Crear herramientas para el hombre habría violado la prohibición de Dios de interactuar con ellos, por lo que el Saber de la Forja (y, por lo tanto, los Mummu) no existió como tal hasta después de la Caída. Algunos Annunaki, sin embargo, intentaron mostrarle a la humanidad, cómo el mundo que los rodeaba podía volverse ventajoso, incluso antes de la rebelión. Crearon piedras con ciertas formas y trabajaron con los Zaltu y los Mammetum para inspirar la construcción de casas usando ramas y otras herramientas. Intentaron mostrar a la humanidad, de segunda mano, cómo se construyó su entorno de una manera específica para que pudiera adaptarse mejor a sus necesidades. El día que Adán diseñó una honda para matar un pájaro, los ángeles que se convertirían en los Mummu se regocijaron. El hecho de que olvidó su logro al día siguiente y volvió a perseguir conejos, consolidó la decisión de estos ángeles de rebelarse.
Con el permiso para crear y remodelar el mundo como creían conveniente, durante la Guerra de la Ira, los Mummu se convirtieron en los artífices y armadores del ejercito infernal. Transformaron la fe humana en las herramientas de la guerra y crearon tesoros malditos para seducir y corromper al enemigo. Como los Mummu nunca formaron parte de la jerarquía previa a la rebelión, no compartían las mismas limitaciones en cuanto a la batalla honorable y las tácticas tradicionales. Su presencia en la Guerra de la Ira llevó a las fuerzas de Lucifer a una serie de victorias memorables. Sin embargo, a pesar de todos sus problemas, fueron arrojados al Pozo por un millón de eternidades oscuras sin absolutamente nada que hacer.
Los demonios que manifiestan la Faz de la Forja son gigantes, titanes que una vez transformaron la roca viva en los deseos de sus corazones. A pesar de su tamaño, conservan su habilidad y delicadeza mecánica ... hasta que el Tormento los alcanza. Sus impulsos creativos se descontrolan y envían todo a su alrededor al caos. Incluso para ellos, esto es más preferible que el Abismo.
Los ángeles de la forja se aparecen como gigantes fraguados a partir
del negro hierro de la tierra: sus poderosos cuerpos musculosos resplandecen iluminados por venas de magma y sus ojos relucen como discos de
bronce bruñido. Su voz es profunda y atronadora, como el rugir de un horno. En su forma apocalíptica, estos caídos son inmunes a las temperaturas y
la presión extremas, y las brasas candentes son para ellos como los cubitos
de hielo para los mortales.
La Faz de la Forja confiere las siguientes habilidades especiales:
• Maestro artesano: La dificultad de todas las tiradas de Pericias disminuye en dos.
• Aumento de tamaño: El cuerpo del personaje crece un tercio de su
altura normal, sumando los siguientes Rasgos de bonificación: +1 Fuerza,
+2 Destreza, +1 Resistencia.
• Voz atronadora: El grito del personaje hace añicos los cristales y
consigue que tiemble la piedra. Todos los que se encuentren en un radio
de tantos metros como Fe tenga el personaje sufrirán cuatro dados de daño
contundente. Esta habilidad puede emplearse sólo una vez por escena, y es
necesaria una acción para llevarla a cabo.
• Inmunidad al fuego: El personaje es inmune a cualquier posible
daño procedente del fuego.
Tormento: Los Mummu Atormentados son criaturas de pesadilla, con
la piel de hierro erizada de hojas aserradas, rodeados de una neblina de azufre abrasador. Sus ojos son orbes gemelos de fuego vivo y, allá donde vayan,
los aparatos eléctricos enloquecen: las luces parpadean y los televisores y
radios no emiten más que estática.
La Faz de la Forja confiere las siguientes habilidades Atormentadas especiales:
• Filos: Los dedos del Mummu están rematados por filos curvos de
hierro afilado que infligen Fuerza + 2 de daño agravado.
• Extremidades adicionales: El demonio desarrolla un segundo par
de brazos. Los brazos adicionales le permitirán desviar o parar asaltos cuerpo a cuerpo o sin armas sin necesidad de renunciar a su acción declarada
ese turno, o ejecutar dos ataques extras por turno (con su reserva de dados
completa).
• Campo magnético: El demonio es rodeado por un campo magnético tan intenso que interfiere con todos los aparatos eléctricos que se
encuentren dentro de un radio en metros igual a su Fe.
• Piel férrea: La piel del personaje, semejante al hierro, le sirve de
armadura y le proporciona cuatro dados adicionales para absorber el daño
contundente, letal y agravado.
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