Muchos Mammetum dejan una imagen residual mientras caminan en su forma reveladora, su apariencia cambia constantemente. El monstruoso Mammetum pierde esa fluidez, y aunque sus formas aún pueden cambiar, el cambio requiere esfuerzo en lugar de ser intrínseco al Corruptor. Los altos niveles de Tormento confieren la peor maldición que un Mammetum podría concebir: la permanencia.
Los ángeles de la transfiguración se revelan como figuras luminiscentes desprovistas de rasgos o expresiones de identidad, pavorosas en su
silencio y su gracia parsimoniosa. Todo su cuerpo es un espejo que refleja
el talante y los pensamientos de quienes los rodean, maleable como el mercurio en medio de un caos de sensaciones y expresiones contradictorias.
La Faz de la Transfiguración confiere las siguientes habilidades especiales:
• Empatía mejorada: La dificultad de todas las tiradas de Empatía
disminuye en dos.
• Sin reflejo: La imagen del demonio no aparece en los espejos, como
tampoco puede capturarse en fotografías ni películas de vídeo.
• Pasar sin dejar huella: La dificultad de las tiradas de Sigilo del personaje se reduce en dos, y su paso no interferirá con el entorno en ningún
aspecto. No dejará huellas de pisadas ni se moverán las hojas.
• Destreza mejorada: Suma dos a la Destreza del personaje.
Tormento: Los ángeles de la transfiguración que sucumben a su Tormento pierden toda luminiscencia y reflejan su dolor y su odio en espeluznantes visiones del Abismo. La criatura se convierte en un escenario ambulante de espíritus torturados que arañan mudos la barrera que los separa
del mundo físico.
La Faz de la Transfiguración confiere las siguientes habilidades Atormentadas especiales:
• Garras/Dientes: El personaje manifiesta garras y colmillos capaces
de infligir Fuerza + 2 de daño agravado.
• Iniciativa mejorada: Suma dos a la iniciativa del personaje.
• Veneno: Las garras y los dientes del demonio están recubiertas de
veneno. Si el Corruptor inflige siquiera un nivel de salud de daño (contundente, letal o agravado) en combate sin armas, la víctima deberá enfrentarse a una tirada de Resistencia (dificultad 7) en cada turno posterior, durante tantos turnos como puntos valga el Tormento del demonio. De fallar una
de estas tiradas, la víctima sufriría un nivel de salud adicional de daño letal.
• Acciones adicionales: Se pueden gastar puntos de Fe para conseguir acciones adicionales en un turno, al precio de un punto por acción.
Estas acciones tienen lugar en orden descendente de iniciativa, de modo
que si un Diablo con iniciativa 7 elige realizar una acción extra, ejecutará
su primera acción con una iniciativa de 7 y la segunda con una iniciativa de
6. El jugador deberá decidir comprar acciones adicionales al principio del
turno antes de emprender cualquier otra acción.
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